Rodrigo Ogalde
La mañana de ayer, la sanantonina Marcela Farías acompañó a un equipo de diario El Líder a conocer el caso de dos hermanos que viven en una humilde mediagua en la calle Merced, en la población San Pedro, en Llolleo.
Al llegar al lugar, que queda ubicado a la orilla del estero San Pedro, comprobamos que sólo estaba una de las dos personas que habitan en dicho inmueble.
En primera instancia, Marcela quiso hablar con el hombre que, según ella, ha vivido por mucho tiempo en dicho sector. Pero "El Checho" reaccionó con total rechazo. "Váyanse, no quiero nada, no me gusta que me hagan morisquetas y que me vengan a molestar", gritó él. Se trata de una persona de unos 70 años de edad, delgado, pelo desgreñado y que viste con evidente desaseo.
Y aunque ella es de Barrancas, conoce muy bien la situación que afecta a estos dos hombres. Según su versión, "El Checho" está enfermo y por eso tiene problemas para caminar. Tampoco disponen de recursos para alimentarse bien, por lo que están desnutridos.
"Creo que podemos hacer mucho por ayudarlos. Es cierto que él dice 'no quiero nada', pero sí necesita que lo ayuden, aunque en su condición mental no está bien", aseveró esta vecina solidaria.
Tras un segundo intento de conversar con "El Checho", él aceptó contar parte de su historia. El hombre relató que hace algún tiempo lo llevaron al hospital de San Antonio para tratarle una infección que tiene en una de sus piernas, y que incluso se la iban a amputar porque tenía gangrena, y que, por lo mismo, huyó del centro asistencial. "Me querían cortar la pierna, adónde la vieron", expresó.
Marcela Farías, a quien su hija Valeska y su familia le ayudan en esta tarea de socorrer al Checho y su hermano Vitoco, hizo un llamado a las autoridades de la zona para que intervengan con la idea de que ellos puedan ser atendidos por un equipo médico especializado y multidisciplinario.
"Mi miedo es que un día, en vez de reportar esto, tengamos que reportar un muerto, eso es lo que me preocupa", aseveró Marcela Farías.
Esta mujer recalcó que "uno siempre tiene que hacer más allá de lo que está a la mano, más allá de darles un plato de comida. Voy a tratar de que mi familia los siga viendo".