Los "locos aventureros" de San Antonio que crearon un "imperio" de la salud
Felipe Orbenes y Paula Salas cumplirán en enero dos años de trabajo en Arica. Llegaron a esa ciudad con una mano adelante y otra atrás, pero con mucho esfuerzo hoy tienen un centro de salud con 11 profesionales.
Los sanantoninos Felipe Orbenes y Paula Salas estaban destinados a estar juntos. Se conocieron siendo unos adolescentes de enseñanza media y desde entonces, hace cerca de 10 años, no se han vuelto a separar. Tenían los mismos sueños y aspiraciones. Se enamoraron perdidamente.
Estudiaron kinesiología en la misma universidad y compartían la mayoría de los ramos.
Son, según ellos mismos dicen, unos "locos y aventureros inseparables".
Un día de vacaciones en la ciudad de Arica, donde vivía la abuela de Felipe, tuvieron una buena idea, pero no fácil de concretar.
"¿Qué pasa si nos venimos a vivir acá y abrimos un centro de kinesiología?", le preguntó él a ella.
Paula aperró y se fue con el amor de su vida a emprender el arriesgado proyecto.
"Ya había un buen mercado, pero teníamos que buscar la forma", revela Felipe, a estas alturas ex vecino de la población Colinas del Mar, de la parte alta de Barrancas.
Abriéndose caminos
"Nos instalamos acá- cuenta él vía telefónica desde Arica- sin tener nada. Éramos nadie, pero queríamos emprender por nosotros mismos para desempeñarnos en nuestra carrera y para darle un buen presente y futuro a nuestra hija", agrega.
Así partió, con las puras ganas, y con el anhelo de "dejar bien puesto el nombre de San Antonio y de la Quinta Región".
"Formamos entre los dos C-Kins, que es el nombre de nuestro centro médico que ahora tiene 11 profesionales de la salud", detalló.
Pero, ¿qué tiene de importante lo que hace un par de jóvenes en una ciudad tan lejana como Arica? La respuesta es inspiradora.
"Nosotros sabemos que estamos lejos, que ni siquiera nos sirve para promocionar nuestro recinto, pero queremos modestamente demostrar que con esfuerzo y con ganas de hacer la cosas se puede salir adelante, que los obstáculos están para superarlos", agrega Felipe con modestia.
Los logros
El ex estudiante del colegio Providencia podría "creerse el hoyo del queque" como se dice popularmente. Lo tiene todo: una linda hija, una sólida relación y un buen negocio. Sin embargo, sus palabras no denotan ni una sola gana de presumir. Da gracias a Dios en varias partes de la conversación.
"El boca a boca nos ha ayudado mucho y eso tiene que ver con la forma en que estamos trabajando, que es tratando de ser lo más cercano posible, de tener una atención personalizada".
"Lo otro han sido las redes sociales, por ahí nos hemos movido y hemos tenido buena respuesta", añade él.
Felipe está siendo humilde otra vez. La "buena respuesta" de la que habla se ha traducido en importantes acuerdos con instituciones deportivas y gubernamentales para proveer ayuda médica en grandes eventos deportivos.
Estuvieron en un campeonato de surf hace poco y también se sumarán a una maratón en contra de violencia hacia la mujer.
"Buenos contactos"
Desde el 2014 en adelante han hecho buenos contactos. No tienen la menor duda de aquello, pero la actividad que hasta ahora más los enorgullece está aun por llegar.
En enero, cuando estén cumpliendo dos años de residencia en el norte, celebrarán un torneo de futbolito para niños.
Podría sonar como un evento cualquiera. Sin embargo, para Felipe tiene un condimento especial. Su hermano, Francisco, viajará especialmente desde San Antonio para representar a la comuna puerto.
San Antonio
-Con un negocio funcionando ya es difícil dejar Arica por algunos días, imagino que por más tiempo es aún peor, ¿vienen a San Antonio de vez en cuando?
-Es complicado. Tratamos de ir al menos una vez al año, para las fiesta de Navidad por ejemplo. Parte de la familia de Paula está acá y ella no echa tanto de menos.
-Tanto...
-No es fácil empezar de cero en otra ciudad. A mí me encanta San Antonio, espero poder volver algún día. Lo más próximo, el proyecto más cercano, es abrir una sucursal allá cuando mi hermano Francisco termine su carrera.
-¿Qué carrera?
-De kinesiología.
-También... todos son fanáticos de esa carrera, jajaja
-Fue un boom en un tiempo. Yo creo que ese fue mi caso, pero ahora mi hermano está más influenciado, modestamente, por mi ejemplo. Es una linda profesión.
paternidad
Arica no solo ha sido sinónimo de mucha pega para estos jóvenes, también ha sido el momento de convertiste en padres. Josefa, "el fruto" de su amor, como le llamó su progenitor, tiene nueve años.
"Nosotros recién ahora sabemos lo que es ir temprano a dejarla al colegio. Antes nos era imposible porque estábamos estudiando y nuestros papás nos ayudaban para continuar con nuestros estudios", revela.
Felipe se pone "chocho" cuando habla de su pequeña.
"Se ha lucido porque le ha ido muy bien en el colegio. Ha dejado bien puesto el nombre de San Antonio. Ahora también es deportista y está en un grupo cheerleader en el Colegio Alemán de Arica. Es mi princesa".
-Suena bien eso, está la princesa, los reyes de la kinesiología y... ¿el imperio, no?
-Uno pequeñito (termina entre risas).