Joven garzón arriesga perder un brazo tras sufrir feroz puñalada
Julio Peña (23) fue herido en la caleta Pacheco Altamirano. Testigos acusan del ataque a una mujer.
A lo largo del pasaje Loreto Talamilla de la caleta Pacheco Altamirano ayer aún quedaban manchas de sangre. Junto a las gotas sanguinolentas, trabajadores del lugar relataban el violento momento del que fueron testigos la tarde del domingo recién pasado.
Ese día, cuando apenas eran las 14 horas, un garzón de sólo 23 años fue brutalmente agredido con un arma blanca. Se encuentra en estado grave.
El domingo pasado Julio Ignacio Peña Aránguiz estaba trabajando en el restorán El Dorado cuando salió rumbo a la caleta a ofrecer almuerzos. Fue cuando habría comenzado una discusión que terminó con el joven mesero al borde de perder su brazo izquierdo.
Según testigos del hecho, Julio Peña discutió con un desconocido y por ello una tercera persona se habría involucrado.
"Al garzón lo ofendieron a garabatos y él respondió. Ahí se metió una mujer que acá filetea pescados. Primero le pegó con fuerza en la cabeza usando una poruña metálica (con la que se pesa el pescado) y por eso el joven se defendió empujándola y pegándole", narró una persona que estaba en el lugar.
Otro testigo, que solicitó expresamente reserva de su identidad por temor a represalias, agregó que "como el 'cabro' se defendió del golpe en la cabeza, la mujer, a la que todos conocen acá, le dio una puñalada en el brazo. Le cortó casi todo el brazo".
Luego de la agresión Peña Aránguiz sangraba profusamente y otros meseros del sector lo socorrieron mientras llegaba una ambulancia. Entre varios le hicieron un torniquete en el brazo intentando detener el sangrado. "Fue desesperante. El niño se estaba desangrando aquí mismo y la mujer salió arrancando antes de que llegara carabineros", explicaron locatarios.
La tarde del domingo Julio Peña se mantuvo en el hospital Claudio Vicuña, donde le realizaron una serie de intervenciones médicas para estabilizarlo y apenas se pudo lo derivaron al Carlos van Buren de Valparaíso, donde doctores especialistas buscan salvarle la extremidad.
La tarde de ayer el joven garzón se mantenía internado en Valparaíso y su evolución era favorable. "Esperamos que no pierda su brazo, pero es tremendo que por un ataque así vaya a quedar con secuelas, quizás para siempre. Es un chiquillo que trabaja porque quiere segur estudiando y mire lo que pasó", lamentó un mesero de la caleta.
La investigación quedó en manos de Carabineros, cuyos efectivos la tarde del domingo adoptaron el procedimiento y acogieron la denuncia.
Sin embargo, hasta ayer no había detenidos por el ataque.
23 Es la edad del mesero que fue atacado la tarde del domingo recién pasado en la caleta Pacheco Altamirano.