Mónica Jorquera Escobar

"Los vi entrar y sin pensarlo me abalancé sobre ellos junto con mi trabajador, porque nos iban a asaltar", relató Camilo Acuña, dueño del local "Kaleta Semillas" de Llolleo, quien junto a su dependiente frustraron un asalto que sufrieron la tarde del martes recién pasado.

Apenas eran las 14 horas cuando dos sujetos, a rostro descubierto, ingresaron al local ubicado en Inmaculada Concepción. Uno de ellos llevaba un arma en la mano cuando los vieron cruzar la calle corriendo directo al negocio.

"Iban con la clara intención de robar. Tenían un arma en la mano", explicó Acuña. Tanto Claudio como su empleado enfrentaron a los delincuentes a golpes. Los antisociales repelieron el ataque y respondieron también con combos y patadas. "Les quitamos el arma y con ella misma les pegamos", dijo Acuña.

Afuera de la tienda continuó la disputa entre locatarios y asaltantes, donde los trabajadores del negocio tipo grow shop lograron retener a uno de los antisociales.

"Fue algo brutal. Nunca había vivido algo tan violento. Esas personas estaban dispuestas a todo", explicó una vecina del local comercial que trataron de asaltar. Al lugar acudieron carabineros de la Subcomisaría de Llolleo y se llevaron detenido al sujeto que el mismo dueño del grow shop atrapó.

"Hoy (ayer) me enteré que quedó en libertad porque se dijo que se trató de un delito de lesiones y de amenazas y no de un asalto frustrado. No entiendo por qué. Es cosa de sumar dos más dos. Si entran armados a un local y de manera violenta es para asaltarlo, no para otra cosa", expuso indignado Camilo Acuña, quien terminó con una lesión en el pómulo y el trabajador, con una herida en la ceja.

Mónica Jorquera Escobar

Preocupados e indignados están los padres de una niña de doce años que vivió un delicado momento luego de ser encerrada dentro de un local comercial sin ninguna explicación.

"Mi hija llegó llorando a la casa. Me dijo que el tipo (dueño del local) la había encerrado, que había cerrado la puerta de afuera y que no la dejaba salir, que le tocó el pelo y que le preguntaba '¿andái solita?'", relató el padre de la menor de edad.

-¿Se propasó más allá de eso?

-No, ella me dijo que apenas pasó esto le gritaba que le abriera, que le abriera la reja, le dijo muchas veces y él le decía que no encontraba las llaves, pero las tenía encima. Y luego de unos 15 minutos, le abrió y le dijo "disculpe".

Además este padre manifestó que a su hija le dio la impresión de que el acusado estaba bebiendo alcohol. "Una señora, una tía al parecer de él, me dijo que esa tarde su sobrino había estado bebiendo. Pero, el alcohol no es excusa", analizó el progenitor.

El hecho, que ocurrió a las 17 horas del martes pasado, fue denunciado a carabineros y la policía llegó hasta el local ubicado al ingreso de Alto Mirador. Acusaron al dueño y "se dio una orden de detención y a mi hija le realizaron exámenes para determinar si tuvo lesiones", explicó la mamá de la niña.

La madre de la pequeña agregó que "nosotros lo que queremos es que la gente tenga cuidado, esto es para advertir que tengan cuidado con esta persona. Yo me pregunto qué hubiese pasado si mi hija no tiene carácter y no comienza a gritar para que la dejen salir, quizá la historia sería diferente".

El papá dijo, por su parte, que "espero que este sujeto dé la cara ante carabineros, porque está en falta".