Adán Vergara: el viajero incansable que llegó al SAU
Con 35 años, el defensor es uno de los referentes del plantel lila y fue elegido por sus compañeros como el capitán del equipo.
David Muñoz Castillo
Fíjese en este recorrido: Calama, Nezahualcóyotl (México), Río de Janeiro, Santiago de Chile, Zurich y Lucerna en Suiza, Dailian (China), otra vez nuestra capital, Valparaíso, Puerto Ordaz (Venezuela), Chillán, Temuco y ahora San Antonio.
Ese es el itinerario que siguió la carrera de Adán Jonathan Vergara Villagra, el iquiqueño de 35 años, que ahora es uno de los referentes de este nuevo San Antonio Unido. El defensa será el portador de la jineta de capitán en este SAU que ya ilusiona por los nombres de la plantilla que armó Jorge Garcés junto con la dirigencia.
En 18 años de carrera, que partió en 1998 en Cobreloa, club al que arribó tras ser descartado en la Universidad de Chile, vivió de todo, pero se confiesa un agradecido del fútbol y de la vida.
Ahora en el SAU busca otro ascenso, como lo hizo con Deportes Temuco (abril de este año) y para conseguirlo aportará su solvencia en el fondo de la zaga y pondrá a disposición del club toda sus vivencias.
Partió desde abajo. Se fue a una ciudad de Calama irreconocible con la modernidad actual. "Comencé joven, me fui solito a los 16 años a Calama, cuando la ciudad era toda de tierra, no había mall, nada. Ahora está mejor. Estuve desde los 16 a los 22 años, ahí terminé contrato, me quisieron renovar, pero apareció la primera oferta de afuera", recordó.
Ese fue el inicio de un largo viaje que Adán inició gracias al fútbol. La filial del Atlante Neza, radicada en la ciudad de Nezahualcóyotl, Estado de México, fue su primera estación.
"En ese momento contrataban al 'Pato' Galaz, quien fue goleador del mundo jugando por Cobreloa (42 tantos en 2004)", recordó.
El defensor estaba dispuesto a experimentar, a buscar nuevos desafíos. "Fue una aventura, dije si me fui a Calama, al medio del desierto, cómo no me voy a ir a cualquier parte", evocó sobre sus argumentos.
Con tres títulos a cuestas en su currículo (Apertura y Clausura de 2003 y el Apertura del 2004) el zaguero se fue a México agradecido de los loínos y de los "amigos mineros".
Seis meses duró la estadía en tierras aztecas hasta que apareció otro ofrecimiento impensado para Adán. "Salió otra oferta, era para un equipo brasileño, pero no sabía para cuál".
Amigo de romario
La respuesta fue sorprendente: Fluminense y Vasco de Gama querían a Adán en sus filas.
Su señora, la bailarina de Porto Seguro, Cherry, le contó cómo era la vida en la ciudad. "Mi señora que es brasileña, bueno en ese momento estábamos pololeando, me comentó que Río era complicado por la seguridad".
Vasco fue su destino y se encontró con más sorpresas en la bella urbe carioca. "Cuando llegamos allá todo era maravilloso, en Vasco estaba Romario, un jugador que veía por la tele. Nunca pensé ser compañero de este tipo, la figura que es, lo ganó todo. Gracias a Dios es muy buena persona, me hice muy amigo de él, me sentaba con él, porque era el único que hablaba español. Me ayudó con el arriendo, vivía al lado de él en el edificio, todo se dio muy bien", relató sobre su amistad con el "Baixinho Infernal".
Le renovaron el contrato y "cuando me quedaban 6 meses para terminar apareció un representante de Chile, son cosas que uno debe comentar para que los otros colegas aprendan; me dijo 'Colo Colo te quiere sí o sí, quieren comprar tu pase por 400 mil dólares' y uno en ese tiempo, pendejo, con 24 años, no sabe qué rumbo tomar".
La realidad fue distinta. La oferta del Cacique era menor a la que esperaba Adán, pero cuando se cierra una puerta siempre se abre otra. "Unión Española me pagaba un sueldo mejor. Llegué a Chile, a la Unión jugamos Copa Libertadores, porque habían salido campeones. Estuve un año y medio con Marcelo Espina como técnico y Mario Salas como su ayudante técnico. Después de este año y medio llegó una oferta de Suiza".
Su insaciable espíritu aventurero lo llevó a hacer las maletas y a buscar otro rumbo.
A Suiza los pasajes
A un país distinto por cultura e idioma se fue Adán Vergara. El FC Zurich, el archirrival del Basilea (o el Basel) donde jugaron Marcelo Díaz y Eduardo Rubio, se transformó en su nuevo destino.
"Estuve un año y medio en Zurich, jugamos la clasificación para la Uefa contra el Milan. Estaba más maduro, me sentía mejor, ya me había casado", explicó sobre esta decisión.
Luego el Lucerna, otro equipo de la liga suiza se fijó en el defensor. "Me contrataron de otro equipo de Suiza, el Lucerna y estuve 6 meses".
La presencia de chilenos en esta lejana tierra facilitó la estadía del iquiqueño en tierras helvéticas "Conocí a muchos chilenos en Suiza que se fueron por el tema de Pinochet (exiliados) y fue bonito. Cuando jugaba tenía a una barra de puros chilenos, con banderas del país. Me invitaban a asados, que no los hacen nunca, me llamaban y me decían 'Adán tenemos empanadas' agarraba el auto feliz y me iba donde los chilenos. Hicimos buenas amistades con ellos", recordó.
