Karem Pizarro Chacón
Hoy todo luce más colorido , limpio y ordenado en el cementerio Parroquial de San Antonio. Sin embargo, los restos de maleza, flores secas, tarros y basura en general que se fueron acumulando durante meses en la mayoría de las tumbas del camposanto fueron retiradas por toneladas desde el 24 de octubre a la fecha.
Y es que los preparativos para conmemorar a Todos los Santos se concentraron en la segunda quincena de octubre y los primeros días de noviembre, según lo que comentó uno de los prestadores de servicios de aseo del cementerio de San Antonio.
"Cada camioneta hace unos 800 kilos y en los últimos días hemos tenido que hacer cerca de siete u ocho viajes diarios, lo que nos ha llevado a sumar más de 50 toneladas de basura sólo en la última quincena", detalla José Bauzá, encargado del servicio.
De acuerdo a lo relatado por el trabajador, el mes de más actividad para ellos es durante la primera quincena de octubre, cuando los usuarios arreglan las tumbas para esperar el Día de los Difuntos. Sin embargo, añade que la labor ardua continúa una semana después de estas fechas, ya que los miles de arreglos florales comienzan a marchitarse y empiezan a retirarse los tarros con agua descompuesta.
"Hay gente que en estas fechas, además de cambiar flores, aprovecha de raspar, cambiar rejas, pintar y hacer todo lo que no alcanza a hacer durante el año. Pero después vuelven a los seis meses", comenta Bauzá aclarando que durante el año la cantidad de residuos es mucho menor.
José dice que tiene muy claro el tonelaje de basura, ya que en el vertedero donde la deposita la pesan y le cobran por tonelaje.
"Después de estas fechas la cantidad de basura baja a unas 10 ó 15 toneladas de basura dentro de una quincena", agrega.
Cuenta que debió contratar un par de personas más para hacer todo el retiro de basura de forma eficiente e implementar dos turnos para cumplir con los objetivos que le pidió la parroquia, para mantener limpio de basuras el recinto.
"Nosotros llegamos a la hora que abre el cementerio, a las nueve de la mañana, pero después que se va la gente nos quedamos hasta las nueve de la noche. Y eso que nos vamos porque no se puede trabajar a oscuras nomás", agrega.
Bauzá indicó que en estas temporadas de más trabajo podrían contar con un camión de mayor capacidad para minimizar los viajes al vertedero, sin embargo los estrechos pasillos del cementerio y las inclinadas vías, no permiten el ingreso de vehículos más grandes que su camioneta, pero que el próximo año implementará un nuevo sistema.
800 kilos de desperdicios retiran en cada viaje al vertedero. Y en los últimos días hacen hasta 8 recorridos diarios.