La emocionante lucha de Mateo: aprendió a caminar a los cuatro años, hoy es seco para la pelota y la alegría de su comparsa
El niño (8) es discapacitado, pero participa en maratones escolares, es aficionado al fútbol y es parte de la banda de la comparsa del Cerro Alegre. Es tan fanático del carnaval que le pidió a los doctores de la Teletón reagendar una importantísima operación.
Mateo, de ocho años, podría estar preocupado de qué le traerá el Viejito Pascuero esta Navidad como cualquier otro niño de su edad. Él, en cambio, tiene una sola preocupación en mente: participar en la próxima versión del Carnaval de Murgas y Comparsas.
El pequeño siempre ha tenido la seguridad de que este se llevará a cabo, a pesar de la polémica que enfrentó a los distintos sectores con la Municipalidad de San Antonio y que hizo peligrar la realización del tradicional evento veraniego de la comuna puerto.
El muchachito no quiere saber de problemas, solo de soluciones. "Si yo tengo ganas, no sé por qué otros no", dice con impresionante madurez para su corta vida.
Pero eso no es lo más destacable de Mateo, quien a pesar de su edad, ha dado una sobrecogedora lucha para aprender a caminar y cumplir su sueño de ser comparsero.
Luchador
Según cuenta su mamá, Isabel Díaz, el niño padece desde su nacimiento una parálisis cerebral que le ha afectado el desarrollo de todo su cuerpo, fundamentalmente del lado izquierdo.
"No podía caminar, pero tenía tantas ganas de moverse y de salir adelante que se arrastraba de un lado a otro", confidencia la mujer.
Sus primeros años no fueron fáciles. Mantenerse en pie fue todo un reto, dar los primeros pasos fue un desafío aún más complejo, pero lo logró.
Luego de tres años de terapia en la Teletón, en Santiago, el peque pudo hacer funcionar sus extremidades inferiores y logró caminar. Tenía cuatro años.
Hoy, con ocho, aún tiene dificultades en sus piernas, pero eso no lo detiene. Mateo es imparable cuando quiere algo. Juega a la pelota, corre, baila… hace de todo con tanta o más energía que otro infante.
"Me pongo al arco", dice el novel estudiante de la Escuela de Placilla, donde, según cuenta, ha sido reconocido por su incansable empeño.
"Incluso participó en una maratón. Él no se rinde nunca", agrega su orgullosa mamá mientras el niño conversa con nosotros.
Comparsa
Mateo tiene una pequeña dificultad para expresarse y baja movilidad en el brazo izquierdo. Dos cosas que no le pesaron al momento de integrarse a la comparsa del Cerro Alegre, donde vive con su familia.
"Me gusta mucho. La música que hacen me encanta", confidencia.
Formar parte de la agrupación tampoco fue sencillo, sin embargo, él es persistente cuando se le mete algo en la cabeza.
"Me daba miedo de que le pasara algo, pero él es porfiado y en la comparsa lo recibieron con los brazos abiertos, así que no me quedó otra que apoyarlo", reconoce Isabel.
Ella hizo lo posible y lo imposible para que el niño no expusiera su salud. En una oportunidad, mientras la mayoría de sus vecinos ensayaba la presentación que harían en el murgódromo de Barros Luco, prendió el televisor con el volumen al máximo para que su hijo no se diera cuenta.
"'Los vecinos están de fiesta, no pasa nada' le decía yo, pero no me creía".
No hubo caso, él se percató igual y salió, entonces aún en silla de ruedas, a ver qué hacían en la calle.
Su entusiasmo fue lo mejor. No solo no tuvo contraindicaciones para su salud, sino que además le dio una motivación para seguir batallando contra su discapacidad.
"El año pasado hizo las dos pasadas. Se fue tocando la caja desde la Torre Bioceánica hasta el Grupo Escolar", describe la madre.
"Este niño es increíble, no lo digo porque sea su mamá, pero me llena de emoción verlo así, es un orgullo muy grande", dice emocionada.
Este año, con la polémica sobre las subvenciones del municipio a las murgas y comparsas y la "bajada" de varios sectores del evento, Mateo se llevó un buen susto, pero nunca perdió la fe. Había arriesgado mucho como para dejarse llevar por el pánico.
"Él tiene que operarse para extender los tendones. En la Teletón, cuando el traumatólogo le dijo que la cirugía había sido fijada para enero, pidió cambiar la fecha", relata Isabel.
"En ese momento no me acordé del carnaval, pero él lo tenía presente y le contó al doctor que participaba de una comparsa y que si lo operaban en enero, al mes siguiente iba a estar en recuperación y no podría salir", prosigue.
El facultativo se emocionó tanto que no quiso interrumpir el sueño del pequeño y buscó la forma de programar la intervención para marzo.
El niño intenta encontrar las palabras para describir su amor por el carnaval, pero no es capaz de hallarlas con precisión.
"No sé. Me gusta mucho, me gusta salir a tocar y pasar delante de la gente. Soy feliz", confidencia.
-Mateo, ¿qué te dijeron en la Teletón cuando les pediste posponer la operación solo para participar con tu sector?
-Él doctor no sabía lo que era el carnaval, pero le contamos. Le dije que era de San Antonio y que me gustaba mucho. Además voy a ir con mi hermana ahora.
-¿No te cansas?
-No, nunca.
-¿Y si no se hiciera el carnaval
-Me daría pena, pero vamos a hacerlo sí o sí.