Álvaro Rudolphy regresa al teatro: "Hay que aprender a vivir con los prejuicios"
El protagonista de "Pobre Gallo" es director, dramaturgo y coproductor de "Envenenados", la obra que debuta mañana en Santiago.
Hay un poco de ansiedad, pero también están confiados y contentos. Así es como el actor Álvaro Rudolphy define lo que sienten él y el equipo tras "Envenenados", su nueva obra, donde el protagonista de la teleserie "Pobre Gallo" de Mega tiene una triple labor: es el director, dramaturgo y coproductor.
Se trata de "un espectáculo redondo, una obra entretenida y ágil de más o menos una hora", que tiene en el centro de la acción a César Sepúlveda y Paulina Eguiluz, quienes interpretan a una pareja casada que ha vivido el desgaste que implica intentar sin éxito concebir, y a Francisco Celhay, quien encarna a un amigo recién separado que se va a vivir con ellos y da pie a nuevos conflictos.
"Tengo la suerte de tener un elenco bastante comprometido y bastante inteligente de actores que ya tienen su trayectoria", dice el director sobre los actores.
Este es el regreso de Rudolphy al teatro tras "Escape Libre", el debut del monólogo en 2008. "No es la primera obra que escribo ni dirijo, aunque había renegado de volver a hacerlo y había dicho 'Nunca más'".
Ahora, en cambio, vuelve con "Envenenados", que es la primera de una trilogía que completarían otras obras que, cuenta, están casi listas y cuya puesta en escena depende de sus tiempos y los del equipo.
"Estaba teniendo la loca idea de aparecer en la última, pero no me convenzo del todo", señala sobre la posibilidad de actuar en uno de estos futuros montajes.
Por otro lado explica, que su triple rol como director, dramaturgo y coproductor ha sido un aporte en este regreso: "Me volvió a picar el bichito del teatro y creo que en esta oportunidad hay un texto más contundente, una obra más concreta y estoy contento de que así esté resultando".
Más adelante, y advirtiendo que podría sonar pedante, comenta que siente que hay un avance en su texto: "Pienso que hay un plus respecto a otros montajes que escribí antes". Y agrega que "con respecto a la dirección, tengo un estilo, yo siempre mantengo un estilo, entre comillas, que es el realismo, y va por ese lado: es una obra más de texto y actuación que de parafernalia".
Teleseries y teatro
Uno de los beneficios que posee este trabajo versus la televisión o incluso el cine, tiene que ver con la libertad.
"Obviamente, como esto es personal -con una obra escrita y dirigida por mí- es distinto a estar en una producción en la cual uno solamente es el eslabón de una cadena. Aquí soy yo un poco el que está tirando todo el buque y, por lo mismo, la responsabilidad es más grande, pero el placer de poder hacerlo y el rédito a nivel personal, emocional e intelectual es más grande", dice el actor.
Arma de doble filo
El trabajo de Rudolphy en televisión es un arma de doble filo para su desempeño en teatro. Por un lado, los horarios que tiene le dejan espacios libres para dedicarse a otras cosas.
"Tiene ese plus que te permite, por no ser un trabajo con un horario fijo de lunes a viernes, tener cierta flexibilidad y yo lo aprovecho para seguir trabajando en los textos".
Por otro lado, y a pesar de haberse desempeñado en las tablas en varias oportunidades y en distintos roles, el hecho de ser conocido como galán de telenovelas le juega un poco en contra. "Este es un país prejuicioso, por lo tanto, prejuicios va a haber siempre por una u otra cosa. Así que uno tiene que aprender a vivir con los prejuicios y seguir haciendo cosas".
"Envenenados" debuta mañana en el Teatro FinisTerrae.