Bomberos realizó arriesgado rescate de perrito atrapado en acantilado
El cachupín llevaba días en el lugar. Voluntarios bajaron con cuerdas por quebraba de 30 metros.
Cómo rayos terminó un perro en la mitad de un acantilado es algo que nunca se sabrá, pero pasó. Un cachupín estaba atrapado ayer en medio de una quebrada de 30 metros de altura y los bomberos tuvieron que rescatarlo.
"Yo vengo para acá porque se acopian unos materiales y escuché al perro ladrando. Miré para todos lados y nada. Después se me ocurrió mirar para arriba, hacia el cerro, y lo vi por allaaaaaá (indica hacia arriba)", relató Rocky Vera, quien llamó a Bomberos para que ayudaran al canito en problemas.
Hasta el cerro que está junto a un aparcadero de camiones en el sector de Cantera, en Antonio Núñez de Fonseca, llegaron los voluntarios de la Segunda Compañía de Bomberos de San Antonio, los que no escatimaron en recursos para rescatar sano y salvo al perro.
Personas que llegaron al lugar explicaron que el peludo afectado llevaba unos tres días atrapado en medio del acantilado. Así que más encima tenía hambre.
"Era imposible sacarlo por mi cuenta, porque son como 15 metros hacia arriba, y si queríamos sacarlo desde arriba era peor, porque es un acantilado", argumentó Rocky sobre por qué se contactó con los "Chicos buenos".
Rocky Vera tenía razón. No era cosa de llegar y sacar al can. La situación era tan peluda como el mismo quilterry en apuros.
Sin embargo, los voluntarios del Grupo de Reconocimiento e Intervención en Medios Peligrosos (Grimp) no se van en el puro nombre y rápidamente se organizaron para realizar un complicado y arriesgado rescate.
Dos bomberos doglovers bajaron con cuerdas por la ladera en una maniobra delicada, puesto que cualquier error podía costarle caro a los voluntarios.
Mientras los rescatistas se acercaban al perrito, éste ladraba como loco. Nervioso y asustado, finalmente se entregó a los brazos de uno de los bomberos, el que luego de sujetarlo con una cuerda, comenzó a descender.
Con el animal bajó otros 15 metros hasta llegar al piso, donde los recibieron entre aplausos por la misión cumplida.
Una vez en tierra firme le dieron comida al animal, pero la historia no terminó del todo feliz, porque lamentablemente el can no tiene hogar, así que se marchó a seguir en lo suyo: vagabundear.
3 días estimaron testigos que estuvo el perro atrapado en medio del acantilado del cerro ubicado en Cantera.