Inés Muñoz cambió las salas de clases por los paseos en lancha
Tras jubilar como profesora de educación básica en el colegio Nueva Providencia, la sanantonina no perdió el tiempo y postuló hace dos años para ser guía turística a bordo de las lanchas Discovery que pasean por la bahía de la ciudad puerto.
Inés Antonia Muñoz Pérez es la única mujer presente en la oficina de la Gobernación Marítima de San Antonio que se encuentra realizando la prueba escrita que entrega el cargo de Tripulante de Nave Menor de la Marina Mercante Nacional.
Estudió las más de 300 preguntas posibles durante varias semanas día y noche, por lo que se sentía totalmente capacitada para responder las 50 interrogantes que tenía frente a sus ojos.
Luego de una recomendación de su hermano Juan, Inés había conseguido a mediados del 2014 la opción de trabajar como guía turística a bordo de las reconocidas lanchas de paseo Discovery, las que recorren durante cerca de media hora la bahía de San Antonio para el deleite de los turistas.
Pero antes de zarpar, debía saber al revés y al derecho todas las recomendaciones y medidas de seguridad para estar en alta mar, y por eso tuvo que presentarse en una de las oficinas de la Gobernación Marítima.
"Lo bueno es que no tuve muchos problemas, porque siempre me ha gustado estudiar. Tuve la posibilidad de sacar una muy buena calificación, así que tras dar la prueba en octubre, ya en noviembre me entregaron la certificación en la Gobernación Marítima. Desde ahí que comencé a trabajar apenas pude en las lanchas Discovery", recuerda Inés, actualmente de 65 años de edad (20 enero 1951), quien vive junto a su familia en la Villa Mirador del Pacífico en San Antonio.
Tras tener la certificación en mano, Inés tuvo que volver a estudiar, esta vez sobre la historia de San Antonio. Recopiló la mayor cantidad de información posible, y fue armando un relato de cerca de 30 minutos (que es lo que dura el paseo en Discovery) en los que, por ejemplo, destaca fechas importantes como la instalación de la primera piedra del espigón o el primer lugar que ocupa San Antonio dentro de la costa oeste de Sudamérica.
"La idea es que las familias y turistas que salen a dar una vuelta en la lancha se lleven una buena impresión del puerto, entonces destaco todos los logros e hitos que han sucedido a lo largo del tiempo", explica.
Vida de profesora
Con dos años trabajando en las lanchas Discovery, Inés Muñoz afirma que "me siento en un trabajo que me gusta mucho, por lo que agradezco la oportunidad que me entregó don Luis Román, quien es mi jefe, junto a su señora Lorena Escalante. Soy una de las pocas mujeres que trabaja embarcándose, así que eso me pone muy orgullosa", reconoce la sanantonina, agregando un dato bastante importante: "gracias a estos ingresos puedo complementar la pensión de jubilación que recibo por haber trabajado como profesora básica".
A Inés desde chica le gustó el estudio y siempre fue una alumna destacada, primero en la escuela Manuel Gil Rojas de San Antonio, perteneciente a la congregación del Purísimo Corazón de María, y luego cuando se trasladó a Santiago para ingresar al internado Aldea María Reina de Puente Alto.
"Nací en San Antonio, y con mi familia vivíamos cerca de la Escuela 1. Pero luego de que estuve en la escuela Gil Rojas, las mismas monjas me trasladaron al internado en Santiago. Yo no quería irme, pero una vez allá me adapté rápidamente, así que tengo los mejores recuerdos en el internado Aldea María Reina, de hecho hasta el día de hoy tengo contacto con algunas ex compañeras", relata.
Tras su paso por el internado, Inés estudió educación básica en la Universidad de Tarapacá. Y luego de siete años desempeñándose en un establecimiento educacional en Pudahuel, se encontró con la posibilidad de volver a vivir a su natal San Antonio.
Se casó con un sanantonino, y ambos decidieron vivir en la ciudad puerto. "Cuando llegué tenía la opción para desempeñarme en tres establecimientos: Grupo Escolar, Escuela 5 y la escuela básica Juan Aspeé, que fue la que finalmente escogí. Luego del terremoto de 1985 esta escuela pasaría a su definitiva ubicación que es en la población 30 de Marzo, donde se rebautizó como escuela básica San José de Calasanz", hace memoria la profesora que se desempeñó por casi tres décadas en uno de los establecimientos más vulnerables de la comuna.
"A los chicos hay que ganárselos con el afecto, entregándoles buenos consejos y escuchando lo que les toca vivir, ya que muchos de ellos vivían en casas donde sus padres eran delincuentes o traficantes, y uno como profesora trata de que eso se mantenga al margen, para que no afecte a los alumnos", explica Inés.
De la sala al mar
Tras esta valiosa experiencia como profesora en la escuela San José de Calasanz, la sanantonina cumplió su última etapa haciendo clases durante sus últimos años en el colegio Nueva Providencia que se encuentra en el centro de Llolleo.
"Me dio mucha pena cuando terminé esta hermosa etapa como profesora. Lo mejor es cuando me encuentro con algún alumno al que le hice clases y me saluda con mucho cariño. Incluso algunos me mandan mensajes por Whatsapp, los que leo, pero no respondo, porque no soy muy habitual del teléfono celular", afirma entre risas.
Sin embargo, la sanantonina asegura que esta pena por dejar la docencia quedó afuera de su vida apenas se subió por primera vez para ser la guía turística de la lancha Discovery.
Su nuevo trabajo en la bahía sanantonina la deja completamente feliz tras cada jornada, con la misma satisfacción y alegría que cuando terminaba una clase para alumnos de básica. "Tengo que agradecer a mis dos hijos por entender la vida de su madre, que siempre le ha gustado estar de aquí para allá, ya que así me siento feliz", reconoce Inés Antonia Muñoz Pérez.