Mónica Jorquera Escobar.
"¿Quién me responde?, ¿quién me devuelve el año de vida que perdí?". Estas son algunas de las de preguntas que se hace Germán Vargas, quien estuvo trece meses en la cárcel, pero esta semana la justicia lo declaró inocente.
A las 15 horas del martes recién pasado Vargas dejó la prisión, espera, para siempre. Horas antes el tribunal lo absolvió de los delitos de microtráfico de drogas, receptación de especies y porte ilegal de arma de fuego.
"Desde el mismo día que me arrestaron, en julio de 2015, les expliqué (a la policía y al fiscal) que yo no tenía na' que ver (en los delitos). Al segundo día de preso mandé una carta a la fiscalía exponiendo lo mismo y nunca me dieron bola porque yo tenía antecedentes (penales)", analizó Vargas.
En las horas que lleva en libertad se ha paseado por todo San Antonio y ha visitado a sus vecinos del cerro Placilla, el barrio de toda su vida.
"Volver a la calle me da satisfacción porque se demostró que yo decía la verdad, pero también me da rabia porque es un año que perdí estando preso y a nadie le importa", dijo molesto el obrero y árbitro de fútbol amateur, más conocido como "El Mono Vargas".
En su afán por demostrar su inocencia mientras estuvo en la cárcel, este ex reo de 51 años pasó casi un mes en huelga de hambre seca e incluso se cosió los labios. "Necesitaba que me escucharan, hacer ruido. Por eso tomé esa decisión, porque me daba impotencia estar preso por algo que no hice", argumentó.
Además relató que en la cárcel de San Antonio se contagió la tuberculosis. "Estuve súper enfermo, muy mal. Es una enfermedad que me pudo matar. Imagínese si me muero por estar preso por crímenes que no cometí".
-¿Por qué lo arrestaron y lo acusaron como autor de los delitos?
-Yo estaba trabajando en una desarmaduría de autos cuando llegaron los carabineros. Hicieron un operativo y tomaron preso a mi jefe porque había en el taller un auto que él no sabía que era robado. A otro cabro lo tomaron preso porque dijeron que portaba una droga y yo me fui preso por el solo hecho de estar en ese lugar trabajando.
-¿Qué pruebas había en tu contra?
-Ninguna. Sólo la declaración de la policía diciendo que yo estaba en el lugar, lo que era obvio, si yo estaba trabajando en ese taller de autos. Mi jefe les explicó que yo no tenía nada que ver con el auto robado, que apenas llevaba dos días trabajando ahí y ni por eso me dejaron libre.
-¿Qué vas a hacer ahora?
-Seguir portándome bien (ríe). Un hijastro me está viendo un trabajo y espero me vaya bien porque yo hace rato que trabajo honestamente. Además quiero ver si me devuelven mi trabajo de árbitro en la asociación de fútbol (se refiere a la Asofútbol) donde estaba arbitrando antes de caer preso.
Antes de terminar la entrevista, el ex reo llamó a que se esclarezca el caso. "Mi ex jefe, Carlos Inostroza, está preso por comprar un auto usado para desarmar sin saber que era robado. Le están pidiendo como 20 años de cárcel por algo que no fue su culpa. Espero que se diga la verdad en su juicio y también en el del otro detenido por esta misma causa", expresó antes de emprender rumbo, sonriendo, hacia su casa en Placilla.