Carolina Bustos Muñoz
La serie de enfermedades que padece Mariluz Mora (56) no le permiten realizar su vida con normalidad.
Se desplaza gracias a la ayuda de un bastón, no puede practicar ningún tipo de ejercicios y tampoco está posibilitada para trabajar así que, por mucho tiempo ha tenido que buscar la forma de sacar a su familia adelante.
Aseguró que a raíz de las enfermedades que sufre sólo pudo trabajar algunos años y el dinero que logró reunir no le permite jubilar.
"Sólo trabajé a los 20 años y eso me ha traído muchos problemas para mi jubilación porque es muy poco el dinero que alcancé a juntar y tampoco me dejan recibir la pensión de invalidez", explicó Mariluz.
También contó que participar en el taller de curtido de cuero, que se imparte desde el 5 de mayo en la sede de la 30 de Marzo, le ha traído muchas satisfacciones. "Para nosotros es muy difícil conseguir un trabajo pero gracias a estos talleres uno tiene la posibilidad de aprender y de ver qué se puede hacer con los conocimientos aprendidos".
Agregó que "yo me muevo gracias a una muleta pero mis capacidades siguen intactas, por lo mismo este taller, y los otros en que he participado, me han servido para darme cuenta que sí puedo hacerlo a pesar de las dificultades que presentan por culpa de estas enfermedades que heredé de mi madre".
Debido a los problemas que presenta en sus manos, para Mariluz no ha sido fácil trabajar el cuero de animales más grandes por eso decidió enfocarse en el trabajo con cuero de pescado.
"El trabajo es más simple así que opté por el cuero de pescado. Puede ser de reineta o de otro pez como el tollo. Además es fácil de conseguir porque uno va a las pescaderías y los comerciantes, que tienen una voluntad de oro, altiro te ayudan a conseguirlos", contó la sanantonina.
Sara Farías (58) tiene artrosis, artritis, reumatoide y meniscopatia. "Tengo una invalidez física del 60 por ciento".
Explicó que siempre quiso aprender el proceso del curtido del cuerpo por eso cuando le ofrecieron ser parte de este taller ofrecido por el instituto Ecatema y financiado por Sence, no lo pensó de dos veces.
"Tenía mucha inquietud por aprender el curtido del cuero porque además es algo nuevo para mí", afirmó Sara, quien además valoró que este tipo de iniciativas se lleven a cabo en la comuna.
Aracelli Kappes es la profesora que ha estado acompañando a estos 25 sanantoninos que en estas tres semanas que llevan dictando el taller.
Para ella formar parte de equipo ha sido de mucho aprendizaje. "Son muy solidarios y han formado un buen equipo de trabajo ya que si uno no puede, otro le ayuda, ya que no todos tienen las mismas capacidades".
-¿Quienes participan en este taller?
-En el taller hay personas ostomizadas, que se trasladan en sillas de ruedas o que se desplazan con muletas. También participan quienes sufren alguna enfermedad grave y pacientes con enfermedades mentales que están siendo tratados.
La docente señaló que estos talleres también pretenden recuperar esta tradición, la que con el pasar de los años se ha ido perdiendo. "Esta es una tradición que se iba pasando de generación en generación, pero con el pasar de los años se ha ido perdiendo debido a la llegada del cuero sintético".
-¿Qué han aprendido en este taller?
-Se les ha enseñado todo el proceso relacionado con el curtido de cuero porque partieron desde cero. Ellos aprendieron a elegir la piel que necesitan, a limpiarla y trabajar en ella. Muchas veces estas pieles se pierden pero nosotros queremos aprovecharlas y recuperar las tradiciones.
Para Aracelli la experiencia de trabajar con estos alumnos ha sido muy gratificante ya que le han puesto mucho empeño en aprender.
"Primera vez que venimos a San Antonio a impartir este taller y la verdad es que ha sido una bonita experiencia porque estas personas tienen muchas ganas de aprender", afirmó la docente.
Iniciativa
Carlos Contreras es el presidente de la organización de Ostomizados de San Antonio y gestor de este proyecto que el año pasado vio la luz al ser escogido por Sence tras ser postulado en la Gobernación Provincial.
El dirigente aseguró que las personas que presentan algún tipo de discapacidad necesitan ser escuchadas, pero sobre todo consideradas. "Muchas veces hemos sido discriminados y eso no puede ser posible. Acá hay gente que no tiene piernas, que anda con muletas o que está atravesando por una grave enfermedad y que no quisimos dejar a nadie fuera".
Contreras aseguró que el taller ha tenido una asistencia del 95 por ciento, lo que, según el dirigente, se traduce en la buena disposición que han tenido quienes participan.
"Hay uno de los participantes que tras el taller comenzará a trabajar en la artesanía. La idea es que las herramientas que están recibiendo les sirvan para enfrentar la vida porque nadie se puede imaginar lo que significa sentir que no puedes hacer tus cosas o trabajar como el resto de las personas".
"Yo soy octomizado y por lo mismo sé lo que significa ser discriminado porque uno no puede hacer su vida normal. Además para la mayoría de las personas somos invisible", agregó.
El sanantonino espera que esta iniciativa sea recogida por otras agrupaciones ya que aún faltan instancias para que las personas que tienen alguna discapacidad puedan desarrollarse con normalidad.
"Somos lo que nadie quiere ver pero aunque cierren los ojos estamos acá, insertados en un mundo donde muchas veces no tenemos cabida. Es bueno que estas instancias se realicen porque nos entregan herramientas y además nos da la posibilidad de emprender", concluyó Contreras.