Vecinos temen una tragedia: "basta una chispa para que nos vayamos al infierno"
La gran cantidad de árboles y de pasto seco en la quebrada que separa los cerros Alegre y El Carmen preocupa a algunos residentes. Creen que estos pueden propiciar un gigantesco incendio forestal.
Edna Olivera ve la televisión y no deja de pensar en que una tragedia como la que ha golpeado a las regiones Sexta, Séptima y Octava podría repetirse en San Antonio.
La mujer, de ochenta años, lleva mucho tiempo imaginando que un incendio forestal arrasaría con decenas de casas en la quebrada que separa a los cerros Alegre y El Carmen.
"Veo las noticias y me asusto mucho, porque este lugar está lleno de basura y de árboles como los que muestran en la tele. Basta con una chispa para que nos vayamos todos al infierno", sentencia la octogenaria abuelita.
Pero su preocupación no apareció de la noche a la mañana. Según cuenta, "se ha agarrado de las mechas" con muchos residentes del sector por el mismo problema.
"Llevo años yendo a la municipalidad y pidiéndole a los vecinos que busquemos la forma de limpiar el lugar, porque nuestras casas, nuestras vidas están en peligro, pero algunos hacen como si nada, pero si no hablo yo, no lo harán las piedras", agregó mientras subía una inclinada escalera en el patio de su casa.
A pesar de los años, Edna no se rinde por ningún motivo. Se niega a pensar que por negligencia suya todo lo que construyó junto a su difunto esposo termine convertido en cenizas.
"Está lleno de basura. Nadie entiende que esto es un peligro público", dice en referencia a un cerro de botellas de vidrio que permanecen botadas en la ladera del cerro.
"Es cosa de tiempo con esos vidrios ahí, porque se produce el efecto de una lupa y luego se puede prender todo", agregó Luis Miranda, quien comparte la misma aflicción.
"Con todo lo que se ha visto estos días en el sur uno no puede dejar de pensar en lo que podría pasar acá en San Antonio", añadió Edna Olivera.
"Uno intenta razonar con la gente, pero se hacen los choros y todo queda en nada", acusa.
"He ido a reclamar, pero en todas partes me dicen señora vaya a otra oficina. Llego allá y me dicen lo mismo, pero después que pasan las cosas todo el mundo actúa. Esto hay que hacerlo antes, para evitar una tragedia", dijo enfática Edna Olivera pidiendo la intervención de la Municipalidad de San Antonio para organizar el desmalezado en los sectores públicos e instar a los privados a que hagan lo mismo al interior de sus propiedades.
Lamentablemente, este no es el único inconveniente que no deja a Edna dormir en paz. La supuesta venta de narcóticos, a pocos metros de su vivienda, se ha convertido en un "punto negro", afirma.
"Esto era un lugar tranquilo, pero ahora que venden droga, en las noches se llena de 'angustientos' que no permiten que la gente pase tranquila por la calle", finalizó.