En la Dirección de Desarrollo Comunitario de la Municipalidad de San Antonio ya tienen todo dispuesto para comenzar las clases de la Escuela Social Comunitaria este año.

Desde marzo a diciembre un equipo de profesionales del área social e incluso contadores imparten clases para enseñar todos los conocimientos que deben tener no solo los dirigentes vecinales, sino todas aquellas personas con espíritu de servicio que quieren aprender más acerca de la gestión social.

De acuerdo a lo indicado por Jaime Guerrero, asistente social encargado de la iniciativa, la escuela está orientada a todas las personas, de todos los sectores, sin límites de edad y sin importar que sean o no dirigentes.

"Lo que buscamos es promover la participación social, la inclusión y mejorar el desempeño de las funciones de los dirigentes sociales o líderes", detalló Guerrero, quien agregó que las clases obedecen a una malla curricular muy bien estructurada que contempla clases de computación, educación cívica, formulación de proyectos, planificación estratégica, leyes y procedimientos municipales.

Las inscripciones pueden hacerse a través de la página web del municipio o de forma presencial en la Oficina Municipal de Organizaciones Comunitarias en horario de oficina.

Las clases comienzan en marzo y se extenderán durante todo el año, cada sábado desde las 16 a las 18 horas en dependencias del liceo Juan Dante Parraguez de Barrancas.

Karem Pizarro Chacón

Los últimos seis meses han sido los más duros para la familia Hueche Antipán de San Antonio debido a la incansable batalla que han dado contra la leucemia de su hija menor, Noemí.

La niña, de 14 años de edad, estudiante del colegio Papa Juan Pablo II, se mantiene internada en la casa de acogida de la Fundación Nuestros Hijos desde agosto, cuando comenzó con las quimioterapias en el hospital Doctor Exequiel González Cortés en Santiago.

Hasta allí viajan a diario para visitar a esta adolescente que nunca ha bajado sus brazos y siempre mantiene su bella sonrisa.

Durante los últimos fines de semana han podido disfrutar la presencia de Noemí en su casa de San Antonio y le han hecho pasar buenos momentos en familia, tratando de que se olvide de sus dramáticos tratamientos médicos, quimioterapias y hospitales.

Fue así como recientemente su familia pudo pasar un breve, pero feliz momento en la playa de El Quisco con ella. Sin embargo, el 31 de diciembre pasado les tocó pasar el instante más difícil de esta batalla, puesto que Noemí sufrió un accidente vascular que la mantuvo muy grave internada en la Unidad de Terapia Intensiva.

"Ese día lo pasamos muy mal en el hospital, pero mi hermana nunca perdió su buen ánimo y su fuerza", comenta Jacqueline, la hermana mayor de Noemí.

Jacqueline agradeció a todas las personas que fueron a donar sangre a nombre de su hermana, puesto que hoy ya cuentan con números a favor, si es que llegara a necesitarlo.

"Mucha gente se portó muy bien con nosotros, los que donaron sangre, los que fueron a la lota, el colegio de la Noe y especialmente la Agrupación Mapuche Panguinewen", valoró, argumentando que la enfermedad la cubre el Auge, pero que hay gastos anexos que tuvieron que costear en forma particular.

De acuerdo a lo señalado por Jacqueline, los médicos esperan que el tratamiento de su hermana termine en marzo y que paulatinamente comience a reintegrarse al colegio para que comience a hacer su vida normal.

"Faltan unos exámenes todavía, pero creemos que en marzo y de a poco ya podrá ir volviendo al colegio, porque en esa fecha va a estar mejor", dijo con mucha confianza su hermana.

31 de diciembre fue el día más complicado del año pasado, cuando Noemí Hueche sufrió un accidente vascular.