La sanantonina tetrapléjica que se la juega por los discapacitados de la comuna
Bárbara Berríos quedó en silla de ruedas a los 20 años luego de sufrir un grave accidente en Llolleo. Ahora creó el primer grupo de bochas de la comuna para que sus pares hagan deporte y disfruten de la vida.
El 8 de junio de 1996 todo hacía pensar que sería un fin de semana común y corriente para Bárbara Berríos (40). Sin embargo, ese día cambió el rumbo de su vida, ya que un terrible accidente la dejó tetrapléjica.
La sanantonina estaba carreteando con un grupo de amigos en las cercanías de la Parroquia de Llolleo. Mientras caminaban por calle Providencia, un andamio que llegaba hasta la cruz de la iglesia llamó la atención de los jóvenes, que decidieron subir hasta lo más alto de la estructura. Lamentablemente, cuando iban bajando Bárbara se desequilibró y cayó de espalda desde nueve metros de altura.
"Por intrusa me pasó, porque me subí adonde no tenía que hacerlo", comenta tranquila, 20 años después de la tragedia.
Apenas sucedió el accidente, sus amigos llamaron a la ambulancia y, una vez en el hospital, Bárbara no sabía muy bien qué le había pasado.
"Me fracturé el cuello y me cercené la médula. Quedé sin movilidad y sensibilidad", recuerda.
En el hospital trataban de hacerla entender sutilmente que ya nada sería como antes, pero su optimismo la hacía pensar que después de unos meses y un par de operaciones saldría caminando del establecimiento. Pero eso nunca ocurrió.
Rehabilitación
Bárbara inició su rehabilitación en el Centro Teletón de Santiago.
Ahí, una especialista le dijo que tenía que hacerse la idea que no iba a volver a caminar nunca más y que tenía que acostumbrarse a su nueva vida. "Al principio movía muy poco los brazos, apenas me sentaba y estaba todo el día en cama".
La depresión no tardó en apoderarse de ella, aunque aclara que "no quiero dramatizar con lo del accidente y la depresión, porque al final pude salir de eso".
Durante su rehabilitación en la Teletón conoció a muchas personas que estaban en su misma condición y otras, incluso peor que ella. Pero cada historia que escuchaba le hacía entender que tarde o temprano su historia tendría un final feliz.
"Los mismos pacientes empezaron a darme tips y así empecé a hacerme la idea de seguir mi vida".
En los 10 años que asistió a la Teletón aprendió a sentarse, comer, escribir, mover la silla de ruedas, vestirse y todo lo necesario para seguir con su vida.
"Todo lo que logré fue gracias a la Teletón y la terapia física en donde fortalecí mis músculos".
En el centro de rehabilitación también descubrió el mundo la pintura, oficio en el cual se desempeña actualmente como monitora del Centro Comunitario de Rehabilitación de la comuna (CCR).
"Me hacían pintar para rehabilitarme, pero a la vez desarrollé la creatividad y la parte artística. Luego de asistir como alumno al CCR, me dieron la oportunidad de impartir clases", aclara.
Las Bochas
Bárbara asistió a la Fundación Esperanza Nuestra en 2001 para realizar ejercicios y fortalecer su musculatura.
Cada vez que entraba al recinto veía a grupos de deportistas discapacitados jugando bochas, un deporte adaptado que nace a partir de la petanca, juego entre dos o más personas que consiste en intentar que las bolas de color (o bochas) que cada uno lanza por turnos se acerquen más que las de los otros a un boliche (o bola blanca) lanzado a cierta distancia al principio de cada competencia.
Al principio Bárbara no se interesó por este deporte, ya que no lo encontraba muy entretenido. Hasta que en el año 2012 tuvo que jugar obligada porque faltaba un participante. "Me costó mucho lanzar la bocha porque tienen diferentes pesos y texturas, pero un caballero que me estaba mirando me enseñó a lanzar y ahí le agarré el gustito", confiesa.
A la fundación llegaban agrupaciones de jugadores del todo el país, y para no ser menos, Bárbara se le ocurrió juntar a los discapacitados de San Antonio para formar un grupo de bochas.
"El año pasado vinieron jugadores paralímpicos a hacer una charla en la Organización de Personas con Discapacidad Físicas para ayudarnos a formar un equipo en San Antonio", comenta.
-¿Y cómo le ha ido en la búsqueda de nuevos integrantes?
-Más o menos, porque el deporte de la bocha en Santiago es conocido, pero acá nadie lo conoce. Por eso ahora queremos difundirlo.
Invitación
A fines del año pasado, Bárbara comenzó a publicar a través de su página en Facebook sus intenciones de crear un grupo deportivo de bochas, y el primero en responder su llamado fue Roberto Gutiérrez, un licenciado en ciencias de la actividad física.
-¿Qué le dijo esta persona?
-Me contó que él era árbitro de bochas. Nos juntamos un día y empezamos a realizar este proyecto.
Luego de golpear varias puertas, estos sanantoninos lograron que el Centro Cultural de San Antonio les facilitara las instalaciones para que practiquen con el equipo, los lunes entre las 14.00 y las 15 horas.
"Mi idea es que esto se masifique en la comuna, ya que acá hay como 7 mil personas con discapacidad y este deporte lo pueden practicar personas de todas las edades", afirma Bárbara.
-¿Cuáles son los beneficios de jugar bochas?
-La gente puede divertirse, realizar actividad física, salir de sus casas y viajar a los Juegos Paralímpicos, si es que pensamos en grande.
-¿Los alumnos del CCR se animan a jugar?
-La mayoría de los alumnos son personas mayores que no se motivan a jugar porque no conocen de qué se trata el deporte.
-¿Qué les diría a las personas para que se motiven a jugar bochas?
-Yo le diría a la gente que está con depresión que es tan aburrido quedarse llorando en la casa, porque uno se pierde todo lo lindo que hay afuera, deja de conocer gente y queda triste.
Proyecciones
Este grupo de deportistas está invitado para el cuarto Encuentro Nacional de Bochas que se efectuará el primero de octubre en Santiago, pero para poder asistir necesitan la ayuda de todos los sanantoninos.
Roberto Gutiérrez señala que "la Municipalidad de San Antonio, a través de la Oficina de la Discapacidad, nos está apoyando, pero aún necesitamos un espacio adecuado para realizar el taller", mientras que Bárbara agrega que "el piso es de pastelones y la rayita divisoria guía las bochas. Lo ideal para nosotros sería el gimnasio Montemar".
-¿Qué necesitan para poder realizar el deporte?
-Necesitamos transporte para el entrenamiento, el gimnasio y que las empresas nos apoyen con recursos de la misma manera que lo hacen con los deportes convencionales.
"Hasta el momento somos tres los que vamos a la capital, pero uno de nuestros integrantes tiene la silla de ruedas mala y lo más probable es que no pueda incorporares en esas condiciones", cuenta Bárbara.
Por otro lado, Roberto destaca que "los deportes adaptados buscan la inclusión de las personas en situación de discapacidad para mejorar sus capacidades físicas, sicológicas y sociales".
Las personas que quieran aportar con un granito de arena a esta noble causa o ser parte de los jugadores de bochas de San Antonio, pueden llamar a Roberto Gutiérrez al 9 84587975.