Así fue cómo cartagenino perdió su pierna en el terremoto de 1985
El frontis de una iglesia le cayó encima a Daniel Pauvif cuando apenas tenía 9 años. Quedó atrapado durante dos horas antes que lo rescataran. "Al lado mío había personas muertas. Fue triste ver todo eso", recuerda.
Tenía apenas 9 años cuando el terremoto de 1985 le arrebató de cuajo la pierna derecha al cartagenino Daniel Pauvif Garcías. Había acompañado a su madre a un velorio en la iglesia El Salvador, ubicada en Santiago Centro. A las 19.47 horas se desató el movimiento telúrico que provocó que una pared del edificio le cayera de lleno a este vecino, por esos años de Tejas Verdes. Dos horas estuvo atrapado, mientras veía cómo varias personas perdían su vida antes que lo rescataran a él.
Hasta la playa Chépica Sur, en la comuna de El Tabo, hace un par de semanas llegaron autoridades de la provincia y la región para destacar a este recinto como un ejemplo de inclusión, puesto que era uno de los pocos balnearios de todo Chile que contaba con 300 estacionamientos y fácil acceso al mar para personas discapacitadas, tercera edad y embarazadas.
De aquel punto de prensa hoy se cumplen 36 días y la capitanía de puerto de Algarrobo se vio en la obligación de cerrar este aparcadero debido a que la concesión que le entregó al municipio de El Tabo venció en noviembre de 2016 y no han solicitado su renovación.
En este mismo lugar, en el quiosco 72, trabaja Daniel Pauvif, hoy de 41 años y con una pierna ortopédica que lo acompaña desde que sufrió aquel lamentable accidente que en la actualidad lo tiene engrosando la lista de personas con capacidades diferentes.
"Yo soy discapacitado y es lamentable que se haya cerrado este estacionamiento, porque se avanzó mucho en la inclusión y en que todas las personas puedan venir a la playa. Es una lástima que haya pasado esto y esperemos que se solucione pronto, porque no solo yo (como discapacitado) trabajó aquí. También lo hace el cuidador Luis Calderón, quien usa muletas y se gana algo con las propinas", añade.
Como este lugar pertenece a la Armada no se puede lucrar con su uso, por lo mismo los aparcadores no pueden establecer una tarifa.
"Yo ingresé a los 10 años a la Teletón y tuve una muy buena rehabilitación, pero no todos los casos son iguales. Es importante que todos, personas, instituciones y lugares de trabajo, seamos más inclusivos".
Terremoto
Aquel domingo 3 de marzo de 1985, Daniel junto a su madre y sus dos hermanas, llegaron a la iglesia San Salvador para despedir al amigo de su progenitora.
Este vecino, hoy en día de la comuna de Cartagena, recuerda que apenas se inició el terremoto, las bancas de la iglesia comenzaron a cruzarse por el fuerte remezón, provocando que las personas que se encontraban en el templo no pudieran escapar.
"Se me cayó el frontis de la iglesia encima y no pude salir. Nadie podía escapar, porque las bancas se iban cruzando. Sentía mucha gente gritar. Estuve dos horas atrapado y veía cómo gente moría ahí mismo", describe 32 años después.
Daniel añade que "mis hermanas, mi mamá y sus amigas comenzaron a levantar escombros para ayudarme y empezaron a darse cuenta que al lado mío había personas sepultadas. Fue triste ver eso. También veía mi pierna, la amputación que había sufrido. Fue terrible. Ya cuando me sacaron, un panadero me llevó al hospital. Allí pasaban los doctores clasificando a las personas que se podían salvar y las que no. Según lo que me contaron me desmayé a las 11 de la noche de ese domingo y desperté el martes".
Luego que curaran las heridas de su pierna amputada, Daniel ingresó a la Teletón y completó una exitosa rehabilitación que hoy lo tiene incluso tomando clases de buceo.
"Todos de alguna forma somos discapacitados, lo importante es no sentirse así y darse cuenta que uno puede hacer todo lo que se proponga en esta vida", culmina en el quiosco Perla Negra, donde trabaja hace siete años.
2 horas estuvo atrapado Daniel Pauvif antes que lo rescataran de los escombros.