Si Ud. alguna vez ha ido a la alcaldía del municipio local se habrá percatado del hermoso trabajo en madera que adorna una de las paredes del recinto.
Se trata de una representación de la bahía de San Antonio vista de norte a sur y que está elaborada en base a cientos de pequeños trozos de palos y maderas. Con claridad se aprecia el trabajo en el puerto local, la subida 21 de Mayo, Blanco Encalada, cerro Arena, parte importante de Barrancas, la torre Bioceánica y una diversidad de detalles.
A todas luces un trabajo delicado y notable.
Si no lo sabía, el creador es un profesor sanantonino, se llama Luis Felipe Gutiérrez, tiene 60 años y reside en cerro Arena.
Gutiérrez es quitado de bulla y poco dado a los reconocimientos, pero muchos sanantoninos pueden disfrutar de sus trabajos en el municipio local y en uno de los salones de la parroquia sanantonina ubicada en Centenario.
Consultado respecto de este trabajo comentó que "muchas personas creen que el cuadro que está en la municipalidad lo hizo una persona de otra ciudad, pero no, lo hice yo, me tomó como tres meses y es mi interpretación de una postal clásica de esta ciudad apreciada desde el cerro Centinela".
-¿Cómo definiría este trabajo?
-Es un retablo. Está elaborado en base a cientos de pedazos de madera que voy puliendo y colocando con cuidado para recrear esa imagen de la ciudad.
-¿Cómo se inspiró?
-Bueno, recorrí los cerros de San Antonio y fui mirando los detalles, la arquitectura, las edificaciones más representativas. Hasta que llegué al cerro Centinela y luego pase esa visión a un papel y posteriormente, a la madera. Para mí es un orgullo, pero no es el único.
-¿Cuáles son los otros?
-Tengo un cuadro similar en la parroquia y en la iglesia Santa Luisa de Marillac. En los salones de la primera se puede ver San Antonio de sur a norte. Ahora sólo me faltan dos para completar la obra total.
-¿A qué se refiere?
-A que me gustaría hacer las otras miradas de la ciudad, desde el oeste a este y de cordillera a mar. Con eso uno podría tener una mirada increíble de nuestra ciudad, a través del arte del retablo.
-¿Y qué lo detiene?
-Fundamentalmente el tema económico y el tiempo. Actualmente hago clases de arte en el Instituto La Araucana y para hacer una buena labor en el retablo hay que dedicarse y no tengo los medios para hacerlo. Es un sueño que espero en algún momento concretar y hacer cuadros similares que sean mostrados a la comunidad en los edificios de la ciudad, tal como sucede en la municipalidad y en la parroquia. Espero que algún día esa idea se haga realidad.