Jesús Farías Silva

Las caras tristes que comenzaron a llegar la tarde de ayer al salón velatorio de la Funeraria Belén lo decían todo. Luis Yánez Cáceres era conocido, pero por sobre todo muy querido.

El ex comerciante, transportista e hijo de ilustre de San Antonio murió a las 7.20 horas de la mañana de ayer luego de una larga batalla contra el cáncer de hígado. Tenía 95 años, hoy cumpliría 96.

Su deceso se produjo en su casa, en la céntrica calle Gregorio Mira, donde estaba acompañado por su entorno más cercano.

"Estaba con esta enfermedad (cáncer) hace mucho tiempo, pero no se le pudo extirpar porque para su edad era algo muy invasivo", dijo su yerno Hugo Bonilla, quien agregó que la dolencia también había afectado otros órganos de su cuerpo.

"Luchó hasta el final", agregó.

Yáñez había sido distinguido por la Municipalidad de San Antonio como hijo ilustre por su "incansable emprendimiento" en la década de los sesenta, setenta y ochenta, cuando logró tener poco más de 20 camiones de transporte.

"Él era de Quillaycillo (sector rural de El Tabo) y comenzó de a poco a trabajar con sus hermanos mayores hasta que levantó su propia empresa. Fue conocido como comerciante de papas, las llevaba de Las Cabras (en la zona de sur de la provincia de Melipilla) hasta Valparaíso en una época en que los camioneros no tenían ningún tipo de comodidad", contó Hugo Bonilla.

"Para el terremoto de 1960 le prestaba servicios a Esso y llevaba combustible hasta la zona de Talcahuano. En todos sus años de trabajo fue muy dedicado a sus cosas y dio muchos empleos, pero cuando tenía que estar con su familia lo hacía al ciento por ciento", añadió.