A Adán le ofrecieron seguir en Suiza, pero en 2009 le llegó otra oferta, la más inusual de toda su carrera: el fútbol chino. "El tema económico es importante, con mi señora aún no teníamos hijos y nos fuimos. Agarramos las maletas y nos fuimos a ver qué pasaba con esa experiencia".
El Dalian Shide, un equipo desconocido para cualquier chileno, fue el nuevo desafío. La escuadra de la provincia de Liaoning fue uno de los grandes de la Superliga China, con 8 títulos, hasta que desapareció por el cierre del grupo Shide, el inversor de la escuadra.
Para Vergara fue una enorme vivencia. "Quedé feliz, los tipos tratan muy bien a los extranjeros, además que pienso que los chinos son espectaculares, trabajadores, buenas personas, no me encontré con ningún malandro. Fue un año espectacular", relató el defensa.
De vuelta a Chile
Sin financiamiento, el equipo chino se acabó y Adán retornó al país.
"Llegué a Chile y me llamó (Marco Antonio) Figueroa, que estaba en Católica. Le conté que venía llegando de China, le pedí que me diera una semanita para descansar y que me iba. Me fui a entrenar, arreglé mi contrato en una semana y nos fue súper bien", resumió sobre su paso por la tienda cruzada.
"El 2010 salimos campeones, después llegó (Juan Antonio) Pizzi y me hizo jugar. Tuve una lesión larga en 2009 y con Pizzi entré (2010). Ahí obtuve el otro campeonato que tengo a mi haber. Fue maravilloso", aseguró.
Para Adán este título fue especial , sentimiento que compartió con los cruzados. "La gente de Católica es sufrida, siempre los molestan que son segundos y estuvimos cerca de la otra copa y la perdimos con la U (2011). Ese campeonato era de 6 meses, pero se extendió por el terremoto, unieron el Apertura y Clausura ese año", recordó.
Vergara fue fundamental en la obtención de esa corona para Universidad Católica. "Hasta la última fecha veníamos segundos y O'Higgins le ganó a Colo Colo y nos metimos. En Calama nos fue bien y terminamos de local con Everton. Hice un gol en la final, estaba el doble de contento", rememoró sobre ese momento de gloria en su carrera.
Sus recuerdos de la estadía en San Carlos de Apoquindo son excelentes, porque "estoy agradecido de lo que hicieron por mí. En Católica tenías a la gente, la infraestructura, todo lo que necesitabas lo tenías. Eso te ayuda a rendir más, era un gran plantel. Nos atendíamos en la clínica Meds, cuando recién partía. Tenías de todo, el apoyo de la gente, fue rico estar en un equipo grande".
Vergara de la cordillera se fue al mar. Santiago Wanderers fue su siguiente club (2011). "Espectacular también, otro equipo grande, es un equipo gigante. Me sentí bien, con toda la gente, estuve como 7 meses y me fui para afuera de nuevo".
Una vez más el defensa central dejaba el país. Quizás esta no fue su estadía más grata en el extranjero.
"Me salió lo de Venezuela, fue otra experiencia, pensaba que sería la última oportunidad de jugar a buen nivel, porque era un gran club, el Mineros de Guayana (Puerto Ordaz). Jugamos la Copa Sudamericana", precisó sobre el aspecto deportivo.
Los problemas estaban en la crisis que vive el país. "Quizás no fue una buena experiencia por lo que vive ese país, a veces no teníamos muchas cosas, se notaba en la seguridad, vivir todo el día con aire acondicionado, salir a la calle y un calor impresionante. Tenías que salir de noche con los dos hijos, de día no se podía. Debías tener cuidado con la seguridad, el cuidado para ir al banco, las filas para conseguir carne, arroz o azúcar. Vivimos cosas diferentes. Fue interesante", rescató sobre este paso por el emergente fútbol venezolano.
Sus compañeros de equipo fueron vitales para aguantar el ambiente externo. "Con un grupo unido, en el país que estés te sentirás bien", declaró.
Y de vuelta a Chile. Esta vez a Chillán para vestir la roja de Ñublense. "La estadía en Chillán fue muy buena. A mi señora en Chillán la quieren mucho, la aman porque empezó con su academia de baile".
El viaje no paró: "luego nos fuimos a Temuco, nunca pensamos que en el sur nos iban a tratar tan bien" .
El inicio no fue fácil. "Costó por el frío, entrenar con bajas temperaturas es duro para uno que es de la zona centro. Al principio nos costó y con Deportes Temuco bajamos a la Primera B, pero existía la disposición de subir pronto. Me la jugué, nos fuimos con mi señora a Temuco y nos fue muy bien. Dejamos al equipo en Primera División. Fuimos para subir, quizás demoró un poco más de lo que pensábamos", ahondó sobre su paso por el equipo de La Araucanía y del "Matador" Salas.
Hoy Adán inicia una nueva aventura en este extenso recorrido por el fútbol.
San Antonio Unido es la nueva estación y la afronta con las mismas ganas y la misma ilusión de sus primeros años, cuando se fue a Calama. "Hoy tengo más experiencia, no me siento viejo. No vengo a relajarme, a estirar la carrera en el fútbol, vengo a subir a esta institución", advirtió el central que se transformó en el capitán del SAU.
dmunozc@lidersanantonio.cl