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Humilde maestro de la construcción vive una pesadilla tras otra: "creo que estoy maldito"

Luis Álvarez, de 52 años, ha tenido problemas laborales y serias dificultades de salud en los dos últimos años. Ahora es parte de una eterna lista en el servicio público para aliviar sus "terribles dolores de espalda", según contó.
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Jesús Farías Silva

El maestro de la construcción Luis Alvarez Lillo vive una pesadilla tras otra. Ya son tantas que por momentos no encuentra motivos para seguir con vida.

En 2015 tuvo una serie de problemas laborales. Junto a un dirigente sindical denunció una agresión por parte de uno de sus jefes directos, sin embargo, ese era el menor de sus problemas.

Temido cáncer

Hace varios años venía arrastrando un severo dolor de espalda. "Empezó como un fuerte lumbago", recuerda con algo de dificultad este vecino de la población Aguas Saladas del cerro Bellavista, quien en 2016 también clamó mediante la prensa para conseguir una hora médica con un urólogo, pues temía que el cáncer le arrebatara la vida.

Esa angustia se extinguió al poco andar. Los médicos le explicaron que tenía un quiste alojado en uno de sus testículos, pero que no era de mayor gravedad.

"Probablemente me golpeé cuando era niño, pero me dicen que no es nada malo y que con una cirugía se podría extraer", detalla.

Su alivio fue inmediato, pero pasajero. Los malestares lumbares se negaban a desaparecer.

Espalda mala

"Primero fui al consultorio y no sé bien qué fue lo que pasó con la hora para una interconsulta. Al final tuve que esperar mucho tiempo para que me llamaran para hacerme un examen", se lamenta.

De acuerdo a su relato, pasaron años. Sin embargo desde el hospital aclaran que la situación no es así, que en algún momento se debe haber confundido, pero que tiene una hora asegurada en el recinto para determinar cuáles fueron los resultados del análisis (ver recuadro).

"Nunca me han vuelto a llamar para que me vea un especialista, supongo que se trata de un traumatólogo", agrega.

"Fui a preguntar hace poco y me dijeron que aún había mucha gente en la lista de espera y que mi caso no era grave", señala con indignación.

El hombre no se explica lo que está pasando con su mala fortuna. Ni siquiera culpa al hospital, porque no sabe a quién tendría que apuntar como responsable de lo que él cree "es un desorden con las horas".

Mala suerte

"No tengo idea si se han perdido las atenciones por el consultorio o en el hospital. Lo único que sé es que no puedo esperar a hacerme las cosas de manera particular, porque eso es demasiado caro", confiesa.

El persistente dolor es una cosa, pero la falta de dinero es otra, que lo afecta tanto o más al momento de pagar las cuentas.

"Estoy sin trabajo hace un tiempo y ahora me es difícil hallar algo nuevo", relata.

Todas las dificultades que tenía parece que no eran suficientes. Hace poco Luis tuvo que enfrentarse otro mal diagnóstico.

"Resulta que también tengo una tendinitis en el brazo izquierdo y no tiene vuelta atrás. Tengo que tomar calmantes para que se me pasen los dolores. Es mucho ya, creo que estoy maldito", finalizó.

"No tengo idea si se han perdido las atenciones en el consultorio o en el hospital. Lo único que sé es que no puedo esperar a hacerme las cosas de manera particular, porque eso es demasiado caro",

Luis Álvarez, sobre una supuesta demora excesiva en la entrega de horas médicas."

luis álvarez trabajaba como maestro de la construcción en bellavista, pero quedó desempleado.
en los últimos dos años ha tenido que enfrentar distintas complicaciones médicas.
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