Mónica Jorquera Escobar.

En julio pasado ocurrió en Agua Buena uno de los asaltos más violentos de la historia policial de la provincia de San Antonio. El 31 de ese mes un grupo de antisociales protagonizó un asalto en la caletera junto a la Autopista del Sol, que afectó a un camión de Prosegur, del cual robaron más de 300 millones de pesos. En el hecho murieron dos personas: un guardia de la empresa de valores y un criminal.

Cuando la policía comenzó las indagaciones, hubo un punto que llamó la atención de la opinión pública: se descubrió que en el delito estaban involucrados dos trabajadores de Prosegur, entre ellos el chofer que ese día conducía el vehículo blindado de color amarillo.

Al conductor, Héctor Avilés Allende, se le acusa por detener el vehículo tras simular un choque, además de bajarse y así propiciar que los asaltaran. Se dijo además que tenía un celular para mantener contacto con los demás miembros de la banda.

A Avilés y otros seis integrantes del grupo delictual los atraparon en diciembre pasado y fue recién ayer cuando el ex trabajador de Prosegur entregó su versión de los hechos.

Héctor Avilés, en audiencia de declaración, dijo que estaba arrepentido de lo que hizo, narró cómo llegó a ser parte de la banda y que todo lo realizó por miedo a represalias.

Arrepentido

Ayer el ex conductor de Prosegur declaró ante el Juzgado de Garantía, siendo interrogado además por el fiscal que lleva el caso, José Miguel Subiabre.

Sus primeras palabras fueron para pedir perdón. "Declaro porque estoy muy arrepentido de lo que hice, pido perdón", expresó. Sobre la muerte de su colega, dijo que "mi compañero, que falleciera, es un dolor muy grande (…). Ese día (del asalto) fue lo peor que me ha pasado en mi vida. Nunca había estado metido en estas cosas".

Sobre cómo llegó a ser parte del plan, relató que su sobrino, también ex trabajador de Prosegur, fue quien lo llevó a una "reunión", donde los miembros de la banda le explicaron qué era lo que tenía que hacer.

"Me tentaron con plata la primera vez cuando me llevaron a comer. Ahí hablaron del tema y todo (…). Yo tenía que asaltar el camión, entregar el camión. No hablaban de cifras ni porcentajes. Si nos asaltaban yo tenía que entregar el camión, detenerlo, entregarlo y bajarme. Tenía que detener a mis compañeros y yo entregar el camión", declaró.

El fiscal Subiabre le indicó que de igual manera actuó por su propia voluntad, lo que Avilés negó. Expresó que participó en el asalto porque tenía miedo. Señaló, bajo juramento, que se arrepintió de ser parte de la banda, pero que no lo dejaron salirse.

"Me dejé tentar y después con un lapso de tiempo me arrepentí. Después una persona, cuando echaba bencina, me amenazó diciéndome que conocía a mi familia, a mi hija, que conocían mi dirección. A finales de mes (junio 2015) ya estaba presionado con los tipos estos".

Finalmente su abogado defensor, Rodrigo Román, le preguntó si sospechaba que otro de sus colegas haya estado coludido con la banda. "Sí", respondió.

Argumentó que "yo no entregué el camión (en el asalto), me bajé (del camión que conducía) porque mi compañero ya estaba abajo. Cuando yo tenía el camión (listo) para arrancarme, mi compañero se bajó, si él no se baja, yo arranco igual, hubiese pasado encima de la gente", aseguró.

Según la investigación, Héctor Avilés descendió del vehículo de valores tras colisionar con un vehículo que era conducido por una mujer (ver página 3) y que lo hizo alterando el protocolo de seguridad que tiene la empresa Prosegur, el que indica que los guardias no deben bajarse en ningún caso y frente a alguna emergencia deben presionar un botón de alerta que esta junto al conductor.

"Tenía que entregar el camión, pero se supone que sólo era eso, nunca hablaron de un disparo", concluyó Avilés.

"Si nos asaltaban, yo tenía que entregar el camión, detenerlo, entregarlo y bajarme",

Héctor Avilés, ex chofer.