Acusan a "El Magnate" de darle una salvaje pateadura en la cabeza a una niña de 11 años
El hombre, conocido por deambular por el centro de San Antonio inhalando bencina, quiso agredir a una mujer de 60 años y a dos de sus nietas. Testigos ratificaron el hecho y aseguran que no son las únicas víctimas de sus desquiciados actos. Piden su internación y rehabilitación.
Mercedes Silva (60) aún no puede recuperarse del susto. Le han dado aguas tranquilizantes y hasta la santiguaron, pero nada ha dado efecto. La mañana del domingo caminaba por la esquina de Lauro Barros con Centenario, en el centro de San Antonio, junto a dos de sus nietas, de 9 y 11 años, cuando fueron víctimas de un violento ataque.
"De pronto me tomaron por la espalda y me asusté mucho, la niña más chica se quedó al lado mío y la otra arrancó. El enajenado salió persiguiéndola y le pegó", contó la afectada.
El "enajenado" del que habla Mercedes es nada menos que "El Magnate", un joven indigente que hace años recorre el centro de San Antonio inhalando bencina y otras sustancias altamente tóxicas.
"Nosotros siempre lo vemos. Yo paso casi todos los días por al lado de él cuando voy a trabajar al paseo Bellamar (donde posee un bazar) y nunca me había hecho nada, aunque sí sé que se le ha tirado a otras personas", agrega la mujer
Esa mañana, pensando en que nada sería diferente a jornadas anteriores, salió temprano y cargada con una bolsa de mercaderías. Sus nietas quisieron acompañarla y no se negó.
Feroz agresión
"Pasamos por al lado de "El Magnate" y ni nos miró porque estaba comiendo pan. Dimos unos pasos más y se me tiró por la espalda", dice la comerciante, quien al revivir lo sufrido apenas se aguanta las ganas de llorar.
"Una de las niñas se quedó al lado mío. No atinó a nada, pero la otra (de once años) salió corriendo y este demente fue detrás de ella. La tiró al piso y le quiso pegar con las manos y luego le dio unas patadas en la cabeza", agregó la mujer.
Con la bolsa que llevaba en las manos intentó defender a la pequeña. Un transeúnte, según el relato de la mujer, también les prestó auxilio y logró librar a la jovencita.
En la casa de la menor quisieron salir en venganza. Fue solo el enojo y la sorpresa. No tardaron en darse cuenta de que no sacaban nada con golpear al adicto vagabundo, quien hace largo tiempo no está en su sano juicio.
"Está muy mal"
"Ese hombre está muy mal. No puede andar así por la calles", contó Rosa Furrianca, madre de la pequeña.
"Nosotros no queremos que se lo lleven preso, eso no tendría ningún sentido. Lo que nos gustaría es que alguna institución se pueda hacer cargo de él, porque llega a dar pena la situación en la que está", lamenta.
-¿Cómo reaccionó su hija luego del ataque?
-La tuve con remedios todo el día para que se desinflamara. Quedó con el susto, en pánico. Lloró casi todo el domingo.
El hecho no pasó desapercibido. Hubo personas que incluso quisieron defender a "El Magnate". Pensaron que el ataque era al revés. A lo lejos, un hombre que se dedica a lavar y estacionar autos en el centro de la ciudad fue testigo de todo.
"Fue terrible, súper feo. Está muy violento y ni siquiera se puede hablar con él", describió el testigo del hecho.
"No es la primera vez que lo hace con los niños. También hizo lo mismo con un cabro chico y con una señora que trabaja en el mercado", agregó el sujeto, quien pidió expresamente reserva de su identidad. No quiere quedar mal públicamente porque hay gente que ve al muchacho como una víctima. Probablemente, también tengan razón. "El Magnate" es prisionero de su maldita adicción.