Científicos buscan predecir terremotos con una novedosa estación en El Tabo
Los instrumentos pertenecen a una agrupación estadounidense; sin embargo, la información que recaba también sirve al grupo nacional Chile Sismos, que asegura tener un 85% de aciertos en la predicción de movimientos telúricos.
La mañana del 4 de marzo del 2014 los ojos del país se concentraron en el balneario de El Tabo. Por al menos ocho horas, un enjambre sísmico tuvo en vilo a los habitantes del Litoral Central. Temían que se desatara una catástrofe como la del 27 de febrero del 2010.
Afortunadamente no pasó nada. Sin embargo, sirvió para que un grupo de investigadores estadounidenses fijara su atención en la zona como escenario para predecir los terremotos.
Así es como hace poco más de un año se instaló en el límite de El Tabo e Isla Negra una inédita estación que, aseguran, es capaz predecir los movimientos telúricos.
Se trata de un instrumento auspiciado por la organización QuakeFinder, que tiene sede en Palo Alto, California, Estados Unidos. Allí, un grupo compuesto por dueños de las mentes más sagaces del mundo, muchos de ellos ex funcionarios de la Nasa, desarrollaron un sistema que mide cambios atmosféricos en las cercanías del epicentro de un temblor.
Se definen como un proyecto "humanitario" y "público", que se financia con cientos de donaciones alrededor del mundo.
En nuestro país, donde ya tienen cuatro estaciones de monitoreo, son asesorados por Chile Sismos, una entidad que agrupa a expertos en la materia que también trabajan en una fórmula capaz de predecir los terremotos.
Estación
Ariel Césped, ingeniero mecánico y director responsable de Chile Sismos, asegura que su modelo tiene un 85 por ciento de eficacia y que fueron capaces de detectar el terremoto del 16 de septiembre del 2015, en Coquimbo, con 26 días de anticipación.
"La estación de El Tabo fue fundamental para determinar los cambios que antecedieron a ese evento sísmico. Si bien parece que está muy lejos, cuando los terremotos son muy grandes, estas variaciones se pueden medir a grandes distancias", explicó Césped.
-¿En qué se basa el modelo que ustedes trabajan?
-Nuestro modelo está basado en el trabajo de una hipótesis física que dice que días antes de un terremoto, la corteza terrestre libera algunas moléculas al aire, las que hacen cambiar la meteorología en la zona del epicentro, por lo tanto, a partir de algunos instrumentos se pueden determinar estos cambios y establecer algún riesgo de sismo.
-Pero por años nos han dicho que no se pueden predecir los sismos...
-Se están derribando los paradigmas científicos y es muy probable que dentro de cinco o diez años el modelo de patrones atmosféricos sea ampliamente aceptado por la comunidad científica.
-¿Cuántos días antes se podría saber si temblará?
-Eso depende del tamaño del sismo. Para algunos chicos, es decir, los de magnitud 5 ó 6 Richter, se puede determinar entre 10 a 15 días. Para terremotos grandes, esto puede alcanzar los 20 ó 30 días. El de Coquimbo lo pudimos detectar con 26 días de anticipación.
-¿Qué hacen cuando tienen la certeza de que habrá un sismo?
-Lo difundimos mediante nuestras redes sociales. También hemos avisado a las autoridades, a la Onemi fundamentalmente, pero ellos son escépticos aún.
-¿Ustedes tienen alguna relación con un grupo de supuestos científicos brasileños que también predecían temblores o el frente fantasma que hacía lo mismo?
-No, ninguna. Nosotros tenemos formación científica, somos expertos en prevención de riesgos e ingenieros. Además nosotros hemos expuesto abiertamente nuestros modelos y ecuaciones. Eso es algo que nos diferencia de ellos.