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¡Guácala!: Tuvo que arrancar de su casa por culpa de terrible mal olor a pescado

Antonio Muñoz convive con una planta procesadora en Barrancas. Le pusieron un ducto de ventilación a cuatro metros de su vivienda, donde ya no puede vivir tranquilo.
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Jesús Farías Silva

El nauseabundo olor a pescado se siente a metros, pero para Antonio Muñoz pasa desapercibido. El vecino del pasaje Tres Álamos, en el sector Brisa Mar, que según él es erróneamente conocido como Juan Aspee, convive hace seis años con una planta procesadora de jibia que lo tiene realmente enfermo.

La empresa se colocó hace seis años y desde entonces tienen enormes ventiladores que están a solo cuatro metros de su habitación.

peste

Por las noches, cuando el hombre debería descansar, tiene que lidiar con el ruido de estos artefactos y la pestilencia.

Carabineros, de acuerdo a su relato, fue en el transcurso de esta semana, pero no pueden hacer nada. Fue a la municipalidad, donde tampoco le dieron respuestas. Todos coinciden, según su testimonio, en que sus derechos han sido sobrepasados. Sin embargo, nadie le da una solución.

Diario El Líder visitó el lugar y constató en terreno la fetidez cerca del mediodía de ayer, cuando el sistema de ventilación estaba desactivado. Este alcanzaría su máxima potencia cuando el sol se esconde.

"Ya me acostumbré a lo que se siente en el día, el problema está en la noche. Ya no puedo dormir y cuando es mucho tengo que pagar en otro lugar para descansar, quedarme con familiares. He tenido que arrancar del lugar donde llevo toda una vida por culpa de esto", contó.

"No tengo problemas en que esté acá (la planta). Entiendo que es una zona industrial, pero las casas están acá de antes y a nosotros no nos consultaron si queríamos tener estas empresas, llegaron y se colocaron. Ahora están y no pido que se vayan, sino que se respeten mis derechos. Acaso no tengo derecho a vivir en un lugar libre de contaminación", reclama el afectado.

¿Quien responde?

"He visitado a los concejales y me dicen que estoy en lo cierto. En la municipalidad, me han mandado a varios departamentos y me dicen lo mismo, pero los ventiladores siguen. Intenté taparlos en parte con unas placas de madera, pero sigue siendo lo mismo. No sé si tengo que llegar a Valparaíso o a un ministerio", agregó.

Diario El Líder intentó ponerse en contacto con la empresa, pero no fue posible.

"La gente que trabaja ahí me dice que no pueden hacer nada y que están en regla. Les creo, pero aún así, yo sigo saliendo para atrás y eso no es posible", agregó.

Otro de los problemas, que no solo afecta a Antonio sino que a decenas de otros vecinos, son las moscas que llegan al lugar.

"Esto se llena, es una cosa terrible que no se puede estar tranquilo. Además, en este sector hay varias plantas iguales y tiran sus desechos al alcantarillado y el olor entra por los baños", afirmó Sergio Ponce, otro vecino del sector.

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El vecino afectado tuvo que colocar paneles sobre el muro divisorio para contener el viento de enormes ventiladores.
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