Viejito Pascuero afirmó que en esta Navidad no habrá regalo para nadie...
Diario El Líder conversó con este personaje, quien advirtió que los niños que no se coman la comida no recibirán ningún presente.
No podía ser otro. Su barba blanca, su gorro rojo y su panza eran el signo inequívoco que se trataba del mismísimo Viejito Pascuero, quien ayer caminaba tranquilamente por la playa Chica de Cartagena preparándose para lo que será la próxima Navidad.
Pese a que en un principio se mostró bastante tímido y reacio a conversar con Diario El Líder, debido a que se encuentra afinando los últimos detalles para la Noche Buena, el Viejito más famoso del mundo se dio el tiempo para contarnos acerca de su importante función: entregar amor y felicidad a todos los pequeñines de la provincia.
"Jojojojo", comenzó diciendo para luego agregar: "Pascua feliz para todos".
-Viejito, ¿cómo andan los regalos para los niños de la provincia?
-Muy bien, pero he sabido que algunos niños se han portado más o menos nomás. Tienen que obedecer a sus papás y comerse toda la comida, así que desde ahora en adelante se tienen que portar todos bien o si no, no habrá regalo para nadie en esta Navidad.
-¿Tiene mucho trabajo por estos días?
-La verdad es que sí. Se acerca diciembre y el trabajo aumenta, tengo que ir a colegios, eventos de empresas y queda muy poco para que comience la caravana de la Coca Cola, en la que salgo hace dos años. Es mucho trabajo pero lo hago feliz.
-¿Qué se siente ser el Viejito Pascuero?
-Es algo muy especial para mí. Muy lindo y muy enriquecedor. Ver a los niños felices con su regalo o cuando me ven, en verdad que no tienen precio. Hace 21 años que soy el Viejito Pascuero acá en Cartagena y en toda la provincia y ha sido una experiencia maravillosa.
-¿Y cómo se portan los niños cuando lo ven?
-Jojojojo. (Se ríe). Bien, aunque algunos más o menos. En una ocasión cuando me encontraba en el estadio Municipal de Cartagena, venía llegando en un carro de Los Bomberos. Como era tan alto el carro, no alcanzaba a pisar el suelo, así que llegué y salté. Como soy viejito me caí. Los niños me abrazaban y me daban besos, pero otros me empezaron a pegar, a pellizcar y dos me pegaron dos patadas en el popo. Pero son cosas que hacen los niños.
-¿Cómo lo deben esperar los niños cuando este 24 de diciembre pase por cada una de sus casas?
-Con un vasito de bebida y con un pedazo de pan de Pascua. Con eso soy feliz en esta Navidad.