Raúl Abarca Pailamilla

Ha sido un trabajo y gasto incesante durante los últimos meses para los bomberos y brigadistas de la Conaf en la provincia de San Antonio por la gran cantidad de incendios que afectan a la zona.

Las altas temperaturas y los fuertes vientos que se han registrado en la provincia, han sido caldo de cultivo para el avance de las llamas que aparecieron en diciembre, con las más de 2 mil hectáreas (ha) consumidas entre el fundo Colenguado, en Cartagena, La Marquesa y Malvilla, entre otros sectores.

A ellas se deben sumar las más de 5 mil ha dañadas por el siniestro que afectó a Bucalemu y El Convento, como las 215 que llevan, hasta el momentos, las llamas que atacan el sector de San Pedro, El Convento y San Juan.

Es por esta razón que tanto personal de Bomberos como de la Conaf han redoblado sus recursos en esta temporada para combatir las incesantes llamas que se niegan a ser extintas.

"Los recursos nunca son suficientes. Hay gastos que cada compañía debe solventar, porque no lo cubre el presupuesto que recibimos. Solo en caso de Alerta Roja, la Onemi (Oficina Nacional de Emergencia) cubre los gastos que en esa situación se ocupan, pero los dineros tardan mucho en ser reembolsados", confiesa el comandante del Cuerpo de Bomberos de San Antonio, Miguel Ortiz.

El tesorero general de Bomberos de San Antonio, José Abarca, confirma que los recursos se demoran entre cuatro a seis meses en volver a las escuálidas arcas de la institución.

"Hay dineros del primer incendio grande que se registró acá en la provincia que aún no vuelven. Es un proceso largo en el que hay que esperar mucho para que la Onemi pase la plata", añade Abarca.

Miguel Ortiz agrega que "por ejemplo, las colaciones que reciben los bomberos corren por cuenta de nosotros, para eso tenemos que hacer cosas para reunir dinero".

Gastos de emergencia

El tesorero del cuerpo bomberil local cuenta que en diciembre pasado debieron cancelar $3 millones y medio para reparar el motor de uno de sus carros, perteneciente a la 4° Compañía de San Juan.

Además por concepto de mangueras destrozadas, solo en los últimos días, han gastado $2 millones. En cuanto al combustible y a la logística operacional, en los siniestros que han afectado a la zona, han desembolsado $1 millón 800 mil.

"Hay asuntos, como el del ajuste del motor de uno de nuestros carros que ocurrió en pleno siniestro. Allí uno pierde un recurso importante", manifiesta.

Una de las formas que ocupa la institución sanantonina para generar dinero "es arrendando el ex cuartel de Angamos. El sitio lo dividimos en tres y con ello reunimos dinero. También a veces los jueces, cuando les pasan un parte a alguna persona, destinan el pago de la multa a Bomberos".

El comandante Miguel Ortiz recalca que es vital que las personas colaboren con la entidad, pero en la prevención de incendios.

"En los últimos siniestros hemos tenido que destinar muchos recursos monetarios, como también de personas, para el combate de las llamas y como mencioné nunca los recursos son suficientes", afirma.

La llegada de los aviones Ilyushin IL 76 y Supertanker, para combatir las llamas de los últimos incendios, que aún se mantienen activos en la provincia de San Antonio, ha permitido que los gastos para el cuerpo de bomberos local disminuyan.

El jefe provincial de la Conaf, Andrés Flores, explicó que durante las últimas emergencias incendiarias han movilizado a 69 integrantes de la corporación, entre brigadistas y técnicos.

"Una persona sufrió un desmayo, pero no habría sido por el incendio, sino al parecer por una enfermedad que padecía", dice en relación al brigadista que combatía las llamas, las que no solo han consumido miles de hectáreas en la zona, sino que también el desnutrido presupuesto bomberil.

3 millones y medio debió gastar Bomberos para reparar uno de sus carros.