La pregunta de la semana ¿Cree que será positiva la llegada del servicio Turbus San Antonio - Valparaíso?
Si 64%
No
36%
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N o sabe cómo, pero Jeanette Baeza Sandoval llegó a tener a 52 gatitos viviendo en un dormitorio de su casa y además mantenía a 14 perros entre su patio y el jardín.
Esto ocurrió hace 12 años, pero lo recuerda como una verdadera locura. Ella siempre tuvo un especial amor hacia los animales, pero nunca pensó en albergar a tantos en su propio hogar.
Tenía un local de venta de alimentos para mascotas en el Mercado de San Antonio y siempre fue reconocida por su noble corazón, por ello cree que la gente inescrupulosa iba a dejarle cajas llenas de gatitos hasta su negocio.
"Claro, deben haber pensado que al menos no les faltaría comida y yo no tenía corazón para dejarlos tirados, así es que me los traía para la casa. Efectivamente no les faltaba nada conmigo y yo podía buscarles un hogar adoptivo", comenta esta mujer de unos cristalinos ojos verdes.
Al recordar esta experiencia, sus ojos se llenan de lágrimas, ya que dice que la historia no tuvo un final feliz.
Vivía estresada por evitar que los pequeños gatitos fueran atacados por sus propios perros. Cuenta que no podía dormir y que se acostaba vestida, porque generalmente debía ir a rescatar a algún travieso que se escapaba y llamaba la atención de los demás animales.
Sin embargo, el triste desenlace terminó con la intervención de unos perros de un sector cercano que ingresaron a su domicilio y mataron cerca de 20 gatos, un conejo y un cachorro de perro.
Como la canción de los diez perritos, Jeanette cuenta que finalmente se quedó con muy pocos de esos animalitos. "Esos perros venían como a la una de la madrugada, todas las noches y terminaron matándome veinte gatitos, otros diez se me fueron a la casa de la vecina de al lado y otros dos a la casa del frente. Los otros, cuando la gente los encontraba bonitos se los llevaban a sus casas", resume.
Hoy mantiene tres gatos y cinco perros, pero además tiene una gallina y una pata en su patio. Es que mantener aves de corral era una práctica habitual en el sector de la Quinta Placilla donde vive esta solidaria mujer y ella mantiene esta tradición.
Desde hace cerca de dos años su vida ha cambiado en cuanto a lo laboral, puesto que ya no tiene el negocio de la comida para mascotas y sólo vive de la renta de una propiedad, por lo que su tiempo lo ha enfocado en ayudar a todos los animalitos que necesitan atención médica en Placilla.
Como voluntaria de la Sociedad Protectora de Animales San Francisco de Asís de San Antonio, Jeanette dice que se ha hecho muy conocida por ser quien se encarga de tramitar horas, atenciones y hacer los traslados de los animalitos para una atención médico veterinaria.
"Ahora que la municipalidad tiene el sistema de atención gratuita y esterilizaciones gratuitas, he estado trabajando con ellos, porque a la gente le conviene mucho más, pero en general son los vecinos los que deciden. Yo soy intermediaria no más", expone.
"Tengo un auto donde puedo llevar y traer a los animalitos, así es que la gente me confía a sus mascotas. Porque, por lo general, lo que más le complica a la gente es el traslado, ya que no tienen cómo llevarlos", dice.
Ella es soltera y tiene dos hijos de 26 y 27 años, por lo que puede dedicarle todo el tiempo necesario a los animales y por la forma en que lo cuenta, disfruta haciéndole el bien a estas criaturas.
"Si veo que los animales están enfermos, a los dueños les ofrezco llevarlos a la protectora donde les van a cobrar más barato y después los llevo y los traigo a sus casas", manifiesta.
Cuenta que diariamente ve unos cinco o seis casos y que, a pesar de que siguen presentándose oportunidades de quedarse o adoptar otra mascota, ella ya se puso un límite y no volverá a tener tantos animales en su casa.
"Ya pasé por esa experiencia y fue una verdadera locura. A estas alturas ya sé cómo ayudarlos, sin tener que traerlos a mi casa", agrega.
Pero la mayor satisfacción para ella es que cree que en Placilla, al menos ya no se ven tantos perros callejeros y que los vecinos saben recurrir a ella cuando es necesario.
Pero la mayor satisfacción para ella es que cree que en Placilla, al menos ya no se ven tantos perros callejeros y que los vecinos saben recurrir a ella cuando es necesario.
Cada una de las mascotas que Jeanette mantiene en su casa tienen una historia muy particular y un espacio especial en su corazón. Dos de sus perros ya están ancianos y junto a discapacidades como ceguera y sordera, se mueven muy lentamente, pero cuentan con todas las comodidades que puede brindarle su abnegada ama.
Entre sus tres gatos figura una hermosa gata negra que acogió después que desahuciada en la protectora de animales. "Yo la encontré en la calle después que la atacaron unos perros y la llevé a la protectora para que la salvaran, pero me llamaron de vuelta y me dijeron que la fuera a buscar porque había que sacrificarla. Pero yo la vi muy herida, pero no como para sacrificarla y me la traje. Es que es muy linda", comenta mirándola con ojos que irradian amor.
Esta fama de ser una devota amante de los animales es conocida en todo el sector y por ello es que en la última Fiesta del Barrio realizada en Placilla, los vecinos le entregaron un reconocimiento por la gran labor que ha hecho al incentivar la tenencia responsable de mascotas.
"Lo que más agradezco de todo esto es que cuando uno camina por las calles de Placilla ya no se ven tantos perritos enfermos, ni con sarna o garrapatas que era tan común antes", añade con satisfacción, reconociendo que los vecinos confían en sus consejos y que ha logrado enseñarles que las mascotas necesitan cuidados especiales.
Quienes quieren acudir a ella saben que en casi todos los almacenes del barrio hay algún cartel o tarjeta con su teléfono y que siempre está dispuesta a ir en ayuda de lo que denomina "nuestros hermanos menores".
"Yo no soy veterinaria, sólo soy voluntaria y soy la persona que está dispuesta a llevar a sus mascotas para sanen", resume.