Pablo Jesús Gómez
Al abrir la ventana de una de las piezas principales del hostal Patio Ferreiro, la inmensidad de Cartagena se deja observar como la mejor postal de una ciudad que revienta durante el verano pero que durante el resto del año se mantiene con el movimiento constante de los fieles residentes que no cambian el aire cartagenino por nada del mundo.
El arquitecto Adolfo Aranda comenzó un proyecto personal que lo llevó en el 2013 a comprar una casa ubicada en calle Manuel Bulnes. El inmueble, construido en 1969, estaba prácticamente abandonado y la basura se acumulaba por montones. La tarea de recuperación no iba a ser menor. Por eso, dejó su trabajo en Santiago y quiso jugársela por darle un nuevo aire a Cartagena.
"Estuvimos nueve meses remodelando y trabajando en la casa. Yo había trabajado en remodelación de interiores, así que tenía una idea. Después de eso comenzamos a desarrollar el hostal, el que lleva prácticamente funcionando dos años", comenta Adolfo Aranda sobre Patio Ferreiro, que lleva su nombre justamente por estar a pocos metros del castillo Ferreiro.
El recinto recibe a muchos turistas extranjeros jóvenes que les gusta vivir un turismo más cercano a la realidad local. Caminar por la feria, visitar los pasajes entremedio de los cerros, sentarse en la plaza de Armas a contemplar la jornada. Costumbres que ningún paquete de turismo formal puede entregar.
"Hay una mala percepción de Cartagena, y muchos de los visitantes nos comentan que cuando dicen que vienen para acá, solamente les cuentan cosas malas. Pero luego están unos días y se llevan la mejor impresión, porque Cartagena tiene lugares realmente que hay que conocer", agrega Adolfo Aranda, quien desde chico veraneaba junto a su familia en la costa cartagenina y por eso decidió volver a dejar su legado en conjunto con Sebastián Lavín, su socio en este proyecto.
Tras el posicionamiento del hostal Patio Ferreiro dentro del circuito de viajeros que llegan a Chile, la intención que tiene ahora Adolfo Aranda es la de transformar el lugar en una plataforma cultural.
"Lo que nos planteamos es poder aprovechar todos los espacios que nos entrega el lugar, que tiene una ubicación privilegiada al estar en una ladera, ya que entrega una vista maravillosa para Cartagena", acota Adolfo Aranda.
Por ejemplo, el garage con el que cuenta la casa ubicada en Manuel Bulnes ya tiene lista toda la instalación eléctrica para que prontamente se convierta en una galería donde puedan exponer artistas locales. Además, durante enero se ha realizado un ciclo de cine que se proyecta en el mismo patio, donde también han presentado sus cortometrajes y realizaciones directores de la provincia. "Queremos que esta plataforma cultural que es Patio Ferreiro muestre lo mejor que hay en Cartagena", exclama convencido Adolfo Aranda.
2013 El arquitecto Adolfo Aranda compró la casa que se ubica en calle Manuel Bulnes en Cartagena.