Pablo Gómez Gálvez - Desde Río de Janeiro

Eliseo Moreira está entremedio de un tumulto de gente de diferentes nacionalidades en plena avenida Atlántica en el sector de Copacabana en Río de Janeiro. Junto a él una bandera de Chile que lleva escrito la leyenda "La Boca de Rapel".

Hace más de 30 años que trabaja como transportista y sin pensarlo dos veces aceptó la propuesta que le realizó un amigo y se embarcó el pasado jueves 4 de agosto hacia Brasil con el propósito de disfrutar de los Juegos Olímpicos Río 2016.

Se alojaron en el tradicional barrio de Lapa, centro histórico carioca, pero la constante bohemia que se vive entre sus calles y pasajes no los dejó dormir dos horas seguidas. "Llegamos a un hotel en el sector de Lapa, pero la primera noche nos dimos cuenta que no podríamos dormir porque en la calle había música y fiesta sin parar. Nos tuvimos que cambiar a Copacabana que dentro de todo es más tranquilo. Lo que sí cambia el bolsillo, porque en Lapa se podía almorzar desde los 15 reales un menú, que son tres mil pesos chilenos", relata Eliseo.

A sus 54 años, confiesa que está cumpliendo un sueño. Con 5 hijos y 4 nietos, a Eliseo el reloj y el calendario ahora le juega a su favor. "Trabajo hace más de 30 años, entonces ahora tengo más tiempo para realizar un viaje de este calibre. No había tenido vacaciones hace bastantes rato entonces esta idea que tuvo mi amigo me parecía una excelente ocasión para venir a Brasil que no lo conocía".

Aprovechando su viaje a la máxima cita del deporte mundial, tuvo la posibilidad de ver algunos atletas chilenos en vivo y en directo. Eliseo Moreira explica que "estuve viendo un partido de vóley playa donde jugaron los primos Grimalt en el Arena Copacabana, que era un estadio inmenso en medio de la playa. También vimos la competencia de ciclismo ruta donde estaba el "Puma" José Luis Rodríguez. Estando lejos del país siempre es más emocionante gritar por Chile y apoyar a los deportistas nacionales".

Mientas seguía las competencias olímpicas de los atletas criollos, pudo palpar en terreno el enorme cariño que tiene la comunidad brasilera hacia la bandera chilena. "No hubo lado en que alguien no me pidiera una foto con la bandera de Chile. Gritaban Chi, Chi Chi, y lo mejor es que existe un enorme respeto hacia los chilenos y eso uno tiene que valorarlo", asegura Moreira, quien también comenta que la situación del país "dentro de todo es normal".

Este último fin de semana el Parque Olímpico estuvo lleno y con la gente que he hablado dice que están contentos con los Juegos, porque han visto de cerca a los más grandes atletas, así que están más que comprometidos".

Avanza la tarde en Copacabana y el tumulto de gente por avenida Atlántica sigue creciendo. La bandera de Chile que sostiene Eliseo Moreira no pasa inadvertida y eso lo pone orgulloso. "En La Boca de Rapel me conocen harto, así que en estos Juegos Olímpicos estoy representando de la mejor manera a todos los boquinos. Esta es una experiencia que difícilmente pueda olvidar con el paso de los años", reconoce orgulloso el transportista que dijo presente en Río 2016.