David Muñoz Castillo
Cansado, pero feliz. Así resume su estado de ánimo José Ovalle Codocedo (50 años), el preparador de arqueros sanantonino que integró el cuerpo técnico de la selección chilena que el domingo logró el bicampeonato de la Copa América.
El martes el ex portero del SAU retornó al país tras el extenso periplo por Estados Unidos, que terminó en New Jersey con el penal del "Gato" Silva que le entregó esta segunda corona continental a la Roja, dirigida ahora por Juan Antonio Pizzi, el responsable del arribo de "Pepe" al staff técnico del ahora bicampeón.
Desde Juan Pinto Durán, donde elaboraba una serie de informes tras este exitoso proceso, Ovalle rememoró la experiencia vivida en el torneo y el feliz desenlace, sin olvidar los momentos duros.
"Dimos como 7 vueltas a Chile en kilometraje. Fueron viajes largos y seguidos, quizás si lo haces una vez al mes no es tanto, pero cada tres días, más entrenamientos y partidos, suma", contó tras el regreso.
La historia no comenzó de igual forma para esta selección. Los resultados en las Clasificatorias, los amistosos y el debut en la copa generaron críticas destempladas sobre el trabajo del DT y algunos de los jugadores. José y el resto del plantel tenían una visión distinta. "Lo más complejo lo vivió la gente que está afuera, la que opinaba, dentro del grupo no se resintió tanto ni la convivencia ni el camarín. La situación que se ve desde fuera es distinta a la que se vive dentro del camarín. Suponen que no se trabaja, que no se hace esto otro, pero en la interna los jugadores y el cuerpo técnico saben lo que se hace", aclaró el preparador de arqueros.
Ovalle incluso aseguró que "nunca tuvimos dudas. Sí teníamos claro que debíamos tener paciencia, porque en cualquier relación laboral, deportiva, administrativa, financiera, siempre existe un tiempo de ajuste. Si trabajas en una empresa donde no conoces mayormente a las personas, o a los jugadores en este caso, porque solo los has visto por la televisión, es distinto que trabajar con ellos. Esos tiempos de ajuste deben ser lo más cortos posibles", explicó.
-¿El partido con Panamá fue bisagra?
-Existió una mala percepción del partido contra Bolivia, pero después al verlo editado, con los tiempos de juego, quedó claro que siempre fuimos a buscar, que probamos distintas alternativas y que nos costó abrir el cerrojo que implantó Bolivia. Faltaba poco, menos, solo la llave para entrar y romper las líneas defensivas. Con Panamá efectivamente buscamos de la misma forma que ante Bolivia, pero hicimos cuatro goles, eso reafirmó lo que tratábamos de hacer, reafirmamos que ese era el camino. A excepción del partido con Argentina, nos creamos varias ocasiones de gol como contra Jamaica (amistoso), donde generamos 10 ó 12 claras. Fue similar al amistoso con México.
-¿Y qué pasó en el debut con Argentina?
-Con Argentina jugamos mal, nos equivocamos mucho, de hecho los dos goles de ellos salieron de errores nuestros. No fueron consecuencias de su juego. Contra Bolivia no podíamos entrar, pero con Panamá buscamos las variantes y ese fue el mérito del grupo, mantener la paciencia, la calma y la convicción en lo que estábamos haciendo, que a la corta o a la larga se iban a dar los resultados.
-Y además se destaparon los delanteros….
-Ese era el tema, hicimos 4, después hicimos 7, luego hicimos 2. Empezó a fluir y sin cambio táctico. Si alguien se da el trabajo de buscar las ocasiones de gol en los últimos 7 u 8 partidos, tuvimos muchas. Nos faltaba algo y solucionarlo fue mérito del grupo de jugadores y del cuerpo técnico.
-¿Fue difícil poner los pies en la tierra después del 7 a 0 sobre México?
-Es difícil mantener la calma porque piensas que todos los partidos los vas a ganar igual. En ese aspecto los jugadores demostraron que son una selección muy madura, están muy conscientes que el resultado era inesperado, pero que el próximo partido había que buscarlo con la misma humildad y con la misma convicción de los anteriores. Eso nos podía llevar a ganar y se dio, porque recuerda que con Colombia partimos con la misma intensidad y a los 15 minutos íbamos 2 a 0. Eso indica que el equipo mantuvo la convicción, que no se creyeron el cuento, porque hicieron 7 goles a México.
