Rodrigo Ogalde
"Me llamo Gonzalo Alberto Peñailillo González, alias el Bombón Privilegio, tengo 33 años", dijo este hombre que es un personaje típico de las calles de San Antonio. Ayer, lo encontramos en el sector de la caleta Pacheco Altamirano, donde parece moverse a sus anchas. Se nota que es un buen comerciante, se ve que lo suyo es el empeño. Tiene pasta de trabajador noble y aguerrido.
Su rutina es conocida por miles de sanantoninos, que lo ven caminar calmadamente con una canasta de mimbre entre sus manos y en la que lleva los famosos bombones de la marca Privilegio que vende desde hace muchos años.
"Ya, ya, Tito, aquí está el Bombón Privilegio; caramelo cubierto con chocolate, el rey power", grita para ofrecer las golosinas que le dieron fama en la ciudad puerto. Su estilo es similar al de Kike Morandé cuando le pide a Tito, su productor musical, que lance un tema para amenizar el programa Morandé con Compañía.
Vecino del sector Bellavista Holanda, Gonzalo dijo que vive con sus padres y una de sus hermanas. "Todos los días salgo de mi casa a vender. Muchos me han alegado que subí los bombones a dos por 100 pesos porque antes daba tres por 100 pesos, pero como en la Mary Carla me los subieron, los tuve que subir también, lógico", dijo.
Para "Bombón Privilegio" la jornada laboral comienza casi con el horario de apertura del comercio sanantonino. "Trabajo desde las 10 hasta la una y media o dos, me voy para la casa y descanso toda la tarde", contó.
Las ganancias que obtiene en su actividad de vendedor ambulante no son muy elevadas, pero él admitió que sabe cuidar su dinero. "Junto mi platita para comprar cualquier cosita", confirmó. Y aunque dijo que sólo cursó hasta tercero básico, él se las ha arreglado para tener éxito en su negocio.
Admitió que siempre recibe el cariño de la gente "Yo, tranquilein John Wein, no tengo ningún problema, la gente se porta bien", afirmó al reconocer que algunos le hacen "bromitas" que él siempre toma con muy buena onda.
"Soy como un roto chileno, que tiene que trabajar sí o sí, esté enfermo o resfriado, nunca quedarse en la cama, uno tiene que salir a trabajar", aseveró.
Feliz y sincero, Gonzalo Peñailillo se aleja con su canasta de bombones, que parecen endulzar la vida de esta ciudad que lo crió y que hoy lo tiene como uno e sus de personajes típicos. Un ejemplo para otros.
33 años tiene Gonzalo Peñailillo, quien es conocido como Bombón Privilegio.