David Muñoz Castillo
Las rivalidades que se expresan en la cancha ayer quedaron de lado en la despedida de Elio Menares. Dirigentes, jugadores e hinchas de los distintos clubes del fútbol amateur sanantonino llegaron hasta la capilla María Nuestra Señora de la Esperanza del sector de Cristo Rey para participar en el funeral del "Peta".
Quienes dijeron que el abnegado utilero trascendió a un club no se equivocaron. Su trabajo incluso fue capaz de traspasar generaciones, ya que hasta la parte alta de Llolleo y luego al Cementerio Parroquial acompañaron al "Peta" adultos, jóvenes y niños que conocieron a Elio en el fútbol, en los camarines, donde desplegó el oficio que lo hizo conocido en el mundo del balompié local.
Las anécdotas afloraban solas, mientras se esperaba la salida desde la capilla para conducir el féretro al Cementerio Parroquial. "Le quedé debiendo un pantalón, siempre que me veía me lo cobraba" o "siempre peleábamos, pero terminábamos como amigos", eran frases que se repetían en la conversación del más de medio millar de personas que llegó hasta el responso oficiado por el diácono Domingo Cantergiani.
"Como persona excelente. Cuando uno le pedía una pelota, primero una rabia, pero al ratito llegaba y te decía 'toma la pelota', todos amigos. Pienso que el fútbol de San Antonio está de duelo. Lo recordaremos por siempre y que vuele alto", expresó emocionado Iván Gutiérrez, quien conoció al "Peta" en la infancia cuando ambos defendían a distintos equipos del fútbol local.
Según el "Gato", la ausencia del "Peta" se notará. "Todos lo van a echar de menos, las asociaciones y especialmente el club Huracán, donde pasaba las 24 horas del día".
Amigo de la infancia es Horacio Urra. Ambos vivían en la calle O'Higgins y compartieron equipo en el Torino, club que el padre de Elio dirigió y que luego llevó al progenitor del utilero a ocupar la testera de la Asociación de Fútbol de San Antonio.
"Jugamos en Torino desde la infantil. Siempre le gustó eso de la utilería, primero jugó a la pelota y después hizo equipos de infantiles. Siempre bien metido en el fútbol. Después más grande se dedicó a eso de la utilería. Estuvo en el SAU, selecciones, en Huracán ahora. Siempre le gustó estar metido en la pelota", destacó el jugador de los azulgranas.
Urra recordó que "tenía su genio, pero lo hacía porque le gustaba el club, era responsable, disciplinado. Todos conocíamos su genio, no lo hacía con mala intención, quería que todo saliera bien, correcto, le gustaba la disciplina y la responsabilidad". Y agregó que " le hará falta al fútbol de San Antonio, si ya estaba trabajando con la selección adulta. Por eso uno aquí ve a gente de todos los clubes, porque en todos lados lo conocían, porque siempre estaba en la cancha".
Víctor Cerda, entrenador de las series menores de Huracán, entabló una estrecha relación con Elio Menares en el trabajo con las nuevas generaciones del club. "Era una persona dedicada a lo que hacía, a su trabajo, siempre lo hizo bien. Tenía su genio, a veces no lo acompañaba mucho. Peleamos varias veces, fue una de las personas con la que más tuvimos encontrones, pero al final siempre terminábamos como amigos", reconoció.
El profe "Pollo" recordó que "nos conocimos en 1998, lo vi jugar por Torino eso sí. Una vez hicimos un paseo a Bucalemu y nos acompañó, después llegó a Huracán. Como era voluntarioso y le gustaba hacer las cosas bien, cayó bien en el club y se enyuntó con el profe Miguel (Gutiérrez). En lo que hacía era dedicado, hacía todo bien", evocó el técnico sobre el trabajo del "Peta" en Huracán.