Temporada de piscinas: estrategias para que los niños aprendan a nadar
Profesora de natación explicó qué hacer para que los pequeños pierdan el miedo al agua.
Con la llegada del verano, una de las entretenciones principales de los más pequeños es capear el calor en el agua, ya sea en playas o piscinas.
Bien claro lo tiene Fernanda Caballero, profesora de educación física que desde hace doce años dicta clases de natación en Santo Domingo y que por estos días ya tiene copadas las inscripciones de sus cursos.
"Tenemos alrededor de 55 niños por curso, aunque también han llegado hartas personas adultas", cuenta la profesora que rescata la importancia de que los niños aprendan a nadar desde pequeños.
"Las piscinas son un peligro y si uno no le entrega las herramientas al niño es complicado. Yo puedo decir que estoy tranquila al lado de una piscina, pero no todos los papás pueden decir lo mismo", afirma.
"Al enseñarle a un niño a nadar, estamos salvando una vida. Me llega súper de cerca esto. Tengo un pariente que, lamentablemente, su hijo de 4 años cayó al agua y vivió hasta los 15 años vegetal, por eso me dedico a trabajar con niños, son mi especialidad", relata Caballero.
La profesora explica que en muchos de los casos que llegan a su escuela, los padres tienen más temor que los pequeños en sus primeros acercamientos a la natación.
"Una vez tuvimos un alumno cuya mamá era muy aprensiva y no lo soltaba. Llegó con chaleco salvavidas, con alitas y tallarín, y no lográbamos sacarlo de la escalera, eso fue un extremo", recuerda.
"Finalmente logramos que la mamá se alejara un poco, se relajara y esperara afuera. Después la mamá se emocionaba al verlo los últimos días, porque el niño aprendió y a las dos semanas salió nadando solo. Se sumergía, buceaba y yo creo que fue una felicidad extrema para la mamá y para su hijo", cuenta Fernanda.
"Los papás transmiten mucho el temor a los hijos y tenemos que trabajar eso con ellos y con los niños", manifiesta la docente.
"A veces a los papás no les gusta que uno les diga que salgan un rato de la clase, porque obviamente tienen ansiedad o angustia. Pero la verdad es los niños no se dan ni cuenta, ellos trabajan mucho por imitación, entonces al ver a los compañeritos que se sumergen en el agua o que juegan con nosotros, se entusiasman", señala.
Recomendaciones
En situaciones en que un niño está comenzando a habituarse a la piscina, Fernanda sugiere realizar juegos o actividades llamativas para que los chiquititos logren sentirse como pez en el agua.
"Nosotros acá jugamos hasta a la ronda para que se hundan. Buscamos las estrategias para lograr el objetivo que es que aprendan a nadar y, además, lo pasan bien", explica.
En su escuela, Fernanda trabaja con cinco profesores de educación física y un ayudante que hacen las clases.
"Cada niño aprende a su nivel. Si llegan sin saber nadar se van nadando y un niño sí sabe nadar y llega a perfeccionar su técnica también logra mejorarla", manifiesta.
"Me gustan mucho los niños. Yo soy profesora del colegio Fernández León, trabajo con pequeños ahí y al ver a un niñito de cuatro años que cruza la piscina nadando aunque sea a lo perrito, es gratificante, porque si se cae al agua en una situación de emergencia, se va a salvar. Es una retribución súper grande para nosotros enseñarles", comenta.
Fernanda Caballero recibe alumnos durante todo el año.
"La piscina es temperada y techada, y las clases están destinadas a niños desde los 4 años hasta adultos de 90", precisa Caballero.
"Al enseñarle a un niño a nadar, estamos salvando una vida".
Fernanda Caballero, profesora de natación en Santo Domingo."