Karem Pizarro Chacón
Lo que para ciertos alumnos podría resultar fácil y hasta conveniente, para Jessica Farías Pontigo, de 46 años, ha sido toda una pesadilla. Ella cursó hasta octavo básico, pero una casa de estudios sanantonina la pasó a segundo medio sin ir ni un solo día a clases.
"En el año 2007 me inscribí en el (instituto) Pedro de Valdivia que está en San Antonio, pero nunca fui a clases, porque tuve que dedicarme a cuidar a mi hija. Me despreocupé de eso y pensé que cuando tuviera tiempo, en un par de años más, iba a retomarlo para estudiar y aprender realmente", cuenta.
Sin embargo, los años pasaron y recién en el 2015 esta trabajadora que se dedica a la limpieza de calles en Barrancas, descubrió que tenía los cursos de primero y segundo medio aprobados con notas que no se explica cómo las obtuvo.
"Yo llegué hasta octavo y lo que aprendí es hasta octavo. Si ahora quiero retomar mis estudios tengo que empezar desde tercero medio y no tengo idea cómo", agrega, indicando que pretende perfeccionarse para poder independizarse en algún área comercial. Y para ello quiere sacar el cuarto medio.
Para Jessica, la situación está clara: cree que utilizaron sus datos personales para conseguir un pago de subvención que entrega el Gobierno a través del Ministerio de Educación a los establecimientos de este tipo.
De acuerdo a su relato, se dio cuenta de la irregularidad cuando quiso pedir sus documentos y la enviaron a la Dirección Provincial de Educación. En estas dependencias le informaron que había sido promovida a tercero medio y, ante su declaración, le sugirieron estampar una denuncia en la Fiscalía por fraude de subvenciones.
"Yo conozco la entrada y la salida de ese colegio. No conozco profesores, ni salas, ni patios, ni nada, porque nunca fui ni un sólo día a clases, así es que no puede ser que me pasaran de curso. Yo quiero sacar mi cuarto medio, pero de forma legal, aprendiendo como corresponde", insiste.
Denuncia que además de ser utilizada para este supuesto fraude, ella está molesta por las notas con las que aparece. En los ramos que ella solía sacarse notas entre el 5,0 y el 6,5, ahora sale aprobando con un 4,0 y un 4,1. "Es ridículo, porque más encima la única nota buena que tengo es en inglés, con un 6,3, y yo no sé nada. Soy muy mala para ese idioma".
Esta situación a Jessica le ha impedido continuar sus estudios, ya que dice que no se puede matricular en ningún curso, ni siquiera como oyente, y que se siente estancada. "Voy a cumplir dos años tratando de aclarar esto y ya podría haber salido de cuarto medio; pero de forma legal", alega.
Cambio de sostenedor
Según Jessica, una vez que estampó su denuncia en la Fiscalía de San Antonio, "la investigación realizada por la PDI reveló que durante el tiempo transcurrido desde yo me matriculé hasta hoy, hubo un cambio de propietarios o sostenedores" de la casa de estudios, por lo que se complicaba la denuncia, ya que no se podía encontrar a los responsables de dicha irregularidad.
"Yo tengo otros familiares que han estudiado ahí y también los pasaron de curso sin haber ido, pero ellos no quieren hacerlo público", revela. Añade que aunque no tenga la preparación para seguir adelante con la causa, quiere llegar hasta La Moneda con su denuncia para que atrapen a los responsables.
"Yo no me voy a quedar tranquila con esto. La Fiscalía archivó la causa, pero ya pedí otra hora con la fiscal y, si no resulta eso, iré a hablar con la Presidenta a La Moneda, pero este tipo de cosas no pueden seguir pasando en San Antonio", puntualiza.
Fiscalía
Diario El Líder consultó acerca del estado de la causa en la Fiscalía de San Antonio, donde indicaron que se archivó provisionalmente, lo que significa que se suspendió la investigación criminal en tanto no aparezcan nuevos antecedentes. Sin embargo, la fiscal a cargo ya citó a la denunciante para una audiencia en las próximas semanas.
2007 En ese año se inscribió en el instituto dos por uno, pero no fue ni un día a clases.
2015 Ese año Jessica descubrió que fue promovida a tercero medio.