La fabulosa faceta artística de Claudio Sánchez
El cantante se vino a vivir hace cinco años a San Sebastián y durante la celebración de los 115° años de Cartagena, sorprendió a todos los espectadores con su hermosa voz.
Cuando Claudio Sánchez (47) pisó el escenario para celebrar los 115° años de Cartagena, el público lo ovacionó con mucha fuerza por varios segundos, ya que lo habían visto en otras presentaciones y conocían la calidad de artista que tenían al frente.
"No me habían alcanzado ni a anunciar y la gente empezó a aplaudir. Estaba lleno, incluso el público llegaba hasta la iglesia de la plaza de Cartagena", cuenta Claudio con emoción.
La gente que no ubicaba al dúo Los Litoreños, esperaba el plato fuerte de la noche: Los Jaivas; sin embargo, cuando Claudio entonó la primera canción los asistentes quedaron sorprendidos. Simplemente, no podían creer lo que estaban escuchando.
"Tocamos y cuando terminamos la gente pedía otra. Los animadores le decían que ya venían Los Jaivas, pero ellos igual insistían y, bueno, tuvimos que seguir", recuerda orgulloso.
Los Litoreños hicieron vibrar a los presentes con canciones de Violeta Parra, Víctor Jara y folclor latinoamericano. "Fue emocionante. Me bajé del escenario y todos me querían abrazar y sacarse fotos conmigo. Fue bacán", agrega el artista.
-¿Esperabas que la gente pidiera más temas?
-Sí, sabía que nos iban a pedir otros temas, pero no esperaba que la gente nos apoyara tanro así (sonríe). Yo me tenía confianza y cuando estábamos por subirnos al escenario, le dije al 'Palo' (Mauricio Román) que la íbamos a romper y que iban a pedir más.
-¿Se emocionaron con la actitud de los espectadores?
-Sí, con mi compañero estábamos emocionados porque nunca habíamos tocado en frente de tanta gente.
-¿Cómo te animaste a participar del evento?
-Vi un cartel que decía Los Jaivas más cantautores de la zona y pensé que a mí no me habían llamado. Fui a la municipalidad porque quería tocar con ellos. Si no me ascurro no voy.
Definitivamente, telonear a Los Jaivas es uno de los logros más importantes en la vida de Claudio; sin embargo, señala con humildad que "lo mismo que sentí ahí, lo he sentido cuando canto en la micro o en la plaza. Lo que pasa es que ahí fue más rimbombante porque había más gente".
-¿Cómo fue tu experiencia como telonero de Los Jaivas?
-Fue una linda experiencia porque telonié a una banda conocida y otra por el cariño de la gente y la comunidad, aunque suene repetitivo. Fue en agosto y aún hay gente que me felicita por la presentación y me preguntan cuándo volveré a cantar.
-¿Algún integrante de la banda te felicitó por tus dotes artísticos?
-No, porque ellos llegaron después que me presenté con el 'Palo', pero para qué quiero que Los Jaivas me digan que canto bien si todo el mundo me lo dice (cuenta con humor).
Su vida
El cantante llegó a vivir hace cinco años a San Sebastián y como él mismo confiesa, solamente "hace 10 años tengo una actitud positiva frente a la vida".
Claudio nació con focomelia, anomalía congénita que se caracteriza por la carencia o excesiva cortedad de las extremidades, provocada por el consumo de talidomida durante los primeros meses de embarazo
"Era un remedio que se les vendía a las mamás en los años sesentas para evitar los mareos en el embarazo y bueno, acá puedes ver los efectos secundarios, pero no soy el único", señala.
Pero aunque muchos pensaban que esta enfermedad le cerraría muchas puertas, en verdad lo dotó de nuevas herramientas para desarrollarse mental y físicamente.
"Primero estaba en un colegio 'especial', para gente 'especial'", indica con ironía, mientras agrega que "mis padres se dieron cuenta que estaba mal ubicado porque la cabeza me había salido buena".
Sus progenitores decidieron cambiarlo de colegio y motivarlo para que realizara todo por sí mismo.
"Yo le debo ser como soy a mi padres porque ellos me dijeron que hiciera mis cosas. Tenía que hacer mi cama, ir a comprar a la esquina, ayudar a mi mamá en el aseo y por eso salí súperpoderoso", agrega.
La música y el arte
Claudio se relacionó con la música desde muy niño. Por una parte, luego de muchas operaciones su madre lo bombardeó con instrumentos musicales para que se entretuviera y aprendiera, y por otro, a los 10 años, la profesora lo hizo tocar el tormento para que participara activamente en el aula.
"La profe se ascurrió y me pasó el tormento, que es una caja de madera con tablitas que se utiliza para la cueca", señala mientras con la boca imita el sonido del instrumento.
Su madre le regaló una guitarra, una corneta, varias armónicas, para que pudiera obtener nuevas habilidades. "Además, ella me traía lápices para pintar y dibujar. Con el tiempo desarrollé la técnica, tengo buen pulso y soy rápido para escribir", asegura.
Con la ayuda de sus padres no sólo logró convertirse en artista, sino que desarrolló una personalidad envidiable. Claudio es un hombre seguro de sí mismo, que tiene como meta entregar alegría a quienes lo rodeen.
"Siento que en mi vida tengo una misión de alegrar a la gente y no me puedo dar el lujo de estar mal", indica con humildad.
Toda la gente que lo conoce lo admira por sus capacidades y hermosa voz. Incluso, sus alumnas del taller de manualidades de la Casa de la Discapacidad de Cartagena, cada vez que lo ven lo abrazan para demostrarle todo su afecto.
"Yo nunca pensé ser profesor, pero Dios me dio la oportunidad para hacer clases de mandalas, pintura en acrílicos y artesanías. En la clase la pasamos muy bien y todos disfrutamos".
Música en las venas
Claudio estuvo en bandas de rock, thrash metal, blues y ahora de música latinoamericana junto a su amigo Mauricio Román.
-¿Cómo nace tu amor por la música latinoamericana?
-Llegué al folclor a través de mi papá, porque en mi niñez yo era thrashero, pero él me bombardeaba con Inti-Illimani y Víctor Jara. Así es que ahí me quedó gustando.
El músico cuenta que para la Teletón pasada tocó con su banda de tributo de rock latino y que le había ido estupendo. "La gente no quería que paráramos de tocar. Después, tocamos en un pub y nos hicimos bien famosos", agrega entre risas.
¿Siempre te ha ido bien en este rubro?
-Gracias a Dios siempre me ha ido bien cantando. Alabado sea el señor que me dio este don de la música y la personalidad. No me sacó ni brazos ni piernas pero me dio una cabeza bacán.
-¿Qué reflexionas respecto a todas estas experiencias?
-Yo ya nací así y esa es mi historia. Lo mejor de todo es que aunque no podía hacer todo lo que quería por mí solo, siempre estuve rodeado de gente que me ayudaba. Le doy gracias a Dios por todo esto.