La última novedad gastronómica de San Antonio: el sándwich de pescado
"La picá del puerto" abrió el viernes recién pasado en avenida Gregorio Mira. Se trata de una tentadora y nueva oferta de comida rápida, que promete tener las empanadas y sándwiches más suculentas del centro de la comuna puerto.
Medio pan amasado, un suculento trozo de merluza frita, varias torrejas de tomate maduro, lechuga, una apetitosa salsa "de la casa" y la otra mitad del pan. Esos son los componentes del tentador "sanguche de pescado" que llegó a conquistar el paladar de los sanantoninos.
En honor a la verdad, no es la primera vez que alguien se atreve con esta preparación en la comuna puerto, pero hasta ahora, ningún emprendedor se había propuesto a llevar estas delicias del mar directamente al centro de San Antonio.
Ese hombre visionario es Juan Cerda, un ex pescador y empresario del rubro de la distribución de pescados y mariscos, que se quiso abrir un camino en el mundo de la gastronomía.
Ni tonto ni perezoso, empezó a buscar una alternativa distinta, algo que no fueran los clásicos completos y empanadas, y que de paso, resaltaran las virtudes de los alimentos que ofrece la costa.
La mejor opción apareció clara en su mente: el sándwich de merluza, que es popular en distintas caletas de la región de Coquimbo, pero que misteriosamente nunca se ha convertido en un plato característico del Litoral de los Poetas.
"Como yo soy proveedor era más cómodo también", contó Juan apenas unos minutos después del debut de su local, en avenida Gregorio Mira, a pocos pasos del colegio Sara Cruchaga, la mañana del viernes.
"La picá del puerto", como lo bautizó, tampoco es un restaurante tradicional, por el contrario, se trata de un moderno carro especialmente acondicionado para cocinar y entregar productos frescos y en pocos minutos a sus clientes.
Los siúticos los llaman "food truck" por su nombre en inglés, en chileno es solamente un carro de comida, pero ojo, no uno cualquiera.
"Este lo hice en Santiago, fui a mirar cómo era y lo mandamos a hacer para que cumpliera con todas las normas sanitarias que nos piden. Tiene luz, agua, refrigeración, freidoras, todo lo que hace falta para cocinar", cuenta Juan Cerda, quien en los próximos meses espera abrir otro con las mismas características en la entrada del Mall de San Antonio.
"En Cerro Alegre pusimos una fábrica con la queremos proveer a los dos carros. Allá hacemos los ceviches y las empanadas, por ejemplo", detalló.
Mientras charlamos, María Teresa Acevedo trabaja sin parar. En menos de media hora de apertura del negocio ya ha recibido varios encargos y se prepara para demostrar en grande cuáles son las virtudes del debutante servicio.
Así se hace
Una freidora con el aceite hirviendo tiene en su interior media docena de empanadas de distinto tipo. Marisco con queso, lomo con queso, jibia y pollo con queso, son parte de la variedad.
A pocos centímetros, otro instrumento idéntico ya comienza a chirriar. El aceite alcanzó la temperatura precisa para verter la presa de merluza envuelta en el tradicional batido.
"No tiene ni una espina", asegura la mujer.
El pescadito no se demora. Tal vez tomó el mismo tiempo que en cualquier otra cocina o incluso más, pero con la conversación amena no nos hemos percatado del reloj.
Al cabo de unos minutos está listo. El trozo sale humeante de la freidora, estilando en aceite que no demora en evaporarse. Bastan unos segundos para que pierda algo de temperatura y líquido. Luego, al pan.
"Este es un pan amasado con una mezcla especial", dice la María Teresa sembrando la curiosidad de los comensales.
A pesar de la insistencia no revela sus ingredientes. "Será nuestro secreto", jura.
Después cuando degustamos, se percibe el toque de ciboulette, pero es imposible descifrar el resto de los componentes.
Antes de cerrar el "sanguche", caen sobre la merluza cuatro rebanadas contundentes de tomate y un número semejante de hojas de lechuga. Otra vez la salsa, el resto de pan y al plato.
Luce bien. Huele mejor, y el sabor es superior.
Y el precio
-Este plato es común en otras partes, en caletas de la Cuarta Región, por ejemplo, pero acá en San Antonio no se había visto, ¿cree que tendrá éxito?
-(Juan Cerda responde alejado de la cocina) Yo creo, es una buena novedad y además es contundente. Reemplazaría bien un almuerzo y por menos plata.
-yiaaa... a ver cuente la firme, ¿cuánto cuesta la gracia?
-Dos mil quinientos pesos y si se le agrega una taza de té no llega a los tres mil.
-¿Cómo van a estar funcionando, en qué horarios?
-Vamos a tener dos turnos. Abriremos en la mañana, cerca de las diez, y esperamos poder estar cerrando a eso de la una de la madrugada.
-Harto rato.
-Es que nuestra ambición, nuestra meta, es como lo dice el nombre, ser una picada, para que la gente venga y encuentre con cosas ricas a toda hora.
-Empanadas, por ejemplo, ya hay en otras partes, usted jura que las de acá son las mejores.
-Que la gente venga y pruebe. Después vendrá siempre, solo por el sabor de lo bueno.