La joven Viviana encontró su lugar en la Terraza de Cartagena
La chica de 23 años padece síndrome de Down, lo que no le ha impedido llevar una vida normal junto a su madre. Ambas se instalaron con un puesto comercial en el sector de la Virgen de Los Suspiros.
A sus 23 años, Viviana Madariaga Araya está cumpliendo un importante desafío. Esta cartagenina, junto a su madre Jessica Araya (45 años de edad), logró conseguir el permiso de parte de la Municipalidad de Cartagena para instalarse con un puesto en el sector de la Terraza.
Tarea no menor para la querida "Vivi", una chica que nació con síndrome de Down, sin embargo ha sabido desenvolverse en su vida diaria sin mayores problemas, ya que su personalidad la ha ayudado bastante en el largo proceso de inclusión.
"Quiero agradecer la oportunidad que nos entregó el alcalde de Cartagena Rodrigo García. A finales del año pasado junto a mi madre fuimos a la municipalidad para presentarles este proyecto de trabajo. Realizamos todos los trámites necesarios para cumplir con lo que nos exigían y llevamos una carta en la que pedíamos este permiso que finalmente se me otorgó para todo el año", explica entusiasta Viviana.
Desde la semana pasada, Viviana y su madre comenzaron a trabajar en la Terraza justo donde se encuentra la Virgen de Los Suspiros. "Yo tengo otro trabajo haciendo aseo, pero quise ayudar a mi hija, ya que esta es la primera vez que tiene un puesto así. Pusimos un toldo y estamos en estos momentos vendiendo artículos para celulares, además de chips y carcasas para los teléfonos. La idea es en febrero agregarle a las ventas bebidas y confites. Estamos justo en un sector donde pasan muchos turistas y veraneantes, por lo que no podemos quejarnos, ya que estos primeros días nos ha ido bien", relata la madre de la "Vivi".
Para ella, lo más importante de esta oportunidad que le entregaron a su hija "es que cada paso que ella da se disfruta y se valora el doble. De chica le he enseñado a valerse por sí misma y que sea siempre lo más independiente posible. El día de mañana yo no voy a estar y ella tendrá que seguir viviendo y tendrá que defenderse con las herramientas que uno le ha entregado. Por eso que estoy muy contenta con este trabajo que pudo conseguir gracias a su esfuerzo y perseverancia".
A luchar por la hija
Un día después de que Jessica Araya dio a luz a Viviana, le avisaron en el hospital Claudio Vicuña de San Antonio que su hija había nacido con síndrome de Down.
"Fue una noticia súper fuerte e impactante. Una queda muy confundida, pensando cosas de aquí para allá. Viviana era mi segunda hija, y luego de que supe que tenía síndrome de Down los doctores me comunicaron que se me había activado el cromosoma 21 durante el embarazo", recuerda Jessica, agregando además que "ya tenía un hijo varón, pero todavía era una madre joven, porque tenía 21 años, y eso también influye en la madurez con la que uno toma las experiencias que te entrega la vida".
Viviana, que nació exactamente el 8 de junio de 1993, creció de la manera más normal posible. Con tres años comenzó a asistir a un jardín infantil en el sector de Bellavista y luego se cambió a otro en Cartagena. La enseñanza básica la realizó en el colegio Pedro Aguirre Cerda, y recién a los 14 años fue matriculada en una escuela especial que se encuentra en el sector de Las Cruces.
Una vida normal
El 2016 ingresó al Instituto Psicopedagógico de San Antonio que se encuentra en Barrancas, donde este año seguirá cursando sus estudios para sacar cuarto medio.
"Me gusta mucho ir a clases, porque tengo muchos amigos y me gusta compartir con más gente, aparte que tengo un novio en el colegio", cuenta entre risas la "Vivi", quien no tiene miedo ni reparos en viajar todas las mañanas desde Cartagena hacia Barrancas en micro y sin ninguna compañía.
"Tengo que levantarme temprano para irme a clases, así que cuando estoy lista mi madre me acompaña al paradero a tomar la micro. Ella me enseñó que si alguien se me acerca para tocarme o algo tengo que defenderme y no quedarme callada", reconoce la joven, quien el verano pasado estuvo trabajando en la atención de clientes en el local de pollos y papas fritas "Santa Rita" que se encuentra frente al estadio municipal Fernando Ros Marchessi de Cartagena.
"Ese fue mi primer trabajo y fue una excelente experiencia. Por eso que este año tenía ganas de seguir trabajando y fue así como nació la idea de tener un lugar en la Terraza para el verano", reconoce.
"mala pata"
La semana pasada, la joven cartagenina sufrió un lamentable accidente que le significó un esguince en su tobillo derecho. Durante estos días, no ha podido trabajar y está haciendo reposo en la casa de Fanny Zúñiga, la querida "Pirata de Cartagena".
"Me acompañó a la Caleta Vieja, porque ella es muy buena para caminar y moverse, y en lo que íbamos bajando se cayó y se dobló el pie, así que tuvieron que subirla con dos chicos, ya que prácticamente no podía caminar", señala Zúñiga.
Mañana, Viviana será operada de su lesión, por lo que tendrá que realizar reposo absoluto por algunas semanas, tiempo en el que su madre Jessica Araya junto a una tía serán las encargadas de estar a cargo de su puesto en el sector de la Terraza.
"Estaremos trabajando con mi hermana mientras mi hija se recupera, porque la idea es que toda esta platita sea para ella, y así pueda tener sus ahorros guardados para que se pueda comprar sus cositas durante el año", comenta Jessica.
Apenas se recupere de su tobillo derecho, Viviana Madariaga Araya volverá a realizar el trabajo que la tiene llena de sonrisas a sus jóvenes 23 años. "Estoy muy feliz y contenta realizando este trabajo, así que pronto estaré nuevamente en la Terraza", afirma con orgullo.