La sequía no para: invierno del 2016 fue uno de los menos lluviosos de la década
De acuerdo a los datos de la Estación de Santo Domingo, este año llovió un poco más que antes, pero San Isidro sigue al debe con la provincia.
No hay caso con San Isidro. Sigue mano de guagua con las lluvias. De acuerdo a información entregada por la Estación Meteorológica del Aeródromo de Santo Domingo, el invierno del 2016 precipitó un poco más que en las temporadas previas, pero sigue estando lejos de lo que se considera como normal para la provincia de San Antonio.
En términos matemáticos, el pluviómetro ha registrado 339, 2 milímetros de agua caída en lo que va del año.
"No es malo, pero tampoco es bueno", dice Juan Angulo, técnico en meteorología de la Dirección de Aeronáutica Civil.
Vamos con calma
"No es malo", porque con esa cantidad de precipitaciones las napas superficiales pueden subsistir un poco más. Sobre todo ahora que se anticipa la "corriente de la niña", fenómeno climático asociado a la falta de lluvias, a la sequía y a las altas temperaturas.
"Tampoco es bueno", según las palabras del experto, debido a que está muy lejos de lo que debería ser un invierno como Dios manda.
En 2002, por ejemplo, se registraron 807 milímetros de agua caída. Ahora, más de una década después, los indicadores no llegan ni a la mitad.
"Estábamos en una alza hasta el 2003, de ahí en adelante partió un déficit de lluvias", agregó Angulo.
Los problemas
La escasez de agua es un problema grave. No por nada le han llamado "el vital elemento". El verano pasado, varias comunas de la Quinta Región estuvieron a punto de quedar sin agua potable. Los embalses que abastecen a ciudades como Valparaíso o Villa Alemana llegaron a mínimos históricos.
Aunque San Antonio está lejos de experimentar una situación como esa, fundamentalmente porque la principal fuente del servicio está en el río Maipo, que crece su afluente con los deshielos de la cordillera, la agricultura y los sectores rurales se llevan la peor parte. Un año seco produce más incendios forestales.
"En Santo Domingo no tenemos un indicador que nos diga qué es un año normal de precipitaciones como podría ser en otras partes del país, porque este dato se construye con el promedio de treinta años", explica Angulo, quien simplemente con su ojo experto es capaz de prever la gravedad del asunto.
"No creo que caigan tres o cuatro milímetros más en los meses que quedan. Hasta ahora llevamos 339 mm, un poco mejor que el 2015, que llegamos a los 287 mm y los 278 que hubo en 2013, sin embargo, sigue siendo poco, muy poco", finalizó.