-¿Cómo fue ese eterno entretiempo de 2 horas y media con Colombia?
-Como fue un tiempo largo fue más beneficioso. Si hubiesen sido 40 ó 50 minutos no te podías relajar y volver a activarte nuevamente. Acá se sabía que iba a ser por lo menos una hora y media. Todos los jugadores descansaron, se enfriaron, vieron televisión, escucharon música, fue un lapso largo. Cuando faltaban 40 minutos nos metimos de nuevo en el partido, el calentamiento inicial, la charla de nuevo, qué íbamos a hacer. Como fue largo el tiempo algunos se bañaron, hablaron con sus familias, todo relajado.
-Acá no se sabía si se jugaba el segundo tiempo, ¿ustedes tenían otra información?
-Que se jugaba, pero no antes de una hora y media, y eso nos permitía descansar, preparar tácticamente lo que iba a ser el segundo tiempo.
-¿Cómo estaba la cancha, por la tele no se veía muy buena, con hartas pozas?
-El arco que le tocó a Claudio tenía harta agua, no había lugares sin pasto ni hoyos y a medida que pasó el tiempo el agua se absorbió y estaba bueno.
-Eso le favoreció a Chile, porque Colombia no pudo desarrollar su juego.
-Claro, teóricamente se enfrió más el partido y lo pudimos manejar a nuestro ritmo.
La final
Tras el triunfo de Chile sobre Colombia, en Boston, diluvio incluido, se sentenció el enfrentamiento con Argentina. A pocos días de cumplirse un año del primer título nacional en Copa América la "Roja" y la "Albiceleste" se enfrentaban otra vez en una final continental.
-¿Cómo se vivió la previa con Argentina?
-A esa altura estaban todos convencidos de que el único objetivo era salir campeón, nunca se pensó en otra posibilidad. El equipo tiene una madurez importante, sabe manejar la ansiedad, el nerviosismo. Tenían claro su objetivo, salir campeón, y que a consecuencia del buen juego, de la predisposición que cada uno ponía en la cancha, las posibilidades de hacerlo iban a ser mucho mayores. En este equipo todos se ponen el overol. Desde Alexis Sánchez, que es el último que juega arriba y baja a defender, y Vidal igual, el "Chapa" por otro lado, Gary Medel va a arriba, Jara va y vuelve. Con esa dinámica ellos se potencian mucho. Es un agrado verlos entrenar y jugar.
-¿Le llama la atención la convicción que muestran?
-Me llamó mucho la atención su convicción, que iban a conseguir el objetivo y luchando contra muchas cosas, porque aunque tratan de abstraerse de las críticas, ese tipo de cosas igual les llegan. Son seres humanos que tienen sentimientos y les repercuten. Se sobreponen a la situación, están predispuestos a ser exitosos.
-¿Claudio Bravo llegó afectado a la selección?
-Voy a tomar las palabras de Nery Pumpido, quien dijo que había que entender que Claudio Bravo no es una máquina. Las críticas se deben hacer en forma responsable y con conocimiento del tema, poniéndose en el contexto. Claudio llegó con una carga importante de partidos, sosteniendo una lucha estrecha por el puesto en el Barcelona, que le demanda desgaste físico y emocional. A eso se le suma que estuvo lesionado, que no terminó jugando; tuvo el problema con la salud de su hija.
-¿No era fácil llegar y jugar la copa?
-No entrenó en el último tiempo en forma habitual como lo hacía, por la lesión. Llegó encima de la Copa América, todo se suma, no existía una razón específica. Si fuese así se soluciona esa razón y se acaba el problema, fue una sumatoria de situaciones.
José Ovalle disfruta del título de la Roja en Estados Unidos, pero no se desconecta. Sigue trabajando y piensa en el futuro, en Rusia 2018, y en San Antonio, porque todavía no comparte esta alegría con su familia.