En septiembre abrirán la segunda farmacia popular de la provincia
Llaman a los cartageninos a inscribir sus medicamentos en las postas rurales o en el Cesfam.
Jesús Farías Silva - Jesús Farías Silva
A toda máquina avanzan los preparativos para dar el vamos a la segunda farmacia popular de la provincia de San Antonio.
Si no hay contratiempos, la primera quincena de septiembre estarían cortando la cinta en Cartagena, donde ya están trabajando en las que serán sus oficinas ubicadas en el edificio consistorial
Manuel García, director del Departamento de Salud Municipal, señaló que el único requisito para ser beneficiario es estar previamente inscrito en el Centro de Salud Familiar (Cesfam) o en alguna de las cuatro postas rurales de la comuna.
Pero para que todo funcione a la perfección, desde el municipio están pidiendo a los futuros usuarios del sistema que se acerquen a alguno de los mencionados recintos de salud, entre las 9 y las 13 horas, a llenar un formulario con el que se identificará qué y cuántos medicamentos deberán adquirir para luego entregar a la comunidad.
"Necesitamos saber cuál será la demanda inicial y hacer una primera compra a la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast)", señaló García.
"Tenemos septiembre como fecha tentativa para que se inaugure oficialmente, para que los vecinos tengan acceso a medicamentos mucho más baratos que en el mercado, así que, por lo mismo, le pedimos a la comunidad que se acerque para elaborar un primer catastro de la demanda que tendremos una vez que demos el vamos a nuestra farmacia municipal", finalizó.
Cartagena será la segunda comuna de la zona en aplicar esta medida. La primera fue El Quisco.
Pescadores cumplieron un mes perdidos en el mar
Ayer no fue un día cualquiera para los pescadores sanantoninos y sus familias. Fue una jornada amarga y cargada de llanto, probablemente más que ninguna otra desde que cuatro jibieros se perdieron en la inmensidad del océano el 3 de julio pasado.
Se cumplió un mes de angustia y dolor que nada parece aplacar. Con una ceremonia religiosa en el Cristo del Maipo pidieron una vez más a Dios que el mar devuelva los cuerpos de Juan Ambrosetti Adasme (64), de su hijo Juan Ambrosetti Santander (18), de Carlos Ibarra Berríos (62) y Nelson Romero Guzmán (21).
Cerca de treinta personas llegaron hasta el apartado mirador en las alturas de Llolleo. La pena era tan grande como la masa de agua en que están perdidos sus amados familiares.
Sus sentimientos están contrariados. Quieren que sus almas descansen en paz, pero tampoco quieren quedarse con las manos vacías, sin un lugar donde dejar una flor, sin una tumba donde llorar y recordarlos cada 3 de julio.
"Han pasado tantas cosas que me da la idea de que ellos quieren que los dejemos tranquilos, que los dejemos ahí, pero no queremos darnos por vencidos", contó Soledad Messina, sobrina de Carlos Ibarra. "Mientras más los lloramos, más mojamos sus alas y nos los dejamos partir al cielo", agregó la joven visiblemente afectada.
Luis Messina, hermano de Carlos, se acercaba a una de las barandas del mirador e indicaba el mar. "En alguna parte de este montón de agua están, tenemos que encontrarlos, no podemos dejar que se olviden de ellos, porque nosotros no lo haremos", aseguró.
Mientras oraban, la rebusca no se detenía. Lamentablemente, una vez más, terminó sin novedades.