San Antonio se repuso con mariscales y con una limpieza del Paseo Bellamar
Tras la noche de fiesta de Año Nuevo, muchos sanantoninos y turistas se fueron al mercado para recuperar fuerzas. En el Bellamar, la gente disfrutó del día soleado y llenó la costanera para el encuentro familiar.
Calles calurosas, gente encañada y muchos turistas. Ese era el panorama que se apreciaba ayer en San Antonio tras la noche de Año Nuevo. El verano y su efectos en el Litoral Central ya están aquí y habrá que acostumbrarse a compartir la ciudad con todos quienes lleguen.
El Paseo Bellamar, centro del carrete de cada fin de año en San Antonio, en la mañana de ayer lucía las consecuencias de la mala costumbre que tenemos los chilenos de lanzar basura en la vía pública.
Por eso, Puerto San Antonio comenzó desde temprano con la tarea de limpieza, que está a cargo de la empresa Aramark. El personal destinado a esta labor encontró cientos de botellas de alcohol, harta challa y serpentinas.
Ya a las 13.00 horas, el Paseo Bellamar había recuperado gran parte de su imagen de lugar destinado a la diversión de la familia. Fue en ese momento en que dicha costanera se llenó de miles de personas que avanzaban lento para sentir el aire marino en la cara.
Desde Puerto San Antonio valoraron que los enfiestados de la noche de Año Nuevo no quebraran las botellas que dejaron botadas. También reiteraron el llamado a cuidar este punto turístico y, sobre todo, a no lanzar desechos al mar, que es la peor de las acciones que puede realizar en contra del medio ambiente si viene al Paseo Bellamar.
Mariscales
Una de las tradiciones que muchos no olvidan es comerse un mariscal o un ceviche después de la fiesta de Año Nuevo. En el Mercado Esfuerzo y Trabajo, los clientes hacían filas para disfrutar de estos típicos productos de la zona a los que algunos dan incluso el poder del Viagra. "Empecé a las ocho de la mañana a vender los mariscales y ceviches, la gente dice que están muy buenos", contó Patricia Guzmán, una de vendedoras de ese sector.
Daniela Fuentes, turista proveniente de Maipú, dijo que quiso venir a San Antonio para comer un rico ceviche de reineta. "Es lo mejor que hay porque además trae bastante yodo; es primera vez que pasamos el Año Nuevo acá y ha sido muy bonito", afirmó.
"Está muy sabroso el ceviche", dijo Rosa Barrera, quien ayer dejaba que su marido Juan Muñoz le sirviera en la boca la cucharada que ella saboreaba con placer.
"En las ventas nos fue mejor ayer (el sábado 31) porque hoy (ayer) ha estado medio lento. Lo que pasa es que no se ha vendido mucho mariscal o ceviche porque en la mañana se pusieron unos vendedores clandestinos por acá cerca", explicó María Muñoz, una de las trabajadoras del local de venta ubicado al interior del Mercado Esfuerzo y Trabajo. Para ella, lo mejor es que el público que llegó ayer a comprar ceviches, "era muy educado", ya que otras veces hay personas que se expresan mal en contra de los vendedores.
Y así fue el primer día de 2017 en el principal mercado de mariscos y pescados de San Antonio.
1.500 pesos puede costar un mariscal en los locales de venta del Mercado de Esfuerzo y Trabajo.