Descubriendo Japón a través de los ojos de un grupo de sanantoninos
Tres amigos decidieron viajar al otro lado del mundo, a una cultura diferente y que solo habían visto por televisión y cine. ¿Qué han aprendido de esta experiencia? ¿Qué tan fuerte fue el choque cultural?
Hay una escena de la película "Perdidos en Tokio" donde Bob Harris, el personaje genialmente interpretado por Bill Murray, parece vivir una vida paralela al resto de los mortales en ese país asiático.
Duerme de día, pasa despierto de noche, se sorprende con las luces de los anuncios luminosos de la noche japonesa, no entiende la tendencia de la moda de las jóvenes locales, intenta sin éxito expresarse en el karaoke y no entiende nada, pero nada de japonés.
Bill Murray a través de ese personaje nos hace compartir su desorientación.
Y es ese mismo choque cultural cargado de jet lag (desorden que altera el reloj corporal de los viajeros) el que sintieron en un primer momento los sanantoninos Rodrigo Sáez (34), Fabián Rosales (29) y Diego Salgado (30) cuando salieron del aeropuerto internacional Haneda en la capital nipona y de pronto, se vieron inmersos en un mar de rascacielos, letreros con idiogramas inentendibles, sonidos de un idioma incomprensible y un frío que le calaba los huesos.
Pero… Ellos mismos se lo buscaron, porque este grupo de sanantoninos decidió salir a la aventura y conocer con sus propios ojos lo que hay detrás de los estereotipos de la cultura japonesa.
¿Son serios? ¿tímidos? ¿enojones? ¿trabajólicos? ¿ordenados? Desde 17 mil kilómetros de distancia las imágenes parecen difusas.
Por eso ellos decidieron tomar un vuelo, dejar atrás San Antonio y sus incendios forestales, para tener un encuentro en primera persona con una de las culturas más intrigantes de Oriente.
Aventura
Rodrigo Sáez es ingeniero en Gestión Industrial y una de sus pasiones, además de la música, es viajar. El hace de vocero del grupo y comenta gracias a la magia de la tecnología, que "la primera impresión es que la gente se siente y es un poco fría, pero las veces que conversas con ellos, te das cuenta que son solo tímidos y que en realidad sí les interesa conocer. Las personas son amables y serviciales. Entrando a un outlet de snowboard en Kyocera Dome Osaka, el único vendedor que nos pudo atender por el idioma (porque hablaba inglés) nos preguntó de qué lugar éramos. Le respondimos que de Chile y nos cantó "chi, chi, chi, le, le, le". Fue muy divertido y sorprendente, jajaja. Nos dijo: "Es súper típico el chi, chi, chi, le, le, le. En Japón nos gusta mucho".
Comentó que la idea del viaje -entre otras cosas- era practicar snowboard en algunos centros invernales japoneses que tienen reputación entre los aficionados a este deporte. Y como Fabián encontró una oferta de pasajes aéreos, él y su amigo Diego se entusiasmaron y lo secundaron en la travesía.
"Si bien es un país con mucha influencia estadounidense, tiene particularidades como: respeto, hacer filas, no se roban las cosas, usan mascarillas para no contaminar a otras personas, caminan por el lado derecho o izquierdo (depende del distrito) para dejar la posibilidad de que te pasen los que van más rápido; la higiene es estricta acá. Para hacer las cosas tienen protocolos para todo, para hacer filas, llenar formularios, comprar algo, hacer un trámite, fumar, ir a un restorán, andar en metro, etc", señala el sanantonino.
Y claro, impresiona la modernidad de la ciudad, algo que ha hecho reconocido a Japón, un país que supo recomponerse, levantarse y erigirse como potencia planetaria tras quedar destruido al final de la Segunda Guerra Mundial.
Sáez comenta que "las ciudades están diseñadas y adaptadas para todo tipo de personas; es decir, son inclusivas. Discapacitados, motoristas, ciclistas, peatones, vehículos, transporte público tienen su espacio. Por lo que hemos conocido es un país muy seguro, hay bajos índices de delincuencia, se puede andar a cualquier hora en cualquier parte (si el frío te lo permite porque es invierno). Nos han explicado en algún carrete por ahí que no se permite la tenencia de armas. Cuando fuimos a Kabukicho (The red light district), vimos extranjeros apagados de tele en la calle y nadie les robaba, ni les hacían nada, incluso las ambulancias los asisten".
-¿En qué se movilizan ustedes?
-El transporte público es tope de línea, posiblemente es el mejor y más caro del mundo. Nosotros hemos andando en Subway, Shinkansen (tren bala) street car (trole bus, tranvía) No vamos a hablar de los taxis y Uber porque son carísimos. En las calles no es muy común ver autos aparcados, debido a que existe una gran cantidad de gente que se moviliza caminando, en bicicleta y en transporte público.
-¿Y cómo se las han arreglado con las comidas?
-Las comidas son todo un tema, tamaño asiático vs. tamaño americano. Una manzana cuesta un dólar, al igual que un limón. La carne por ejemplo, es lo más caro, acá puedes encontrar Kobe (Wagyu) el mejor corte, pero en un restorán un plato de 100 gr puede salir desde 50 mil pesos chilenos. Como también puedes encontrar menú japonés de 5 mil a 9 mil pesos (tamaño asiático). Los pescados y los mariscos frescos son los más accesibles (atún, salmón), también el cerdo y el pollo y si quieres comer barato como en todo el mundo está lleno de Mc Donalds (comprobado).
-¿Y la tecnología?
-Podríamos decir que es de avanzada porque es probable que supere en hartos aspectos a la tecnología de EE.UU. La vida cotidiana está mediada por la tecnología. Por ejemplo, si el sartén no está sobre la cocina, la cocina no calienta, no funciona. Al entrar el baño la tapa se sube sola y calienta el WC. Hay WIFI en todos lados (de pago y gratis). Lo exacto es que funciona todo, los trenes tienen los horarios preestablecidos y llegan puntuales (sino estas ahí pierdes el tren).
-¿Qué ha sido a tu juicio lo mejor que han hecho?
-Dentro de las mejores cosas que hemos hecho está haber ido a Gala Yuzawa y disfrutar de las mejores nieves del mundo a precios más accesibles que los chilenos. La posibilidad de haber estado en Tokyo Sky Tree y observar la ciudad más extensa del mundo desde 450 mts. de altura y también recorrer la ciudad en bicicleta, lo que te da otra perspectiva de las calles.
Rodrigo, Fabián y Diego se han impresionado por las urbes. "En las ciudades hay muchos templos budistas y construcciones representativas del Japón anterior a la Guerra Mundial. La vida nocturna comienza muy temprano, desde las 19 hrs. y hay una infinidad de restoranes, bares y clubes que están abiertos toda la noche, al menos en las grandes ciudades en las cuales hemos estado".
Y cuando los sanantoninos visitaron el parque Chiyoda Park donde se ubica la residencia imperial japonesa comentaron: "vieron que no hay basura en las calles… No hay perros tampoco".
Es el choque cultural que le dicen…