Sanantonino y colombiano imponen la moda de la barbería
Un emprendedor de 22 años de edad, apuesta por entregar un trabajo especializado en un espacio acondicionado "a la antigua". El local se llama "El Club de la Navaja".
Michel Salinas Huencho tiene sólo 22 años, pero siempre ha tenido las ideas muy claras y lo que se propone lo lleva a cabo sin escatimar en detalles.
Cuando salió del colegio comenzó a estudiar Ingeniería, pero surgió una idea que lo hizo dar un giro en su vida. Quería estudiar peluquería y dedicarse a ser el mejor barbero tradicional de San Antonio.
Como es de ideas fijas y muy metodista, hace dos años decidió no dejar los estudios, pero se cambió a una carrera más corta que, para sus objetivos, le reportaría frutos más rápidamente.
Por un lado comenzó a estudiar Administración de Empresas, una carrera en la que está próximo a titularse, pero además estudió peluquería en un curso ofrecido por la Oficina de Fomento Productivo de la Municipalidad de Viña del Mar.
En este escenario, mientras seguía sus estudios en Santiago, comenzó a hacer uso de sus capacidades como peluquero especializándose en barbería y cortes de varón. ¿Cómo y cuándo? En un espacio que él mismo acondicionó en su casa de Llolleo durante sus tiempos libres del fin de semana.
"La idea surgió un día que me estaban cortando el pelo. Al mes siguiente ya estaba en un curso de peluquería. Meses después ya había gente esperando que los atendiera, y un año más adelante ya estaba afinando los detalles para instalar mi propio local", resumió este emprendedor.
Estratégicamente este joven estudiante, que ya tenía conocimientos de Marketing, se hizo una fan page en Facebook "El Club de la Navaja". Las técnicas comunicacionales, siempre lo han acompañado y ha sabido sacar frutos de ellas, por eso y muy rápidamente, comenzó a sumar clientes a los que también atendía a domicilio.
Local
Hace un mes se instaló en un local ubicado en Avenida Chile 105, en Llolleo y lleva el mismo nombre de su página. Y aunque él atiende sólo los fines de semana, su clientela ha ido en aumento.
Hace algunas semanas se sumó un nuevo peluquero para atender en el club. Se trata de Dilan Galeano, un joven estudiante de 16 años que proviene de una tradicional familia de barberos colombianos.
"Un cliente me habló de él. Me dijo que se estaba haciendo muy popular en su colegio por sus habilidades para cortar el pelo. Por eso lo contacté y ahora después del colegio se viene a trabajar acá en las tardes", contó Michel, quien además valoró todo lo que este joven le ha enseñado del oficio y lo mucho que se potencian trabajando juntos.
Clientes
El primero de los clientes de Michel, y el que le dio los primeros votos de confianza, fue su amigo de la infancia, Waldo Núñez, quien, desde hace un año y medio, mantiene un perfecto corte de cabello y una perfilada barba, que mantiene al menos cada dos semanas.
"Siempre ha sido muy profesional en lo que hace, por eso nunca dudé y le confié mi cara y practicó sus primeros cortes conmigo, sin problema", confesó su amigo, quien esperaba su turno de atención en el local llolleíno.
"Mi papá me llevaba a una peluquería que había acá en Avenida Chile, pero él ya no está conmigo y mi mamá me comenzó a llevar a la peluquería que iba ella. Pero era muy incómodo estar con los olores a tinturas y esas cosas, por eso encontré que este lugar es perfecto para mí", comentó Erick Maulén, un cliente de 18 años que optó por cortarse el pelo con Michel.
Quienes estén interesados en atenderse con Michel o Dilan deben contactarse con ellos a través de su fan page o al whatsapp +56941373768 para agendar una hora.
De lunes a viernes Dilan atiende desde las 16:30
El corte de cabello tiene un costo de $5.000 y la mantención de la barba cuesta $3.000. Sin embargo, hay un descuento si se solicitan ambos servicios. Además, ofrecen no demorar más 30 minutos por atención.
Hombres
"Esto es una cultura. El tema de las barberías y las peluquerías masculinas en Chile es algo que se perdió y es muy escaso ver a hombres que van a lugares especializados en hombres", aseguró Michel describiendo el objetivo que lo motivó a crear este local.
"Por lo general los hombres se ven obligados a tratar su cuidado personal en salones de belleza de mujeres, con todo lo que implica el ambiente orientado a ellas y lo invasivo de los olores, las tinturas, los secadores, los productos femeninos, que generalmente a nosotros nos pone incómodos o ajenos a eso", agregó.
Además, indicó que mantiene toda una estrategia para cautivar a los pequeños varoncitos de la casa a los que tampoco les gusta ir a las peluquerías de la mamá.
"Antiguamente el hombre llevaba a sus hijos al barbero o al peluquero y queremos rescatar esta tradición", dijo.
Con una voz muy suave y amigable, Michel dijo tener la paciencia y las técnicas suficientes para lograr hacerle un buen corte hasta a los niños más inquietos.
"Al principio puede que sea más difícil, pero cuando comienzan a venir más a menudo se les hace más familiar el lugar y se van sintiendo más cómodos. Además, como barbería les regalamos unos mostachos de juguete para que se lleven de recuerdo".
Michel ha buscado enfocarse netamente en un servicio para varones, pero detrás de cada uno de sus proyectos siempre han habido dos mujeres que han confiado en sus capacidades y lo han apoyado: su madre, Ana María, y su polola de toda la vida, Paulina Gajardo.
Antigüedades
Michel, además es un amante de las cosas antiguas, por lo que la decoración y cada uno de los artículos que mantiene en su local son de muy larga data.
Los dos sillones de peluquero que tiene son de los años 1920 y de 1935. Son dos reliquias que se obsesionó con adquirir para tenerlas en su local.
"Fue una búsqueda muy larga. Tenía que tenerlos, por eso los fui a buscar a Concepción en dos oportunidades y funcionan a la perfección", comentó Michel.
Además, y como una especie de museo, Michel expone en una vitrina una serie de navajas, desvelladoras y artículos de peluquería antiquísimos, pertenecientes a su colección.
"Puede que sea un poquito Diógenes, pero me apasionan las cosas antiguas", comentó agregando que su vehículo es un Volkswagen "escarabajo" de diseño alemán del año 1960, que acondicionó para utilizarlo.