Por cielo, mar y tierra buscan a trabajador que dejó su vehículo abandonado en la ruta
Hasta el cierre de esta edición, la búsqueda de Luis Abarca no había arrojado resultados.
La cara de Magdalena Robles dice mucho. Lleva tres días sin dormir y, aunque asegura ser una mujer fuerte y luchadora, reconoce que la angustia de no tener noticias sobre su marido, la hace decaer.
La mañana del lunes, Luis Abarca Zúñiga fue visto por última vez cuando salió de su casa ubicada en Santo Domingo rumbo a su trabajo en Santiago. Desde ese momento el paradero del jardinero se ha convertido en una verdadera incógnita para su familia y para todos quienes se han unido a su búsqueda.
Llamado
La tarde del lunes, Magdalena recibió un llamado desde la Autopista del Sol para indicarle que el vehículo de su marido había sido abandonado en el kilómetro 80, muy cerca de la gruta ubicada en el Paso Sepultura.
Magdalena sostuvo que durante ese día no pudo comunicarse con su pareja, a pesar de que él siempre le devolvía los llamados. "Con su jefa pudimos comprobar que Luis nunca llegó a su trabajo, por eso nunca devolvió mis llamados ni los de su jefa".
De inmediato se trasladó al lugar, donde pudo comprobar que al interior del vehículo se encontraba la billetera y el celular de su marido, las llaves del auto y una nota con un mensaje.
"En la nota estaba mi número de teléfono y además me pedía que cuidara a nuestro hijo", contó Magdalena, quien agregó que "pero sabes, él siempre me dejaba notas en todas partes. Era su costumbre, sobre todo en el último tiempo, ya que su memoria estaba fallando".
Crisis de pánico
El 22 de febrero pasado Luis sufrió su primera crisis de pánico cuando conducía su vehículo en Santiago. Hasta ahora nadie sabe lo que ocurrió esa tarde ni cómo el trabajador llegó hasta la comisaría de Carabineros de Melipilla para pedir ayuda.
-¿Usted cree que su desaparición tiene algo que ver con las crisis de pánico?
-Yo creo que sí. Él no tenía razones para irse ni para hacer algo contra su vida, al contrario, estaba muy contento. En diciembre yo quedé sin trabajo, pero justamente este lunes tenía que ir a una entrevista y eso lo tenía muy feliz.
Magdalena aporta otro dato: "su auto tampoco tenía signos de violencia como para pensar que alguien le pudo hacer algo".
-Entonces, ¿qué pudo haber pasado?
-Pienso que cuando iba manejando comenzó a sentirse mal y se bajó en este lugar para rezar porque nosotros somos súper creyentes. A lo mejor cuando iba a subirse se le cerró el auto, porque eso a veces nos pasaba, y en su desesperación, porque se le quedaron todas sus cosas adentro, se nubló y desorientó, y a lo mejor ahora anda por ahí sin saber para dónde ir.
Según la mujer, Luis pudo haber pedido ayuda a algún camionero o a lo mejor tomó un bus en dirección a Santiago. "Pueden ser tantas cosas, pero de lo que sí estoy segura, es que él está vivo".
"A veces pienso que a lo mejor se cayó y puede estar herido por ahí en alguna quebrada... yo soy una mujer fuerte, pero en las noches no puedo evitar quebrarme, sobre todo cuando pienso que puede estar pasando frío o que puede estar herido en alguna parte. Por ahora sólo me queda la fuerza que me da mi hijo y toda la familia de mi marido que ha estado junto a nosotros en todo momento. También sé que su hijita lo está cuidando desde el cielo", señaló Magdalena con tristeza.
En horas de la tarde de ayer se unió a la rebusca, personal del Gope, de la Sección de Perros Policiales y el helicóptero de Carabineros, pero hasta el cierre de esta edición no había resultados.
Cualquier información sobre el paradero de Luis Abarca puede ser entregada a los teléfonos 9-83812012 ó 9-85474068.



