Jorge Montes Soto: sin escalas desde Suecia a San Antonio
Hace 29 años que este sanantonino decidió emigrar al país escandinavo, pero no olvida sus raíces en la ciudad puerto ni su amor incondicional por el club San Antonio Unido.
Cada tres o cuatro años, Jorge Heriberto Montes Soto viaja desde Suecia a Chile para estar cinco semanas con el propósito de visitar a su familia y reencontrarse con aquellos viejos amigos que conoció durante sus días viviendo en San Antonio, exactamente en calle Serrano con Mauricio Mena, en pleno centro de la ciudad.
Con 60 años recién cumplidos el pasado 8 de noviembre de 1956, este sanantonino ya lleva 29 años viviendo en la ciudad sueca de Skene, ubicada en el sur del país escandinavo. Según cuenta, la familia Montes es actualmente la que tiene la mayor descendencia chilena en tierras suecas.
"En total somos 88 familiares, entre los ocho hermanos que nos fuimos a Suecia, además de todos los hijos, sobrinos, nietos y bisnietos. Mi hermano, por ejemplo, tiene ocho hijos. Yo tengo dos, y espero que pronto quieran hacerme abuelo", dice entre risas Jorge Montes.
Tal como relata, la familia Montes dejó atrás la ciudad puerto de San Antonio para dejar su legado a miles de kilómetros de distancia. "Mi hermano mayor fue el primero que llegó a Suecia por un viaje de trabajo, y se instaló al poco tiempo allá, a mediados de la década del ochenta", recuerda Jorge, quien tras conversar profundamente con su hermano, decidió también hacer las maletas y emprender rumbo a Europa.
"Mi hermano me comentaba los beneficios que tenían los trabajadores, como viviendas y sistemas de salud y educación gratuitos. Eso me llamó la atención, así que decidí viajar", hace memoria.
Jorge en esos momentos ya estaba casado con su señora Patricia Mesina, y eran padres de Jorge Esteban (luego tuvieron a Elías Cristóbal). "Jorgito tenía 11 años. Recuerdo exacto la fecha en que salimos de Chile: 8 de septiembre de 1988. Como familia fue algo fuerte, porque era algo totalmente nuevo, pero queríamos que todo resultara lo mejor posible", reconoce Montes, quien previo al viaje trabajaba en San Antonio como inspector en una línea de buses.
Antes, había estado dos años desempeñándose en la empresa Rayonhil de San Juan, a la que pudo ingresar gracias al fútbol, el deporte que más lo apasiona.
"Siempre jugué de 4 y de lateral derecho. Empecé en Pedro Aguirre Cerda, donde estuve hasta los 12 años. Luego me fui a jugar al San Antonio Atlético y entre 1976 y 1977 estuve en Rayonhil San Juan, donde me ofrecieron trabajo mientras jugaba por el equipo de la empresa. En 1978 me cambié para jugar en Cóndor, que fue mi último club en San Antonio hasta 1988", recita con su memoria futbolística.
Goles en sueco
Ya en Suecia, el fútbol también sería la compañía de Jorge Montes para sus primeros años en un país que no tenía nada que ver en lo más mínimo con Chile. Llegó a jugar en el equipo de Tercera División de la Liga Sueca cuyo nombre es Kinna IF. Allí compartía camarín con jugadores de diferentes nacionalidades, por lo que tenía que acomodarse a diferentes culturas.
"En ese tiempo se hablaba en inglés, porque había jugadores alemanes, suecos y de otros países europeos. La verdad que recién a los dos años pude entender y hablar bien el idioma sueco. El fútbol fue muy importante para poder conocer gente y hacerme un nombre los primeros años en Suecia", asegura el sanantonino, quien no dudó en realizar una filial de San Antonio Unido que reunió a varios chilenos residentes.
"Funcionamos entre 1991 y 1994. El equipo jugaba con la polera de San Antonio Unido, las que encargábamos a Chile. Lo malo fue que como filial enviábamos dinero al club San Antonio Unido como una forma de realizar un aporte, y con el paso del tiempo nos dimos cuenta que esa plata no era destinada para su propósito original, así que tuvimos que cancelar la filial del SAU en Suecia", acota aún con algo de resignación.
Pero aquellas penas del fútbol las olvidó justamente con más dosis de fútbol. En 1998 comenzó a realizar el curso para ser director técnico. Se tituló como entrenador de la Uefa en 2006 y en el 2009 lograría una gesta impresionante: junto a la serie juvenil del IFK Örby se proclamaron campeones de la Zona Sur de la Segunda División de Suecia. "Pero después me hicieron la cama como se dice, y no pude seguir entrenando a los chicos", reconoce.
Sin embargo, en la actualidad el fútbol sigue muy ligado a Jorge Montes. Tras haberse titulado como entrenador, realizó durante el año 2007 los cursos de árbitro que imparte anualmente la Federación de Fútbol de Suecia. "Los domingos estoy arbitrando una liga regional sueca, así que en eso me entretengo ahora que no he estado dirigiendo a ningún equipo de fútbol", explica, dejando claro que el balompié ha cumplido un espacio importante a lo largo de sus 60 años de edad.
Mirando al sau
Con la experiencia que le entregan más de 45 años ligados al fútbol, analiza el presente de San Antonio Unido, el equipo de sus amores.
"Pude estar presente en los partidos como local con Trasandino y Melipilla. Me gustaron como jugaron el capitán Jaime Lobos, el volante Mario Sandoval y el defensa central Adán Vergara", analiza de entrada.
Sin embargo, es otro el problema que, según Jorge, impide el salto de calidad del equipo del timón y la gaviota. "Con el estadio que tenemos es más difícil poder subir, ya que todos esos detalles marcan la diferencia. Va a ser complicado que el SAU consiga buenos resultados y logros si no tenemos un estadio de categoría que pueda ser su respaldo", asegura de forma rotunda.
Jorge Heriberto Montes Soto viajará hoy de vuelta a Suecia, luego de cinco semanas en su tierra natal. Pero antes de irse, quiso realizarse un autorregalo que no puede faltar en su maleta de viaje. "Tuve que ir a comprarme la polera del SAU a San Juan. Como no tenían la de esta temporada tuve que comprar la del torneo pasado, pero dejé el dinero y mi dirección para tener la de este año y poder ocuparla cuando esté en mi ciudad, Skene, en Suecia", asegura este patiperro sanantonino e hincha fanático del SAU.