Karem Pizarro Chacón
El embarazo de Luz Pozas Chávez, de 17 años de edad, se había desarrollado con completa normalidad. Ya había entrado en la semana 28 de gestación y todos los controles de salud indicaban que no presentaría ningún problema.
Sin embargo, durante la noche del martes pasado fuertes dolores perturbaron a la joven, que acompañada por su hermana mayor y su madre acudió hasta el Servicio de Urgencias del hospital Claudio Vicuña para ver qué le ocurría.
"Cuando llegué a la casa poco antes de las 11 de la noche lo primero que me dijeron era que la Luz estaba con contracciones y que había botado el tapón mucoso, así que partimos inmediatamente a (la unidad de) Maternidad", comenta Olga Chávez, madre de la joven.
De acuerdo al testimonio de Olga, su hija estuvo en el hospital hasta pasadas las 00.15 horas del miércoles en el hospital y la enviaron de vuelta a su casa con una receta de supositorios para el dolor.
"Lo único que le preguntó la matrona a mi hija fue de qué color era la sangre que botó, pero no la tocó ni nada y la mandó para la casa", reclama Olga, quien interpondrá una denuncia contra el hospital por negligencia en la atención. "En Maternidad no había más de tres personas esperando atención y había dos matronas. Ellos podían haberla dejarla ahí, pero no lo hicieron", agregó.
Según el relato de Olga, su hija pasó toda la noche con contracciones y esperaron hasta la mañana para que se produjera el cambio de turno de las matronas, con la esperanza de que no la devolvieran nuevamente a la casa.
Pero a las 08.30 horas del miércoles, cuando se preparaban para ir otra vez al hospital, la joven comenzó su trabajo de parto.
"Ella se estaba arreglando cuando empezó con los pujos y la ambulancia no contestó nunca. A las nueve con cinco minutos nació mi nieta y la recibió mi hija mayor en sus manos. Ella rompió la bolsa y le hizo reanimación para que respirara, porque yo la vi tan chiquitita que no atiné a hacer nada".
Tras el parto en su casa de calle Las Perdices, en la Viuda 10 de Llolleo, se comunicaron con Carabineros y luego, cerca de las 10 de la mañana, llegó una ambulancia que esta vez sí atendió el llamado.
La guagua pesó 1 kilo y 100 gramos y fue trasladada de urgencia hasta una clínica en Viña del Mar donde permanece en una incubadora en buenas condiciones de salud.
La madre, en tanto, está en el hospital sanantonino, también en buen estado esperando su alta médica para viajar a ver a su bebé.
Después de saber que su hija y su nieta se encuentran bien, Olga dijo que analizaron lo ocurrido y que están muy molestos por la atención en el hospital, pero que consideran que todo fue un milagro, porque de no ser por su hija mayor la guagua hubiese muerto.
Hospital
Consultados por el caso, la Dirección del hospital Claudio Vicuña informó que la recién nacida, con 28 semanas de gestación, fue trasladada a la clínica Ciudad del Mar, donde se encuentra sin necesidad de ventilación mecánica.
Respecto a la denuncia realizada, el doctor Luis Alfonso Fuentes, jefe del Servicio de Maternidad, dijo que se está analizando el caso para determinar si se registró un quiebre en el proceso de atención de la paciente, procedimiento que se realiza cada vez que se produce un evento inesperado, por lo cual -dijo- no es posible pronunciarse sobre el tema.
9.05 horas nació la pequeña Eimy, con sólo 28 semanas de gestación.