Haydée Orellana Farías.
Jorge Escudero es conocido por ser el fotógrafo de cámara de cajón más antiguo de Chile y, probablemente, el que más partes del país retrató a lo largo de su carrera. Sin embargo, tras varias décadas en el paseo Bellamar, decidió que este sería su último verano de trabajo. "Es que tengo 81 años y la salud ya no acompaña", confesó con algo de pena.
"A los 13 años mi padre, que era fotógrafo, me enseñó a usar estas cámaras, pero dos meses antes de cumplir los 14 me escapé porque él tomaba mucho y mi familia era muy pobre. Me fui con la cámara que un amigo de mi papá había dejado en la casa", recordó.
De ahí, llegó a San Fernando, recorrió la Sexta Región, trabajó como ayudante de cocina en la semana y los fines de semana se dedicaba a tomar fotografías. "Ahí cobraba como un peso y medio o dos pesos por foto", recuerda.
"Después de eso hice el servicio militar y me fui para Santiago. Allá trabajé tomando fotos, pero todavía no tenía los caballitos y solo tenía la cámara de cajón", señaló sonriendo.
Familia Argentina
Fue precisamente en Santiago donde conoció a la compañera con quien decidió irse a Buenos Aires. "Pero siempre con la cámara. Allá me fue bien económicamente, pero las cosas no se dieron y decidí venirme solo", dijo con la mirada perdida.
En Argentina quedaron también sus dos hijos, con los que siempre mantiene contacto. "Tengo hasta bisnietos", contó con orgullo, "pero no he vuelto a ir, vienen ellos a veces", completó.
De vuelta a Chile
Luego de vivir casi nueve años en el país vecino, Jorge se vino a Rengo con una máquina 35 milímetros y los recursos para instalar su propio estudio fotográfico. "Me fue bien en esa época, en todo sentido, porque tuve recursos y tuve una nueva compañera, que me dio tres hijos más".
En ese período también incursionó en el turismo, porque compró unos sitios en Pichilemu y los transformó en camping, "pero eso fue un solo año y los puse a nombre de mi compañera, porque me dio los tres niños, aunque igual nos separamos después de 34 años juntos". Agregó que "igual nos llevamos bien con ella, la separación fue por temas religiosos. Hace poco se fue con mi hija, porque me vinieron a ver".
"En esa época también empecé a salir para muchas partes para las fiestas religiosas y costumbristas, con la cámara de cajón siempre, y después empezó la Polaroid, que era más fácil y rápida", rememoró el fotógrafo que recorrió desde La Tirana a Chiloé.
Cámaras de cajón
"Yo creo que soy el más antiguo (entre los fotógrafos de cámara de cajón) y todavía tengo la primera cámara argentina", afirmó emocionado. Es que don Jorge ama la fotografía y por eso, a pesar de que este fue el último verano que ejerció su profesión, ahora construirá este tipo de máquinas fotográficas con su compañero Patricio Muñoz, junto a quien se ubicó por tantos años en el paseo Bellamar.
81 años tiene Jorge Escudero, quien a los 13 años aprendió a tomar fotografías con la entrañable cámara de cajón.