Dramático: madre e hijo viven separados porque ambos quedaron postrados
Victoria Campos, la abuela materna de Jesús Pardo (17), el joven con microcefalia, aclaró que nunca han abandonado a su nieto y reveló por qué no están juntos.
Victoria Campos llegó enojada a las oficinas de El Líder pidiendo aclarar una información. No estaba molesta con el diario, sino que con una mujer en particular: María Torres, tía abuela de Jesús Pardo, el muchacho postrado que padece microcefalia y una parálisis cerebral hace 17 años, quien apareció en nuestras páginas el pasado viernes pidiendo ayuda para el joven enfermo.
A su juicio, en la nota la mujer acusaba a la familia materna del pequeño de dejarlo abandonado. Algo que ella como abuela materna negó tajantemente al revelar la dolorosa razón por la que madre e hijo viven separados.
"Nosotros nunca hemos dejado al niño abandonado. Nosotros no pudimos quedarnos con él, porque mi hija, Victoria Rosales, la verdadera madre de Jesús, está postrada en su cama", expresó en su casa de la población 30 de Marzo.
Según su relato, ellas no pudieron hacerse cargo del menor porque el padre gestionó todo para que fuera un familiar de él quien se quedara con su tuición. Lo hizo sin objeciones de nadie. Todos querían lo mejor para Jesús.
"Nunca lo hemos dejado botado, yo misma lo llevaba a los controles", dice la abuela materna.
"En aquel tiempo estaba al cuidado de su papá y su mamá", agrega la mujer. ¿Qué pasó entonces? ¿Por qué madre e hijo están separados?
La razón es que al mismo tiempo que Jesús decaía y se le hallaban nuevas complicaciones de salud, Victoria Rosales, su mamá, experimentaba una compleja dolencia cerebral que tenía dormida hace años.
"Cuando el Jesús nació ella lo cuidaba sin problemas, pero empezó a desmayarse una y otra vez, se pegaba muy fuerte en la cabeza. Le hice todos los exámenes y nos dimos cuenta que tenía una mitad del cerebro atrofiado y la otra mitad se le estaba secando", revela. La causa probable sería una fuerte caída que experimentó cuando tenía solo doce años.
"Mi hija se cayó de una mesa en el colegio. En ese tiempo estábamos en Santiago. Los compañeros y los profesores la levantaron de inmediato, lamentablemente se le formó un coágulo entre el cerebro y el cerebelo. Lo tuvo por años y comenzó a hacerle daño cada vez más", explica la abuela de Jesús
"Ella ha sufrido mucho con todo esto. Lo único que hace es hablar del niño, todo lo que gana por su pensión de invalidez lo gasta en pañales para Jesús y para comprarle lo que haga falta. Trato de que se vean todo el tiempo, pero mi hija está postrada, si se levanta se desmaya dentro de poco", agrega.
Apenas se descubrió el mal en la cabeza de Victoria, su madre intentó operarla, pero los doctores le explicaron que no había forma. "Quedó con un 50 por ciento de discapacidad", dice.
"No quiero que haya enemistades, porque al final el único que pierde es el niño", finalizó.