Camioneros están de duelo por la trágica muerte de Manuel "El Potro" González
El socio fundador de la Cooperativa de Camiones de San Antonio será sepultado hoy en Llolleo.
Nadie esperaba que el regreso de Manuel González al puerto de San Antonio fuera tan triste. No pasó por la mente de sus amigos y familiares que el alegre "Potro González", como le gustaba que lo llamaran, iba a volver encerrado en una urna, muerto.
Aunque iba a someterse a una delicada operación para contener los daños que había provocado el cáncer en su cuerpo, había fe en que volviera vivo, esperando los días para que se reintegrara a la pega y volviera a tirar las tallas con que siempre alegró a sus compañeros de trabajo.
Tristemente, nada de eso pasó. Poco después de las siete de la mañana del viernes, Manuel González dejó de respirar en el hospital Eduardo Pereira de Valparaíso. Su organismo no resistió las invasivas dos cirugías que le hicieron durante la semana para extirpar parte del cáncer al riñón que ya había contaminado fatalmente sus pulmones. Tenía 62 años.
"Él cayó enfermo en marzo, tenía mucho resfriado, como una tos y lo llevamos al hospital. Ahí se dieron cuenta de que tenía unas masas en los pulmones. Eran las ramificaciones del cáncer del riñón", contó Manuel, el mayor de sus tres hijos.
Gran trabajador
Hasta entonces, según cuenta el primogénito, el difunto había cumplido con todos sus deberes sin complicaciones. "Solo quería volver a trabajar", agregó Manuel, quien no solo heredó el nombre de su padre, sino que también su pasión por los camiones.
"Él fue camionero por más de cuarenta años. Había estado en otras cosas antes, pero partió como chofer y terminó teniendo su pequeña empresa de transportes. Fue un trabajador empedernido", comentó.
Arriba de los vehículos de carga "se sacó la cresta" -dice su hijo- para entregar buena educación y bienestar a la familia.
En el ámbito laboral se hizo conocido por ser socio fundador de la antigua Cooperativa de Camiones de San Antonio (Coopsan) y por su buen humor.
"Era muy alegre", lo recordó Manuel.
Los restos del extinto conductor están siendo velados en su casa particular en calle Santa María 940, en la población Montemar (en las cercanías del hospital). A las 15 horas de hoy se oficiará una misa fúnebre en la Iglesia Santa Rita, en calle La Boya. Al término de la ceremonia, será acompañado en una caravana de camiones hasta el cementerio Parque del Sendero, en Llolleo.

