Los pequeños cumplieron su gran sueño de ser bomberos por un día
Decenas de niños participaron ayer en el segundo "Cuartel Abierto" de la Primera Compañía de Bombero de San Antonio.
Santiago Miranda tiene solo cinco años, pero demuestra más personalidad que cualquier niño de su edad. Sin embargo, cuando llegó el mediodía de ayer hasta la Primera Compañía de Bomberos de San Antonio apenas podía hablar. Estaba muy nervioso.
Hace varios días que estaba esperando la segunda versión del "Cuartel Abierto" que organizan los "primerinos". Quería subirse a los carros de rescate y, por sobre todo, tirar agua con las pesadas mangueras para apagar incendios.
La timidez duró poco. Habían pasado escasos segundos después de que el voluntario Felipe Rojas empezó a explicar cómo liberan a la gente que queda atrapada en los accidentes vehiculares, y el pequeño ya se sentía como en casa.
Tomó sin problemas las pesadas herramientas que manipulan los rescatistas para abrir los autos siniestrados y se puso un casco rojo que luego costó para que se lo quitara de encima.
El peque no estaba solo. Decenas de niños recorrían al mismo tiempo cada rincón del cuartel de avenida Barros Luco. También estaba su mamá, Lucía, y su hermanita de dos años, Isabel, quien estaba asombrada con tanto movimiento.
Escuchó con atención las palabras del guía. "Para ser bombero hay que portarse bien, porque esto es algo que nos apasiona", les dijo Felipe Rojas a los curiosos muchachos.
Cuando el voluntario preguntó quién quería subirse al carro de rescate, Santiago fue el primero en levantar la mano, pero el último en subirse. Como el que ríe último, ríe mejor, quedó en el asiento del copiloto y tuvo un lugar privilegiado para seguir conociendo la labor bomberil.
Al término del recorrido le pregunté qué le había contado el bombero. "No me acuerdo, pero estaba feliz", admitió con una sonrisa tierna.
Ya eran cerca de las 13 horas y las familias no paraban de llegar. Con el tumulto nos perdimos del grupo y pasamos directo a lo más esperado de la jornada: tirar agua con la manguera.
El agua
La fila no era muy larga. Santiago tenía una sonrisa de oreja a oreja. Tan grande era su expresión de felicidad que se notaban a lo lejos los espacios que dejaron los dientes de leche que ya se le cayeron a sus cinco añitos. Sus ojos brillaban como nunca. El chiquillo, como yo le digo, es mi sobrino. Había que confesarlo tarde o temprano en esta crónica.
Marcos Silva era el encargado de ayudar a los niños en esa anhelada tarea. Fue poco menos de un minuto de infinita felicidad para el "chaguito" y, bueno, para todos los niños que ayer llegaron al Cuartel Abierto.
Amor bomberil
El recorrido siguió a cargo de Felipe Villamán, un joven de 18 años y estudiante de cuarto medio, que tras dos años de permanencia en la Brigada Juvenil de la Primera Compañía se convirtió oficialmente en un "chico bueno" en mayo recién pasado.
"Esta es la mejor pega que uno puede hacer y no es remunerada. Me ha tocado ir a llamados donde los niños te saludan, te dan las gracias, y con eso uno siente más que pagado", contó.
"Siempre quise ser bombero, de chico, como los niños que andan ahora en el cuartel. Los carros eran mi regalo favorito cuando niño y nunca dudé en que lo sería", agregó antes de seguir con el tour.
En el segundo piso, Katerinna Lobos les mostró a los niños la sala de recreación y la cocina que usan los voluntarios de guardia.
Historia
De vuelta en el primer piso era momento de saber un poco más de la historia de la compañía fundada el 5 de noviembre de 1913, y de su mártir Bartolomé Molina, quien murió el 9 de julio de 1940 cuando sufrió un ataque al corazón al llegar a un amago de incendio en la peluquería Ideal, que estaba ubicada en Centenario 215, pleno corazón de San Antonio.
El pequeño Santiago captó pocos detalles de la breve charla. La experiencia de subir al carro y de usar una de las mangueras fue tan adrenalínica para él que ya no podría dimensionar todo lo que le decían.
Faltaba poco para el final. De manos de una voluntaria recibió un diploma de honor "por su destacada participación en el segundo Cuartel Abierto de la Gloriosa Primera Compañía de Bomberos" firmado por el director Héctor Araneda y el capitán Richard Calderón.
¿voverá?
-A ver Santiago, ¿te puedo hacer una pequeña entrevista?
-(El pequeño se rió) Pero si tú eres mi tío.
-No importa, a ver cuéntame, ¿te gustó ser bombero por un día?
-Sí me gustó mucho.
-¿Qué fue lo que más te gustó de Bomberos?
-Que ellos son buenas personas, que salvan a la gente de los incendios y de los accidentes.
¿y qué más...?
Que se visten de rojo como el rayo McQueen de mi película favorita, Cars.
-¿Te gustaría volver y ser bombero cuando grande?
-!Sí poh¡ Si yo quiero ser bueno con la gente también.