Vecino de cerro Arena fabrica imponentes esculturas sólo con material reciclado
Desde hace tiempo le venía dándole vueltas a la posibilidad de mostrar sus esculturas. Quería presentar un buen trabajo, por eso apenas se sintió preparado aceptó la invitación de un vecino a participar en la Fiesta del Barrio realizada este fin de semana en cerro Arena.
Hace diez años Víctor Ahumada trabaja elaborando grandiosas esculturas con material reciclado, las que vieron la luz por primera vez el sábado ante un importante marco de público.
El estanque de una centrifuga, repuestos de vehículos, partes de una silla de ruedas y varios trozos de lata han sido algunos de los elementos utilizados por este constructor para fabricar estas esculturas que alcanzan los dos metros de altura.
Un pirata, un indio Sioux y una escafandra han sido algunas de las figuras elegidas por Víctor para plasmarlas en fierros y todo el material reciclado que encuentra en locales de chatarra, en ferias libres y en las construcciones donde trabaja. "A veces digo, ¿señora, está usando eso?, ¿me lo puede dar?".
-¿Cómo llegó a elaborar estas esculturas tan bonitas y con tanto detalle?
-Hace diez años que estoy con esto y la verdad es que me ha servido como una válvula de escape. Cuando hay mucha tensión me pongo a trabajar y así voy saliendo de eso (del estrés). Además hay que reconocer que tengo bastante habilidad para trabajar con estos materiales.
-¿Cuánto tiempo puede demorar en elaborar una figura?
-En el indio Sioux, por ejemplo, me demoré casi un año. Hay que buscar el material y de a poco ir desarrollando la idea. Esto no es de un día para otro. Hay harto trabajo, dedicación y cariño en cada una de ellas.
Víctor cuenta que "el cuerpo del indio es un estanque de una centrífuga. El rostro lo hice con fierro forjado, el cual se va calentando y haciendo todas las formas y expresiones. Las manos son fierros de construcción y el pelo lo hice con cable de luz (ríe)... las figuras que tiene su cintillo y que parecen un tejido son de las máquinas de moler carne que se usan en las carnicerías. Las encontré en los cachureos. Las plumas son de latita".
-Me imagino que no debe ser fácil transportarlas...
-La escafandra pesa cerca 60 kilos y el pirata mucho más. Por eso para la fiesta la organización me consiguió una camioneta para llevarlos y traerlos.
Este artista autodidacta reconoce que quedó muy contento con su participación en la fiesta de su barrio, especialmente por la respuesta que tuvo de sus vecinos, quienes alabaron cada uno de sus trabajos.
"Llevo años viviendo en cerro Arena y varios de mis vecinos no tenían idea que yo hacía estas esculturas. Estaban todos encantados (ríe). Recibí muchas felicitaciones y para qué decir los niños", contó este vecino de la calle Lord Cochrane.
-¿Quedó contento con su participación entonces?
-Sí, porque se cumplió el objetivo. Mi idea siempre fue mostrar mi trabajo y esta fue una buena oportunidad para hacerlo.
-¿Cuál es su próximo proyecto?
-Será un guerrero de Terracota. Ya tengo varias ideas de cómo ir elaborando su ropa y todo lo que requiere la escultura. Esto no es un trabajo de un día, porque además tengo otras obligaciones, pero un día domingo fácilmente puedo estar todo el día en mi taller y no me doy cuenta cómo pasa el tiempo.
Víctor dice que su idea original no fue construir estas estatuas para venderlas, pero si alguien se interesa, está dispuesto a llegar a un acuerdo.