Desde el sábado de la semana pasada nada se sabe de la "Blanquita" ni de la "Pata Daisy". Desesperados, sus dueños pusieron una especie de denuncia por presunta desgracia, pues temen lo peor.

El parcelero Manuel Cerda está asustado, pues cree que, a seis días del extravío de sus dos vacas regalonas, éstas ya pueden estar listas para algún festejo dieciochero. "En este tiempo las faenan altiro", analizó Cerda.

Resulta que el sábado de la semana pasada Manuel Cerda descubrió que desconocidos le sustrajeron dos vacas junto a sus respectivos terneros, los que guardaba en una parcela de El Totoral, en El Quisco.

Según investigó el propio afectado, los delincuentes llegaron hasta el fundo Manantial en un camión tipo tres cuartos y se robaron a las dos vaquitas con sus crías de cuatro meses.

Los cuatro animales están avaluados en 800 mil pesos.

"Una es colorada con blanco y la otra negra con blanco y sus crías son iguales", las describió el afectado.

Pese a que el pronóstico sobre el paradero de las vacas es pesimista, de igual manera Manuel Cerda llamó a que quien tenga información sobre la "Blanquita" y la "Pata Daisy" se lo haga saber. Lo pueden ubicar en su celular 977051128.

Apenas eran las 9.30 horas cuando tres sujetos asaltaron un camión repartidor de cigarrillos y para arrancar con el botín usaron un llamativo vehículo de una empresa de gas.

A la citada hora un conductor de 36 años entregó mercadería en un local de calle Pedro Montt, en pleno centro de San Antonio.

Cuando regresaba al vehículo de la empresa American British Tabacco fue atacado por los antisociales, quienes a rostro descubierto lo intimidaron. Uno de los delincuentes lo apuntó con un arma de fuego y lo forzó a subir al camión tipo tres cuartos que está a su cargo.

El trabajador subió al vehículo y fue obligado por la pandilla a conducir hacia el cementerio Parroquial de San Antonio, donde estacionó en un sitio eriazo cercano al camposanto.

Entonces los hampones comenzaron a bajar la mercadería, que consistía sólo en cajas y cajas con cigarrillos de diferentes marcas.

Tras ello los individuos cargaron los paquetes en otro camión, el cual también era de tipo tres cuartos y pertenece a la empresa Gasco.

En el vistoso camión repartidor de gas arrancaron los tres antisociales, huyendo con una carga consistente en 17 cajas grandes contenedoras de 50 cartones de cajetillas de cigarrillos, avaluadas en 15 millones de pesos.

Además se encargaron de romper el sistema de georreferenciación (GPS) que mantenía el vehículo de la empresa de tabacos.

Hasta el cierre de esta edición aún no se conocía el paradero de los sujetos ni de los cigarrillos sustraídos.

Mónica Jorquera Escobar.

Pese a todos los esfuerzos que se hicieron para salvarle la vida, un tripulante filipino no aguantó más y falleció cuando llegaba al puerto de San Antonio.

Cerca de las 18 horas de ayer se dio la emergencia desde la nave granelera Nord Seal que estaba a la gira. Solicitaban ayuda porque uno de sus ocupantes sufría un ataque cardiaco.

Rápido se coordinó para que un práctico -encargado del ingreso de las naves al puerto- acudiera en un remolcador a buscar al enfermo, mientras se daba aviso al Servicio de Atención Médica de Urgencia (Samu) para que lo esperaran en el puerto.

Los funcionarios del hospital estaban listos para realizar las maniobras del caso, pero el tripulante no alcanzó a llegar con vida a la lonja pesquera, donde finalmente se estacionó la ambulancia.

En el terminal pesquero bajaron el cuerpo del filipino, ante la presencia de funcionarios de la Policía Marítima y del Departamento de Extranjería de la Policía de Investigaciones (PDI), que adoptaron el procedimiento.

La oficial de servicio de la Gobernación Marítima informó que el occiso era un hombre de 58 años de origen filipino y que por solicitud del fiscal de turno la Brigada de Homicidios de la PDI realizaría las pericias correspondientes.

La BH trabajó en el sitio del suceso hasta el cierre de esta edición y de manera preliminar se informó que Vigilio Mahinay falleció tras sufrir un infarto.